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Toscana

Dragones en Toscana: de la mitología a las obras de los grandes maestros

Desde el antiguo drakon griego hasta los dragones medievales alados que escupen fuego, la Toscana alberga obras que relatan la evolución iconográfica de la criatura y su papel simbólico entre el valor, la fe y la virtud. He aquí 20 de ellas escondidas en museos, iglesias y palacios de la región.

By Noemi Capoccia | 12/12/2025 20:48



El dragón, figura mítica que siempre ha poblado el imaginario humano, ha pasado por siglos de transformaciones iconográficas hasta convertirse en el monstruo alado que escupe fuego que conocemos hoy. Su presencia en las artes figurativas relata un particular camino evolutivo: del antiguo drakon griego, parecido a una serpiente y temido por su fuerza, como la Hidra de Lerna derrotada por Hércules, a la criatura medieval dotada de alas de murciélago, cuernos y aliento de fuego, inspirada en parte en las terribles descripciones del Leviatán en el Libro de Job. Los bestiarios medievales codificaron la imagen del dragón como símbolo del mal, proporcionando a los artistas modelos de referencia que influirían en siglos de representaciones. Ejemplos famosos como el dragón del manuscrito MS 3244 de Harley, de mediados del siglo XIII, muestran ya el aspecto que hoy asociamos a las criaturas: cuerpo de cocodrilo, alas de murciélago, cuernos y boca de fuego.

En la Toscana, museos y colecciones conservan obras que ilustran la evolución de la figura. Para Ambrogio Lorenzetti, Carlo Dolci y Piero di Cosimo, el dragón se convirtió en protagonista de narraciones heroicas y mitológicas, a menudo derrotado por santos y héroes. San Jorge, venerado como caballero y mártir, libera a la princesa Elisava de un dragón que amenazaba su ciudad, transformando el terror de la criatura en símbolo de la victoria del bien sobre el mal. Del mismo modo, el arcángel Miguel es representado como un joven guerrero armado, empeñado en derrotar al dragón, encarnación de las fuerzas del mal: sus imágenes celebran el triunfo de la virtud y la fe.

La iconografía se amplió después con Cornelis Cort, Salvator Rosa y Giovanni Battista D'Angolo, que reinterpretaron al monstruo en contextos bíblicos y mitológicos con gran atención al detalle y el dramatismo. Incluso las artes aplicadas celebran a la criatura: el jarrón de jaspe del taller de Saracchi, hoy en el Tesoro de los Grandes Duques del palacio Pitti, transforma al dragón en un ejercicio de virtuosismo técnico, mientras que en el Museo de la Contrada del Drago, en Siena, la fantástica figura se convierte en emblema y símbolo de identidad comunitaria. De la pintura a la escultura, de las miniaturas a los grabados, cada representación muestra cómo el dragón ha sido un medio para encarnar el mal, el miedo y, al mismo tiempo, el valor y la virtud de quienes se enfrentan a él. A través de las obras conservadas en los museos toscanos, emerge un panorama rico y variado, donde mito, religión e ingenio artístico se entrecruzan, confirmando la eterna fascinación de una criatura que sigue capturando la imaginación de quien la contempla. He aquí, pues, dónde se esconden los dragones en la Toscana.

1. Donatello, San Jorge (Florencia, Museo Nacional del Bargello)

El San Jorge de Donatello de 1636, encargado por el Arte dei Corazzai y ahora albergado en el Museo Nacional delBargello de Florencia, fue colocado originalmente en un nicho al aire libre en Orsanmichele y posteriormente sustituido por una copia, mostrando un enfoque innovador de la escultura. El escultor aborda el problema del espacio de forma diferente al pintor o al arquitecto: mientras que el pintor crea una profundidad ilusoria con la perspectiva y el arquitecto define el espacio a través de la geometría del edificio, el escultor trabaja sobre el volumen sólido. Donatello estructura a San Jorge según una lógica triangular: las piernas abiertas forman la base, el escudo ocupa triángulos complementarios, la cabeza ovoide y el cuello columnar se ajustan a esta geometría.

El eje vertical central, desde la punta del escudo hasta la cabeza, da estabilidad moral sin rigidez, gracias al movimiento de las líneas laterales. La estatua expresa la virtud humana: San Jorge es el protagonista de su propia acción, el vencedor por racionalidad y decisión, no por voluntad divina. La perspectiva del relieve a los pies de la estatua, con la representación de San Jorge y el dragón, con líneas de fuga entre la roca y el pórtico, y el uso de la luz sobre el fondo cóncavo, contribuyen a dar profundidad y aislar a los protagonistas, evocando el antiguo principio romano de modelar el espacio con el claroscuro. La obra refleja así un ideal renacentista de equilibrio entre geometría, virtud y experiencia humana.

