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Barcelona, fachada trasera de la Casa Batlló restaurada a su aspecto original
Barcelona, la restauración de la fachada trasera y el patio de la Casa Batlló ha recuperado los colores, materiales y detalles originales diseñados por Antoni Gaudí en 1906.
By Redazione | 21/06/2025 10:20
La Casa Batlló, una de las obras maestras más emblemáticas de la arquitectura modernista de Barcelona, diseñada por el genial Antoni Gaudí, ha finalizado recientemente una importante restauración de la fachada posterior y el patio interior, que comenzó durante la pandemia y se completó el año pasado. Este proyecto representa la primera restauración integral y detallada de estas partes del edificio en más de un siglo desde su construcción en 1906.
Los trabajos de restauración se centraron en la fachada posterior de la Casa Batlló y en el gran patio interior, espacios menos conocidos pero fundamentales para la funcionalidad y la belleza general del edificio. Mientras que la fachada principal, con sus formas icónicas y su tejado en forma de dragón, es ampliamente conocida y valorada, la fachada trasera y el patio han sido a menudo descuidados o alterados a lo largo de los años.
La restauración, que requirió una inversión de unos 3,5 millones de euros, fue el resultado de un meticuloso trabajo llevado a cabo por un equipo interdisciplinar de restauradores, artesanos, arquitectos e historiadores del arte. El objetivo principal era devolver a estos espacios su aspecto original, tal y como fueron concebidos por Gaudí, restaurando materiales, colores y formas acordes con el diseño inicial.
Durante décadas, desde 1915, la fachada se había visto afectada por alteraciones cromáticas y la desaparición de elementos como las jardineras y la pérgola del patio . Tras las restauraciones de los años cincuenta y sesenta, ésta es la primera restauración completa de estos espacios. El proceso comenzó con una rigurosa investigación que condujo, según informa la Casa Batlló, a sorprendentes revelaciones. Tras una cuidadosa planificación, la restauración se llevó a cabo en paralelo en la Casa Batlló y en diversos talleres artesanos, preservando técnicas centenarias y adaptándolas a las necesidades actuales, reafirmando el valor de la artesanía como patrimonio vivo, con nombres y rostros que continúan el legado de Gaudí.
Esta restauración coincide además con el 20 aniversario de la inscripción de la Casa Batlló como Patrimonio Mundial de la UNESCO por su extraordinario valor universal. En esta ocasión, se ha restaurado un espacio íntimo al aire libre, situado junto al comedor familiar, originalmente dedicado al descanso de la familia, rodeado de elementos que evocan un jardín.
"Es un privilegio vivir este momento histórico, seguir revelando el genio de Gaudí a las generaciones futuras, y hacerlo destacando la maestría de la artesanía", afirma Gary Gautier, director general de la Casa Batlló. "Es un regalo para Barcelona y para el mundo.
Amplia investigación histórica y científico-técnica
Antes de iniciar los trabajos, los expertos llevaron a cabo una exhaustiva investigación documental y un minucioso análisis científico de los materiales. Esto permitió descubrir detalles fundamentales que habían quedado ocultos o alterados por las posteriores labores de mantenimiento. Los análisis estratigráficos realizados en las superficies revelaron que el color original de la madera de las ventanas y contraventanas era un verde claro, muy diferente de los tonos más oscuros o neutros utilizados en renovaciones anteriores. Del mismo modo, el hierro forjado de las barandillas estaba pintado de blanco, y no de negro como se creía.
Estos hallazgos guiaron la elección de los colores y la restauración, lo que llevó a una fiel recoloración y reconstrucción de los detalles arquitectónicos respetando la autenticidad histórica y estilística. "Cuando descubrimos los colores originales, no nos lo podíamos creer. La fachada actual es como el negativo fotográfico de la anterior", afirma Xavier Villanueva, arquitecto responsable de la restauración, describiendo la emoción que supuso recibir los resultados de las primeras pruebas estratigráficas durante la pandemia, que analizaron los colores originales ocultos bajo múltiples capas de pintura en la madera, el hierro forjado y el estuco. "Además de los análisis de laboratorio, se llevó a cabo una amplia investigación documental, fotográfica y arquitectónica, utilizando escaneado 3D, fotogrametría y otras técnicas digitales para garantizar la exactitud del diseño".
"Los descubrimientos que hemos hecho están relacionados con las formas, colores y materiales del resto de la Casa Batlló. Al restaurar, hemos conseguido la esencia de Gaudí y toda la casa ha adquirido armonía", añade Villanueva. Como en restauraciones anteriores, durante el proceso se hicieron otros descubrimientos sorprendentes, como el hallazgo del sistema de bóvedas de arcos que sostiene los balcones, radicalmente innovador para la época: una estructura mixta de ladrillo y hierro en espiral, nunca vista antes.
La recuperación de materiales y técnicas originales
Uno de los aspectos más fascinantes de la restauración fue la recuperación y consolidación de materiales típicos de la arquitectura modernista de Gaudí, como el estuco, el 'trencadís' (la típica técnica de mosaico con fragmentos de cerámica y vidrio), el hierro forjado y la madera.
Las superficies de estuco se limpiaron e integraron cuidadosamente, restaurando las texturas originales. Las decoraciones de 'trencadís' se restauraron con piezas nuevas, hechas a mano siguiendo técnicas tradicionales, para mantener la continuidad estética. Las barandillas de hierro forjado se desmontaron, se limpiaron de óxido y se repintaron con sus colores originales, mientras que las ventanas de madera se trataron para devolverles su brillo original, prestando especial atención a la conservación de las hojas y los marcos.
Durante la restauración, el equipo sacó a la luz una sorprendente característica técnica: los balcones traseros están sostenidos por una estructura modular de hierro, sin soldaduras, una solución innovadora y vanguardista para la época. Esta técnica demuestra no sólo el arte de Gaudí, sino también su capacidad para combinar estética e ingeniería.
También se han reproducido elementos que se han perdido con el paso del tiempo, como las jardineras situadas junto a los patios de ventilación y una pérgola parabólica de cañizo colocada originalmente en el centro del patio. Incluso el pavimento, compuesto por 85.000 mosaicos de Nolla, se ha reproducido fielmente, respetando las técnicas originales.
