Un viaje a través de los colores, las emociones y las obras maestras del arte, pero también una reflexión sobre la relación entre el hombre y la tecnología. Este es el argumento del sexto álbum de la colección Artonauti, el proyecto editorial que ha sabido combinar la fascinación intemporal de las figuritas con el aprendizaje artístico. En un momento en el que la inteligencia artificial está redefiniendo roles, habilidades y percepciones, Artonauti propone una experiencia que invita a frenar, observar y sentir, lejos de la pantalla del smartphone. El nuevo álbum gira en torno a una confrontación central y actual: la oposición entre la capacidad humana de sentir emociones y la frialdad operativa de las inteligencias artificiales. En el centro de la narración se encuentran de nuevo dos jóvenes protagonistas y su perro, figuras ya familiares para los lectores de ediciones anteriores. Esta vez, su guía es una inteligencia artificial llamada Eureka, capaz de realizar tareas complejas, escribir textos y traducir idiomas. Sin embargo, Eureka pronto revela una limitación insalvable: aunque conoce la definición de conceptos como felicidad, ira y nostalgia, es incapaz de experimentarlos.
La narración se desarrolla como un viaje a través del tiempo y de la historia del arte. Los personajes se encuentran con algunos de los artistas más famosos de cada época, cada uno portador de una sensibilidad diferente y una forma peculiar de interpretar el mundo emocional. De Paul Klee a Vincent van Gogh, de Edvard Munch a Caravaggio, hasta Kandinsky, los niños son acompañados a descubrir las obras y las vidas de los artistas, investigando cómo cada uno representaba pasiones, estados de ánimo y tensiones interiores. De este modo, el arte se convierte en una lupa para las emociones, pero también en una clave para comprender el pensamiento humano. El proyecto mantiene el enfoque lúdico-didáctico que lo ha convertido en un éxito entre las familias y en las escuelas. Las figuritas no se limitan a representar obras famosas: se convierten en piezas de un puzzle mayor, completando frescos, revelando detalles, estimulando el reconocimiento visual y la memorización activa. La clásica frase “lo tengo, me lo pierdo” adquiere nuevos significados cuando se trata de Caravaggio, Renoir, Van Gogh o Keith Haring. El coleccionismo se transforma así en un ejercicio compartido de diálogo intergeneracional: padres e hijos, profesores y alumnos, abuelos y nietos discuten sobre el valor del arte, aprenden juntos, redescubren el placer de la conversación.
Al final del viaje, el propio álbum adquiere el valor de un objeto que hay que conservar: una especie de libro de arte en miniatura que se hojea con el paso del tiempo. Las TwinCards, incluidas en los paquetes, permiten ampliar aún más la experiencia, construir una galería de arte personal y enriquecer el juego con elementos coleccionables que estimulan la creatividad y la curiosidad.
El formato sigue siendo asequible: la versión básica del álbum se distribuye en los quioscos por 1,50 EUR. Cada paquete de cromos, que contiene cinco fotos y una TwinCard, tiene un precio de 0,80 EUR. Para quienes deseen una versión más sólida y duradera, existe también el álbum premium con tapa dura, que puede adquirirse en línea en la web oficial de Artonauti, en librerías o por encargo en quioscos por 9,90 euros. La distribución también sigue una lógica inclusiva: además de en los quioscos tradicionales, las tarjetas están disponibles en Amazon y en el sitio web oficial, ampliando así el público de usuarios potenciales.
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| El nuevo álbum de Artonauti explora las emociones y el arte en la era de la inteligencia artificial |
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