Donatello, San Jorge (1416; mármol, altura 209 cm; Florencia, Museo Nazionale del Bargello)
Donatello, San Jorge (1416; mármol, altura 209 cm; Florencia, Museo Nazionale del Bargello)

2. Piero di Cosimo, Perseo libera a Andrómeda (Florencia, Galería de los Uffizi)

Perseo libera a Andrómeda de Piero di Cosimo, pintado entre 1510 y 1515, es un temple grassa sobre tabla que se conserva en la Galería de los Uffizi. La obra narra uno de los episodios más conocidos de las Metamorfosis de Ovidio, transformando el mito en una narración continua y articulada. La escena principal muestra a Perseo en el acto de derrotar al monstruo marino encargado de devorar a Andrómeda, princesa etíope destinada al sacrificio para castigar el orgullo de su madre Casiopea, culpable de ofender a Poseidón. El héroe aparece varias veces en el mismo espacio pictórico: primero sobrevuela el paisaje con zapatos alados al divisar a la doncella encadenada, después lucha contra el dragón (tal y como se relata y define en la descripción de la obra) y, por último, celebra su victoria junto a Andrómeda liberada, su futura esposa.

La estructura narrativa está marcada por fuertes contrastes emocionales. A la derecha domina la exultación del rey y de la multitud, mientras que a la izquierda prevalece la angustia de la familia, consciente del inminente sacrificio. Piero di Cosimo favorece una lectura clara de la historia, atenuando la tensión dramática gracias a un paisaje marino luminoso y casi pacificado, dentro del cual el monstruo aparece sorprendentemente inmerso. Probablemente destinado a la decoración de una sala nupcial del palacio Strozzi, tal vez para la boda de Filippo Strozzi el Joven y Clarice de' Medici, el panel llegó más tarde a las colecciones de los Médicis. Está documentado en los Uffizi ya a finales del siglo XVI, expuesto en la Tribuna.

Piero di Cosimo, Perseo libera a Andrómeda (1510-1515; Témpera grassa sobre tabla, 70 x 120 cm; Florencia, Galería de los Uffizi, inv. 1890 n.º 1536) Foto: Uffizi
Piero di Cosimo, Perseo libera a Andrómeda (1510-1515; Témpera grassa sobre tabla, 70 x 120 cm; Florencia, Galerías de los Uffizi, inv. 1890 n° 1536) Foto: Uffizi

3. Cornelis Cort, por Giulio Clovio, San Jorge y el Dragón (Florencia, Uffizi)

Cornelis Cort, célebre grabador holandés del siglo XVI, activo durante mucho tiempo en Italia, realizó en 1577 el grabado a buril San Jorge y el Dragón, basado en una obra perdida de Giulio Clovio, renombrado iluminador de la época. El grabado, conservado en el Gabinetto dei Disegni e delle Stampe de las Galerías Uffizi de Florencia, pertenece a la colección desde la segunda mitad del siglo XVIII y está firmado y fechado por el artista.

La escena reproduce la miniatura mencionada por Giorgio Vasari en su biografía de Clovio, que relata cómo el cardenal Farnesio había donado la obra que representa a San Jorge al emperador Maximiliano II. El grabado de Cort traduce al formato gráfico la delicadeza y la precisión de las miniaturas de Clovio, ofreciendo un precioso testimonio del encuentro entre el arte italiano y la maestría grabadora del norte en el siglo XVI.

Cornelis Cort, de Giulio Clovio, San Jorge y el Dragón (1577; buril; Florencia, Galería de los Uffizi, Gabinete de Dibujos y Estampas)
Cornelis Cort, de Julio Clovio, San Jorge y el dragón (1577; buril; Florencia, Galería de los Uffizi, Gabinete de Estampas y Dibujos)

4. 4. Salvator Rosa, Jasón duerme con el dragón (Florencia, Uffizi).

El aguafuerte y la punta seca deSalvator Rosa, Jasón duerme con el dragón, una obra de 1663-1664 conservada en las Galerías Uffizi, Gabinetto dei Disegni e delle Stampe, Florencia, muestra al héroe durante su tercera aventura para conquistar el Vellocino de Oro. Jasón, en el centro de la composición, vierte la poción mágica sobre el dragón que protege el precioso manto de carnero, mientras la criatura sucumbe lentamente al sueño.

La artista aborda el tema varias veces, explorándolo a través de estudios preparatorios, dibujos y pinturas, destacando el contraste entre la tensión heroica y el dramatismo de la escena. La obra representa la capacidad de Rosa para fundir mito y teatralidad en una narración intensa, donde cada gesto y cada detalle contribuyen a dar vida a la leyenda clásica.

Salvator Rosa, Jasón duerme al dragón (1663-1664; aguafuerte y punta seca; Florencia, Galerías Uffizi, Gabinete de grabados y dibujos)
Salvator Rosa, Jasón duerme al dragón (1663-1664; aguafuerte y punta seca; Florencia, Galerías Uffizi, Gabinete de grabados y dibujos)

5. Giovanni Battista D'Agnolo, Paisaje con San Teodoro y el dragón (Florencia, Uffizi)

Giovanni Battista D'Agnolo, conocido como del Moro, realizó entre 1560 y 1570 el aguafuerte Paisaje con San Teodoro y el dragón, hoy conservado en el Gabinete de Estampas y Dibujos de la Galería de los Uffizi de Florencia. El aguafuerte reproduce un dibujo original a pluma y tinta de Tiziano Vecellio, conservado en la Morgan Library and Museum de Nueva York. La obra muestra a un soldado con armadura que atraviesa a un dragón: se trata de San Teodoro y no de San Jorge, como se creyó durante mucho tiempo.

