En las colinas que rodean Lucca, se pone a la venta una villa del siglo XVIII de gran valor histórico y arquitectónico que perteneció a Carolina Bonaparte (Ajaccio, 1782 - Florencia, 1839), hermana de Napoleón y reina de Nápoles. La residencia, gestionada por Lionard Luxury Real Estate, destaca como ejemplo del patrimonio inmobiliario de Lucca, extendiéndose sobre una superficie principal de aproximadamente 2.500 metros cuadrados y acompañada de un parque de tres hectáreas, olivares, césped y otras estructuras auxiliares. La villa representa un testimonio histórico de relevancia nacional e internacional, fruto de siglos de evolución arquitectónica y artística.
Los orígenes de la villa se remontan al siglo XVI, pero su transformación en residencia noble tuvo lugar a principios del siglo XVIII, a instancias de Coriolano Orsucci, un comerciante de seda perteneciente a una de las familias nobles de Lucca. Durante un viaje de negocios, Orsucci entró en contacto con el arquitecto Filippo Juvarra, uno de los máximos exponentes del barroco italiano, invitándole a Lucca en 1706 para realizar obras de renovación y ampliación de la propiedad. De los planos de Juvarra se conservan hoy un portal y los dibujos de un jardín, que nunca llegaron a realizarse debido a la prematura muerte de Orsucci. De principios del siglo XVIII se conservan importantes estucos y dos grandes lienzos de cuatro por ocho metros, atribuidos a Pier Dandini, que decoran el salón central de la villa.
“Las villas históricas de Lucca representan un patrimonio único en el mundo”, afirma Dimitri Corti, fundador y consejero delegado de Lionard. “Estamos especialmente orgullosos de dar visibilidad a este extraordinario territorio. Cada vez que presentamos estas residencias en los mercados internacionales damos a conocer al mundo la belleza y la riqueza cultural de nuestra Italia.”
En 1836, la villa pasó a ser propiedad de Carolina Bonaparte, una de las hermanas de Napoleón. Carolina se casó con el general Joachim Murat en 1800, compartiendo su carrera política y militar, primero en el Ducado de Berg y Clèves y más tarde en Italia, en el Reino de Nápoles de 1808 a 1815. Conocida por su inteligencia y ambición, Carolina influyó en la política de la época y compró en 1805 el Palacio del Elíseo, hoy residencia de los Presidentes de la República Francesa.
La propiedad comprende la villa principal, construida en tres plantas, y un refinado anexo de aproximadamente 300 metros cuadrados, así como una casa limonera del siglo XVIII de más de 200 metros cuadrados, que actualmente sirve a más de cien limoneros. La finca también incluye una iglesia del siglo XVIII perfectamente conservada. Las fachadas de la villa están decoradas con pilastras rústicas y frisos de mármol, mientras que una pintoresca escalera exterior conduce a la planta principal, donde hay salas de recepción con mobiliario original del siglo XVIII. El salón central, de 125 metros cuadrados y ocho metros de altura, es el más grande de las villas lucchesas, flanqueado por una sala de juegos, el comedor y el llamado salón rojo, con paredes de seda.
Dos tramos de escaleras interiores comunican las distintas plantas de la villa. En la segunda planta, por completar, hay habitaciones adicionales con vistas a los jardines y a la campiña circundante. La planta baja alberga las antiguas cocinas con bodega debajo, integradas con comodidades modernas sin alterar la estructura original. La villa también dispone de amplias buhardillas. El anexo dispone de cinco dormitorios dobles, cada uno con baño privado, por lo que resulta idóneo como alojamiento de hospitalidad o con encanto. La propiedad también incluye un amplio garaje para los vehículos de los propietarios y los invitados.
El parque es un notable ejemplo de jardín histórico, con senderos, estatuas de terracota, fuentes, setos de boj y vegetación centenaria. La finca cuenta con dos piscinas rodeadas de vegetación y total privacidad, mientras que una tercera piscina, ya autorizada, puede construirse dentro de la propiedad. También está permitida la construcción de un helipuerto privado, completando las posibilidades funcionales de la villa y confirmando el carácter exclusivo de la residencia. Con sus elementos históricos, arquitectónicos y naturales, la villa de Carolina Bonaparte figura entre las residencias más importantes de la zona de Lucca: una oportunidad única en el mercado inmobiliario para quienes deseen conservar un importante recuerdo histórico.
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| Se vende la histórica villa de Carolina Bonaparte en las colinas de Lucca |
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