La apertura oficial del Gran Museo Egipcio (GEM), prevista inicialmente para el 3 de julio de 2025, se retrasará aún más. Así lo anunció el primer ministro egipcio , Mostafa Madbouly, en una rueda de prensa en la que precisó que la inauguración completa de la impresionante estructura no tendrá lugar hasta el último trimestre del año. La razón aducida se refería a “los actuales acontecimientos regionales”, una expresión deliberadamente genérica que deja margen a diversas interpretaciones pero que, en este caso, parece referirse a las recientes tensiones entre Israel e Irán. El conflicto entre ambos países se recrudeció la semana pasada tras una serie de ataques aéreos israelíes, a los que Teherán respondió con una acción militar directa. Aunque Egipto no participa activamente en el enfrentamiento, el inestable contexto geopolítico de la zona llevó a las autoridades cairotas a aplazar un acto que inevitablemente habría atraído la atención y la presencia de delegaciones internacionales. Al parecer, fue una decisión tomada en nombre de la “responsabilidad nacional”, con la intención de encontrar un momento más favorable desde el punto de vista de la seguridad y la percepción pública.
“A la luz de los actuales acontecimientos regionales, se ha decidido posponer la apertura oficial del Gran Museo Egipcio”, explicó el GEM en un comunicado en las redes sociales. Además, se determinará una nueva fecha “tras la coordinación con todas las autoridades pertinentes para garantizar la organización de un evento que refleje el importante estatus cultural y turístico de Egipto en la escena internacional”. Esta decisión también se deriva de la responsabilidad nacional de Egipto y de su compromiso de presentar un acontecimiento mundial verdaderamente excepcional en un ambiente digno de la grandeza de la civilización egipcia y de su patrimonio único, y de una manera que garantice una amplia participación internacional en consonancia con la importancia de la ocasión".
El Gran Museo Egipcio representa uno de los proyectos culturales y de infraestructuras más ambiciosos del Egipto contemporáneo. Su realización se anunció en 1992, pero desde entonces ha atravesado una larga serie de obstáculos. Entre ellos, los disturbios políticos de las últimas décadas en la región, especialmente en Gaza y Sudán, desempeñaron un papel decisivo en la ralentización de las obras. A ellos se sumaron las dificultades relacionadas con la pandemia de Covid-19, que golpeó duramente a la economía egipcia, y los persistentes problemas económicos internos, que afectaron a la gestión del proyecto. A pesar del nuevo aplazamiento, el museo es parcialmente operativo. Desde finales de octubre de 2024, 12 galerías principales están abiertas al público, ofreciendo ya un anticipo del potencial de todo el complejo museístico. Las instalaciones están situadas cerca de la meseta de Giza, en una zona que está experimentando una amplia remodelación urbana y turística. El emplazamiento está estratégicamente situado para integrar el nuevo museo con las pirámides, ofreciendo una ruta cultural continua e interconectada.
La importancia del GEM se articula en varios niveles. Además de concebirse como una gran atracción turística y un instrumento de revitalización económica para el país, también representa un intento de restaurar una parte significativa de la identidad histórica y cultural de Egipto. En un momento en que muchos hallazgos arqueológicos se encuentran dispersos en museos de medio mundo, la iniciativa del gobierno egipcio pretende reforzar la narrativa nacional mediante el control directo de su patrimonio. No es la primera vez que se retrasa la inauguración del GEM. En los últimos 30 años, el proyecto ha pasado por fases alternas, a menudo marcadas por contingencias externas. Crisis regionales, cambios políticos internos y problemas logísticos y económicos han afectado sistemáticamente a la programación de los hitos. En repetidas ocasiones, el museo ha sido objeto de anuncios oficiales que prometían su apertura inminente, sólo para ser desmentidos por los hechos. La decisión de aplazar una vez más la apertura oficial se inscribe en esta tradición de incertidumbres programáticas, aunque la motivación actual parece estar relacionada con una situación externa más que con cuestiones críticas de planificación.
El aplazamiento de julio de 2025, aunque no afecta a las zonas ya abiertas al público, pospone un acontecimiento de gran trascendencia mediática que habría marcado la culminación de un proyecto de más de diez años de gestación. El Gran Museo Egipcio, una vez en pleno funcionamiento, aspira a albergar más de 100.000 objetos, incluida toda la colección de Tutankamón, que nunca antes se había expuesto de forma tan orgánica. Su realización ha supuesto una inversión multimillonaria y ha contado con la participación de empresas y diseñadores de todo el mundo. La arquitectura contemporánea del edificio dialoga con la monumentalidad de su entorno, buscando ofrecer una experiencia tecnológicamente avanzada.
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| Nuevo aplazamiento para el Gran Museo Egipcio: la apertura total está prevista para finales de año |
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