Protector de Venecia ante San Marcos, Teodoro se distingue por haber vencido a la criatura con un solo golpe de su lanza, símbolo de valor y fe. El aguafuerte pone de relieve la habilidad de D'Agnolo para trasladar al metal la energía y la composición del maestro veneciano, con un paisaje que amplía el espacio escénico e intensifica la tensión de la escena mítica.

Giovanni Battista D'Agnolo conocido como del Moro, de Tiziano, Paisaje con San Teodoro y el dragón (1560-1570; aguafuerte; Florencia, Galería de los Uffizi, Gabinete de Dibujos y Estampas)
Giovanni Battista D'Agnolo conocido como del Moro, de Tiziano, Paisaje con San Teodoro y el dragón (1560-1570; aguafuerte; Florencia, Galerías Uffizi, Gabinete de grabados y dibujos)

6. Carlo Dolci, San Juan Evangelista en Patmos (Florencia, Palacio Pitti)

El San Juan Evangelista en Patmos de Carlo Dolci, fechado en 1656, pertenece a las colecciones del Palacio Pitti de Florencia y se conserva en la Galería Palatina, Sala de Ulises. Ejecutado en óleo sobre cobre, un formato diminuto pero de gran refinamiento, el cuadro procede de las colecciones del Gran Príncipe Ferdinando de' Medici y ya está documentado en el inventario de 1695 del Poggio Imperiale entre las posesiones de Vittoria della Rovere. La presencia del soporte metálico, fijado a un delgado bastidor de madera, determinó su descripción inicial como panel.

La obra precede a dos versiones en lienzo de mayor tamaño, hoy perdidas, realizadas para Pier Francesco Rinuccini y el cardenal Giovan Carlo entre 1657 y 1659. La inscripción del marco, con la fecha y la hora del comienzo de la obra, el Jueves Santo, revela el método riguroso del artista y el valor devocional atribuido al acto de pintar. El tema procede del Apocalipsis: Juan, confinado en Patmos, asiste a la visión de la mujer vestida de sol, amenazada por el dragón de siete cabezas. La composición se organiza en un espacio suspendido entre el cielo y el mar, en el que la figura del santo emerge en primer plano, apoyada con incertidumbre sobre el libro. El gesto de la mano, deliberadamente acentuado, se convierte en el centro visual y guía la mirada hacia la luminosa aparición, inspirada en el famoso grabado de Durero de 1498. Dolci demuestra una pericia absoluta en la representación de los detalles, desde la textura del manto a la definición de los cabellos, pasando por el dragón y el águila tratados en monocromo. El cobre dialoga con un marco de madera tallada y dorada de notable virtuosismo, decorado con cabezas de dragón acordes con el tema iconográfico. La atribución a Cosimo Fanciullacci sigue siendo plausible, a la luz de las afinidades con modelos muy difundidos en la escultura florentina en bronce de finales del siglo XVI, vinculada al círculo de Pietro Tacca.

Carlo Dolci San Juan Evangelista en Patmos (1656; Óleo sobre cobre, 38 x 49 cm; Florencia, Palacio Pitti - Galería Palatina) Foto: Uffizi
Carlo Dolci, San Juan Evangelista en Patmos (1656; Óleo sobre cobre, 38 x 49 cm; Florencia, Palazzo Pitti - Galería Palatina) Foto: Uffizi

7. Bottega dei Saracchi, Jarrón con tapa en forma de dragón (Florencia, Palacio Pitti)

Realizado en el último cuarto del siglo XVI, antes de 1589, este jarrón en jaspe de los Grisones con aplicaciones en oro, esmaltes, perlas y rubíes es un precioso ejemplo de la producción de objetos de colección destinados a las grandes cortes italianas. La obra, conservada actualmente en el Tesoro de los Grandes Duques del Palacio Pitti de Florencia, presenta una estructura compleja, concebida como un verdadero ejercicio de virtuosismo técnico y formal. Un pie circular, enriquecido por una banda de oro esmaltada con motivos vegetales y gemas engastadas, sostiene un astil articulado por nudos dorados decorados con esmalte. La copa, trabajada en forma de concha, sostiene una tapa enteramente modelada como un dragón: cabeza, alas y cola están esculpidas en redondo y sujetas por finas ligaduras de oro. En el reverso aparece una pequeña criatura fantástica parecida a un delfín, concebida como asa funcional y al mismo tiempo como elemento simbólico.

La primera prueba documental del jarrón aparece en el inventario de 1589 de la Tribuna de los Uffizi, donde el objeto se describe detalladamente en cuanto a materiales y gemas. Colocado originalmente en los armarios secretos de la Tribuna, permaneció en ese cofre de los Médicis hasta finales del siglo XVIII, cuando fue trasladado al Gabinete de las Gemas. La atribución se remonta al taller milanés de los hermanos Saracchi, conocidos tallistas y orfebres, famosos por sus jarrones y esculturas en piedras semipreciosas con formas de animales reales e imaginarios. Obras similares, también en el Tesoro dei Granduchi, sugieren una producción vinculada a las celebraciones nupciales de Ferdinando I de' Medici con Cristina de Lorena.

Bottega dei Saracchi, Jarrón con tapa en forma de dragón (Último cuarto del siglo XVI; jaspe de los Grisones, oro fundido, grabado y esmaltado, perlas y rubíes; 21 x 14, 5 cm; Florencia, Palacio Pitti, inv. Gemme 1921, n.º 493) Foto: Uffizi
Bottega dei Saracchi, Jarrón con tapa en forma de dragón (Último cuarto del siglo XVI; jaspe de los Grisones, oro fundido, grabado y esmaltado, perlas y rubíes; 21 x 14, 5 cm; Florencia, Palacio Pitti, inv. Gemme 1921, n.º 493) Foto: Uffizi

8. Arte ruso, San Jorge atraviesa al dragón (Florencia, Palazzo Pitti, Museo de Iconos Rusos)

Este icono ruso rinde homenaje a San Jorge, uno de los santos más venerados de la antigua Rus'. Mártir del siglo IV, oficial del ejército romano y cristiano, sufrió la decapitación por orden de Diocleciano. La representación lo presenta como un caballero armado, símbolo de la victoria del bien sobre el mal, mientras atraviesa al dragón. El tema procede de relatos hagiográficos de origen apócrifo. En una ciudad de Asia Menor, un monstruo exigía el sacrificio diario de jóvenes víctimas. Cuando a Elisava, la hija del soberano, le ocurrió lo mismo, Jorge intervino de repente, derribó a la criatura y la hizo entrar en la ciudad, domada con un cinturón. La escena incluye a la princesa junto a la puerta de la ciudad y, sobre ella, a los padres reinantes. Un ángel corona a la santa, en alusión a la gloria del martirio.

Estilísticamente, la obra revela fuertes aperturas a la pintura de los siglos XVII-XVIII: modelado volumétrico de estilo naturalista, arquitectura de estilo barroco, tensión dinámica en la figura de Jorge, la cabeza del caballo colocada en escorzo y el dragón representado con fuertes extremidades en lugar de una forma serpentiforme alada. El icono, fechable entre la tercera y la cuarta década del siglo XVIII, pertenece a las colecciones de las Galerías Uffizi y anticipa un modelo que también se encuentra en Kostroma y ÄŒerepovec. Único, y limitado al ejemplo florentino, es la inclusión de los restos de las víctimas del dragón, un detalle quizá sugerido por el contacto con la cultura figurativa occidental. La ejecución se remonta al mismo taller que realizó otros iconos conservados en los Uffizi.

Arte ruso, San Jorge atraviesa al dragón (c. 1725-1750; temple sobre tabla, 70 x 120 cm; Florencia, Palazzo Pitti - Museo de Iconos Rusos, inv. 1890 nº 6175) Foto: Uffizi
Arte ruso, San Jorge atraviesa al dragón (c. 1725-1750; temple sobre tabla, 70 x 120 cm; Florencia, Palazzo Pitti - Museo de Iconos Rusos, inv. 1890 n.º 6175) Foto: Uffizi

9. Piero del Pollaiolo, San Miguel Arcángel mata al dragón (Florencia, Museo Bardini)

El Museo Stefano Bardini de Florencia alberga San Miguel Arcángel mata al dragón, una obra maestra de Piero del Pol laiolo realizada entre 1460 y 1465. Originalmente formaba parte de un estandarte procesional de la Compagnia di San Michele Arcangelo de Arezzo, pero el cuadro fue posteriormente recortado y transformado en una obra de caballete.

Tras un periodo en la colección Campana y una venta en subasta póstuma en la colección Demidov de Londres, entró en la colección de Stefano Bardini, convirtiéndose en una de las piezas más importantes del museo. La obra, realizada en temple sobre lienzo, muestra al arcángel Miguel en el acto de vencer al dragón, combinando la precisión de los detalles anatómicos con un intenso sentido dramático típico de la pintura florentina del siglo XV.

Piero del Pollaiolo (Piero Benci, conocido como del Pollaiolo), San Miguel Arcángel abatiendo al dragón (1460-1465; temple sobre lienzo, 175x116 cm (sin enmarcar); Florencia, Museo Stefano Bardini)
Piero del Pollaiolo (Piero Benci, conocido como Piero del Pollaiolo), San Miguel Arcángel derrotando al dragón (1460-1465; temple sobre lienzo, 175x116 cm (sin enmarcar); Florencia, Museo Stefano Bardini)

10. Sano di Pietro, Lucha entre San Jorge y el Dragón (Siena, Museo Diocesano)

La tabla al temple de Sano di Pietro (1406-1481) representa la Lucha entre San Jorge y el Dragón y procede de la iglesia sienesa de San Cristoforo, donde ocupaba el centro de un retablo encargado como legado testamentario el 11 de agosto de 1440 por Giorgio Tolomei; el albacea testamentario fue su sobrino Francesco di Jacopo Tolomei, que tomó posesión el 24 de agosto del mismo año. Sano di Pietro, activo al menos desde 1428, probablemente se formó con Sassetta, aunque sin alcanzar sus mayores logros, y recibió la influencia de su contemporáneo Giovanni di Paolo, que también trabajó en Siena. La obra se conserva y puede verse hoy en el Museo Diocesano de Siena.

Sano di Pietro, La lucha entre San Jorge y el Dragón (c. 1440 - 1450; temple sobre tabla; 140 x 122,5 cm; Siena, Museo Diocesano) Foto: Francesco Bini
Sano di Pietro, La lucha entre San Jorge y el Dragón (c. 1440 - 1450; temple sobre tabla; 140 x 122,5 cm; Siena, Museo Diocesano) Foto: Francesco Bini

11. Medallón con dragón (Siena, Museo de la Contrada del Drago)

El símbolo de la Contrada del Drago de Siena es, por supuesto, el dragón, presente en todos los elementos de la contrada. Por ello, la visita al Museo de la Contrada del Drago, , recorre varios edificios situados a poca distancia unos de otros. La visita comienza en el Oratorio, la iglesia de la contrada, y continúa en la Sala de las Victorias, donde se conservan los Drappelloni conquistados a lo largo de los siglos. A continuación, se pasa a la Fontanina del Drago( Fuente del Dragón), cuyas aguas se utilizan cada año, durante la Festa Titolare, para bautizar a los nuevos Dragaioli. La Galería del Traje alberga trajes históricos y contemporáneos, banderas antiguas, masgalani y los palii ganados por la contrada.

La figura del dragón, guía y emblema de la contrada, también está representada en un medallón situado en la entrada de la iglesia de Santa Caterina del Paradiso, en la esquina de la plaza Matteotti con la calle del Paradiso.

Museo Contrada del Drago Siena - Medallón con un dragón a la entrada de la Iglesia de Santa Caterina en Piazza Matteotti, esquina con Via del Paradiso, Siena. Foto: Wikimedia Commons - LigaDue
Museo Contrada del Drago Siena - Medallón con un dragón a la entrada de la iglesia de Santa Caterina en Piazza Matteotti esquina con Via del Paradiso, Siena. Foto: Wikimedia Commons - LigaDue

12. Ambrogio Lorenzetti, Tríptico de Badia a Rofeno (Asciano, Museo Civico di Palazzo Corboli)

El Tríptico Badia a Rofeno de Ambrogio Lorenzetti es un conjunto de dos registros formado por seis paneles dorados y pintados atribuidos al artista, encerrados en un marco de madera tallada y policromada que data de las primeras décadas del siglo XVI. El registro inferior está dominado por la figura de San Miguel Arcángel, representado como un joven guerrero en el acto de enfrentarse a un dragón de siete cabezas; a los lados aparecen San Bartolomé y San Benito, en paneles verticales. En el nivel superior, dentro de un panel triangular más grande, se encuentra la Virgen con el Niño, situada en un arco trilobulado dorado, ahora parcialmente velado por un fondo verde; dos pequeños triángulos laterales albergan a San Juan Evangelista y San Luis de Tolosa.

La particular forma del conjunto y las transformaciones que sufrió en el siglo XVI alimentaron un largo debate sobre el aspecto original del políptico. Inicialmente atribuido a maestros sieneses desconocidos, fue De Nicola quien lo remontó a Ambrogio Lorenzetti, planteando la hipótesis de intervenciones posteriores que habrían alterado la forma y las proporciones de los paneles. Otras lecturas, incluida la de Carli, sugieren una procedencia diferente de la Badia di Rofeno y explican las alteraciones iconográficas en relación con los títulos del complejo monástico. Las investigaciones realizadas durante la restauración excluyeron algunas reconstrucciones anteriores, confirmando la unidad estructural de los paneles superiores. La obra se conserva actualmente en el Museo Cívico de Palazzo Corboli, en Asciano (Siena), y se atribuye casi unánimemente a Ambrogio Lorenzetti y su taller, a pesar de algunas propuestas alternativas. El monumental marco, probablemente obra de Fra Raffaello da Brescia, integra motivos grotescos, pináculos dorados y una predela decorada, creando un refinado vínculo entre la pintura del siglo XIV y la talla renacentista.

Ambrogio Lorenzetti, Tríptico Badia a Rofeno (c. 1332-1337; temple y oro sobre tabla, 258 x 230 cm; Asciano, Museo Civico di Palazzo Corboli)
Ambrogio Lorenzetti, Tríptico Badia a Rofeno (c. 1332-1337; temple y oro sobre tabla, 258 x 230 cm; Asciano, Museo Civico di Palazzo Corboli)

13. Buonamico Buffalmacco, San Miguel Arcángel (Arezzo, Museo nazionale d'arte Medievale e Moderna)

Durante mucho tiempo atribuido a Giovanni d'Agnolo di Balduccio o Parri di Spinello da Del Vita, y más tarde a una escuela florentina del segundo cuarto del siglo XIV con referencias a Bernardo Daddi y a un pintor sienés desconocido, hoy la tabla San Michele Arcangelo es reconocida por Miklòs Boskovits como obra de Buonamico di Martino, conocido como Buffalmacco. Probablemente encargado para la destruida iglesia de Sant'Angelo in Archaltis, donde la Fraternita dei Laici tenía una capilla, fue trasladado a la sede de la institución, cerca de la puerta del mismo nombre, en la zona que hoy ocupa la fortaleza. La restauración de 1918, dirigida por Domenico Fiscali para reparar los daños causados por un incendio (posiblemente el de la biblioteca de la Fraternita en 1759), incluyó el traslado a un nuevo soporte; las pinturas que lo cubrían fueron retiradas por Carlo Guido en la década de 1980.

La obra puede fecharse en los años 1320-25, periodo en el que Buffalmacco trabajaba en Arezzo para la catedral, invitado por el obispo Tarlati, y probablemente conoció a Andrea di Nerio. La influencia de la obra se aprecia en la escultura del arcángel para la puerta de Sant'Angelo in Archaltis, ejecutada por el llamado Maestro de San Miguel, claramente derivada del modelo pictórico, aunque con proporciones diferentes.

Buffalmacco, San Miguel Arcángel (1320-1330; temple sobre tabla, 203 x 75 cm; Arezzo, Museo Nacional de Arte Medieval y Moderno) Foto: Francesco Bini
Buffalmacco, San Miguel Arcángel (1320-1330; temple sobre tabla, 203 x 75 cm; Arezzo, Museo Nacional de Arte Medieval y Moderno) Foto: Francesco Bini

14. Sassetta, Virgen con el Niño y dos ángeles y santos (Cortona, Museo Diocesano)

El políptico de Stefano di Giovanni di Consolo da Cortona, conocido como Sassetta, data del segundo cuarto del siglo XV, entre 1434 y 1435. La obra, ejecutada sobre tabla de madera y de 134 × 244 cm, reúne varias escenas sacras, entre ellas la Virgen con el Niño y dos ángeles músicos, San Nicolás de Bari y el arcángel Miguel matando al dragón a sus pies, San Juan Bautista y Santa Margarita de Antioquía, Ángel anunciador, Agnus Dei y Virgen María anunciada.

La calidad estilística y las fuentes bibliográficas confirman su atribución a Sassetta, artista destacado de la pintura sienesa del siglo XV. Ubicado originalmente en la iglesia de San Domenico de Cortona, el políptico se conserva actualmente en el Museo Diocesano de la misma ciudad, donde sigue dando testimonio de la refinada fusión de espiritualidad y poética visual típica del maestro.

Stefano di Giovanni conocido como Sassetta, Virgen con el Niño y dos ángeles; San Nicolás de Bari y San Miguel Arcángel; San Juan Bautista y Santa Margarita (c. 1435; temple y oro sobre tabla, 134 × 244 cm; Cortona, Museo Diocesano)
Stefano di Giovanni conocido como Sassetta, Virgen con el Niño y dos ángeles; San Nicolás de Bari y San Miguel Arcángel; San Juan Bautista y Santa Margarita (c. 1435; temple y oro sobre tabla, 134 × 244 cm; Cortona, Museo Diocesano)

15. Bartolomeo della Gatta, San Miguel Arcángel (Castiglion Fiorentino, Pinacoteca Comunale)

Bartolomeodella Gatta, nacido como Pietro di Antonio Dei (Florencia, 1448 - Arezzo, 1502), fue pintor, miniaturista, clérigo y arquitecto. Trabajó principalmente en la Toscana oriental, con una intensa actividad en Arezzo y varias ciudades de la zona de Arezzo, como Sansepolcro, Cortona, Castiglion Fiorentino y Marciano della Chiana. Sus obras se encuentran también en Roma, donde colaboró en la decoración de la Capilla Sixtina, y en Urbino.

La tabla al temple y óleo San Miguel Arcángel, actualmente en la Pinacoteca Comunale de Castiglion Fiorentino(Arezzo), procede de la antigua Pieve di San Giuliano y está fechada en 1480. La imagen muestra al Arcángel Miguel, patrón de Castiglion Fiorentino, en el acto de triunfar sobre el dragón que encarna el Mal. Junto a la figura celestial hay una joven madre con un niño recién nacido: se trata de Teodora, hija de Lorenza Guiducci, que encargó la obra, y de Paolino Visconti, miembro de las tropas milanesas presentes en Castiglion Fiorentino durante el conflicto con Florencia. El panel revela la habilidad gráfica y la vivacidad cromática que distinguen la obra de Bartolomeo della Gatta.

Artolomeo della Gatta, Arcángel Miguel (c. 1480; temple y óleo sobre tabla, Castiglion Fiorentino (Arezzo), Pinacoteca Comunale) Foto: Wikimedia Commons
Artolomeo della Gatta, Arcángel Miguel (c. 1480; temple y óleo sobre tabla, Castiglion Fiorentino (Arezzo), Pinacoteca Comunale) Foto: Wikimedia Commons

16. Andrea di Giusto, Virgen con el Niño y santos (Prato, Museo di Palazzo Pretorio)

Alumno de Bicci di Lorenzo y colaborador de Masaccio en Pisa, Andrea di Giusto, conocido como Andrea da Firenze, fue un pintor a caballo entre la tradición gótica y las influencias renacentistas, conocido también como un hábil copista. Por este motivo, los monjes olivetanos del monasterio de Sacca, cerca de Prato, le confiaron la réplica del famoso políptico de Lorenzo Monaco realizado en 1411 para Monteoliveto (hoy en la Galleria dell'Accademia de Florencia). Andrea reprodujo fielmente las figuras principales con vivos colores y meticulosidad, modificando algunos rostros, como la sustitución de San Tadeo por Santa Margarita. La Natividad de la predela recuerda los decorados nocturnos de Lorenzo Monaco, mientras que otros episodios muestran la influencia de Fra Angelico, como laImposición del Nombre a San Juan Bautista, calcada de un compartimento de San Marcos.

Siguen la Natividad, los santos Plácido y Mauro, la muerte de san Benito y la vida de santa Margarita, que rechazó el amor del prefecto Olibrio y sufrió prisión y decapitación. En las tres cúspides centrales, Dios Padre bendiciendo está flanqueado por el ángel anunciador y la Virgen. Terminado en 1435, el políptico abrió otro prestigioso encargo para Andrea, la finalización de los frescos de la capilla de la Asunción, interrumpida por Paolo Uccello. El Ayuntamiento de Prato adquirió el tríptico en 1870 al Colegio Cicognini, adonde había llegado en 1775 procedente del antiguo monasterio olivetano de San Bartolomeo delle Sacca. Actualmente se conserva en el Museo di Palazzo Pretorio.

Andrea di Giusto, Virgen con el Niño entre los santos Bartolomé, Juan Bautista, Benito y Margarita; Anunciación; predela con Historias de los santos; Natividad (1435, temple sobre tabla, 230 x 245 cm; Prato, Museo di Palazzo Pretorio). Foto: Museo di Palazzo Pretorio
Andrea di Giusto, Virgen con el Niño entre los santos Bartolomé, Juan Bautista, Benito y Margarita; Anunciación; predela con Historias de los Santos; Natividad (1435, temple sobre tabla, 230 x 245 cm; Prato, Museo di Palazzo Pretorio). Foto: Museo di Palazzo Pretorio

17. Guido da Como (manera), San Miguel Arcángel (Pistoia, San Michele in Cioncio)

La escultura, fechable hacia 1250 y colocada sobre la única puerta de la fachada de la antigua iglesia de San Michele in Cioncio de Pistoia, hoy dedicada a San José, está documentada fotográficamente en su emplazamiento original por el historiador del arte Adolfo Venturi. Se ha atribuido a un scarpellino desconocido, mientras que otros destacan su calidad, hablando de una buena escuela pisana. Venturi en cambio la vincula, junto con las esculturas de la puerta de San Pietro Maggiore, a un artista cercano a Guido da Como, autor hacia 1250 del púlpito de San Bartolomeo in Pantano.

La mayoría de los críticos posteriores se refieren en cambio a Guido da Siena. La representación de San Miguel matando al Dragón, realizada en mármol y madera con talla, pintura y dorado, atestigua la difusión del culto al Arcángel en la ciudad.

Guido da Como (manera), San Miguel Arcángel (c. 1250; mármol y madera tallada, decorado con pintura y dorado; Pistoia, Iglesia de San Michele in Cioncio) Foto: Francesco Bini
Guido da Como (manera), San Miguel Arcángel (c. 1250; mármol y madera tallada, decorada con pintura y dorado; Pistoia, Iglesia de San Michele in Cioncio) Foto: Francesco Bini

18. Buonamico Buffalmacco, Juicio Final (Pisa, Camposanto Monumentale)

El JuicioFinal del Camposanto Monumental de Pisa es la pieza más famosa del ciclo conocido como el Triunfo de la Muerte, atribuido a Buonamico Buffalmacco. En el conjunto, ya parcialmente reconstruido con las escenas de las Historias de los Santos Padres y delInfierno, emerge una escenografía teatral: a la derecha los condenados, a la izquierda los bienaventurados, divididos por el Arcángel Miguel. En la parte superior, la Virgen y Cristo Juez dominan toda la composición, flanqueados por los apóstoles y una hueste de ángeles que elevan los instrumentos de la Pasión y recuerdan el sentido último de la Redención.

En el centro de los condenados aparece un Lucifer monumental, dos veces más alto que la figura de Cristo. Encarna el orgullo, raíz de todos los vicios, y aparece como un dragón verde, con cuernos y escamas de serpiente, en el acto de devorar a uno de los condenados. La imagen, una vez acompañada de inscripciones explicativas, implicaba al espectador, invitándole a comparar su propia vida con lo representado, en un viaje moral similar al que hizo famoso la Divina Comedia.

En el siglo XIV, los muros del Camposanto se enriquecieron con frescos dedicados a la relación entre la Vida y la Muerte, pintados por Francesco Traini y el propio Buffalmacco. Sus obras tradujeron en imágenes la predicación del dominico Cavalca y las visiones de Dante, especialmente reconocibles en elTriunfo de la Muerte y el Juicio Final.

Buonamico Buffalmacco, Juicio Final (1336-1341; fresco, 600 × 1560 cm; Pisa, Camposanto Monumentale) Foto: Francesco Bini
Buonamico Buffalmacco, Juicio Final (1336-1341; fresco, 600 × 1560 cm; Pisa, Camposanto Monumentale) Foto: Francesco Bini

19. Francesco Traini, San Miguel Arcángel (Lucca, Museo Nacional de Villa Guinigi)

La tabla al temple del Museo Nazionale di Villa Guinigi de Lucca muestra a San Miguel en el acto de clavar su lanza en el dragón que tiene a sus pies. La criatura tiene el cuerpo verde agua y las alas con cartílagos resaltados con plomo blanco. El arcángel lleva una túnica azul con pliegues realizados con la misma técnica; las alas exteriores retoman el tono de la túnica, mientras que las interiores se difuminan desde un color casi blanco por encima hasta un marrón oscuro por debajo, con las plumas acentuadas por toques más oscuros. Dos bandas decorativas, horizontal y vertical, aparecen en marrón oscuro, color que retorna en la fíbula que cierra el manto rosado.

La obra, de refinada ejecución, fue atribuida por Mario Bucci a Francesceso Traini por recomendación de Roberto Longhi. La datación más convincente la sitúa hacia mediados de la quinta década, en relación con el políptico de Pisa con la Gloria de Santo Domingo. La tabla sigue reflejando la influencia de Simone Martini, sobre todo en las analogías con la producción aviñonesa del maestro y de Giovannetti. Angelo Tartuferi propone una aproximación cronológica al Santo Obispo ya en Santa Felicita. Probablemente presente en la zona de Lucca desde una fecha temprana, la pintura debió influir en pintores activos en la zona como Angelo Puccinelli (De Marchi 1998) y figuras cercanas al llamado Maestro de San Frediano. Procedente del Convento dell'Angelo, en las montañas de Brancoli, pasó temporalmente al Museo di San Matteo antes de llegar a Villa Guinigi, ubicación más coherente con su origen. El panel del altar de Priamo della Quercia y los paneles laterales de Gherardo Starnina también proceden de la iglesia de Tramonte.

Francesco Traini, San Miguel Arcángel (1350; temple sobre tabla; Lucca, Museo Nacional de Villa Guinigi, inv. 657) Foto: Francesco Bini
Francesco Traini, San Miguel Arcángel (1350; temple sobre tabla; Lucca, Museo Nacional de Villa Guinigi, inv. 657) Foto: Francesco Bini

20. Bottega di Guidetto, León estilóforo luchando contra un dragón bicéfalo (Borgo a Mozzano, Pieve di Santa Maria Assunta)

El león estilóforo luchando contra un dragón bicéfalo está tallado en piedra caliza por Guidetto y su taller entre finales del siglo XII y principios del XIII. Perteneciente a la escuela italiana con influencias lombardas, la obra se encuentra en la nave, al borde del presbiterio, de la Pieve diSanta Maria Assunta de Diecimo, en el territorio de Borgo a Mozzano (Lucca). La producción de Guidetto, entre las más altas expresiones de la escultura toscana de principios del siglo XIII, se distingue por la renovación de los púlpitos, que reelaboran modelos anteriores como los grandiosos de Guglielmo para Pisa, adaptándolos a ideologías y lenguajes plásticos lombardos.

Las ferias dinámicas y vivas de Guglielmo dan paso aquí a una monumentalidad más estática, con un intenso uso del cincel. El león, con su melena pulcramente rizada, aparece musculoso y firme sobre su base, mientras que el dragón bicéfalo reacciona mordiéndose el labio inferior y picándose el muslo. Ambos leones, junto con la figura que sostiene a Isaías, proceden del púlpito original desmembrado en 1675, cuya existencia está documentada en el testamento de 1348 de Bartolomeo Proficati de Lucca.

Bottega di Guidetto, León estilóforo luchando contra un dragón bicéfalo (finales del siglo XII - principios del XIII; piedra caliza; Borgo a Mozzano, Santa Maria Assunta). Foto: Fototeca de la Fundación Ragghianti
Bottega di Guidetto, Leone stiloforo lotta contro un drago bicefalo (finales del siglo XII - principios del XIII; piedra caliza; Borgo a Mozzano, Santa Maria Assunta). Foto: Fototeca de la Fundación Ragghianti

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