El gran modisto Giorgio Armani, icono de la moda mundial y fundador de una casa de modas que llevó el estilo italiano por todo el mundo, ha fallecido hoy a los 91 años.
Nacido el 11 de julio de 1934 en Piacenza, el primero de los tres hijos de Ugo Armani y Maria Raimondi, el diseñador creció en un contexto marcado por la Segunda Guerra Mundial, en el que vivió directamente las dificultades de la época (“éramos pobres y la vida era dura”, contaba en una entrevista a Harper’s Bazaar). Tras estudiar en el Liceo Scientifico “Respighi” de Piacenza, se trasladó a Milán y en 1953 completó sus estudios de bachillerato en el Liceo Leonardo da Vinci de Milán. A continuación se matriculó en la Facultad de Medicina de la Università Statale, pero abandonó los estudios al cabo de tres años para hacer el servicio militar.
Fue en Milán donde Armani se acercó al mundo de la moda, trabajando como vendedor y escaparatista para los grandes almacenes La Rinascente, descubriendo su verdadera pasión. Su carrera en la moda continuó con una temporada en la casa de modas de Nino Cerruti, como diseñador de la línea Hitman de los años sesenta. En la década siguiente, Armani se independizó, lanzando la línea Armani by Sicons en 1974, lo que finalmente le impulsó a crear su propia marca, que puso en marcha en 1975, año en que Armani fundó la empresa homónima junto con su compañero de vida Sergio Galeotti. Era el 24 de julio de 1975 y Giorgio Armani S.p.A. debutaba con una colección de prêt-à-porter masculino, mientras que al año siguiente presentaba también una línea femenina.
Un rasgo distintivo de su estilo fue la chaqueta deconstruida, con la que Armani revolucionó el estilo masculino, gracias a una chaqueta (la expresión “deconstruida” se hizo común más tarde) confeccionada eliminando los forros rígidos, redefiniendo las proporciones, atenuando las charreteras y utilizando tonos neutros. Una elegancia más informal y relajada frente a la tradición clásica.
El auge internacional llegó en los años ochenta: la película American Gigolo (1980), con Richard Gere vestido de Armani, fue un escaparate decisivo; le siguió el vestuario de Corrupción en Miami (1984-1989). El diseñador también apareció en la portada de la revista Time en 1982, el primer diseñador que aparecía allí después de Christian Dior casi 40 años antes.
Con los años, Armani amplió su oferta con varias líneas: Emporio Armani (1981), es decir, la línea más juvenil y casual, Armani Jeans (1981, finalizada en 2016), la línea vaquera, Armani Junior (1982, finalizada en 2018 al incorporarse a Emporio Armani), para niños y adolescentes de 3 meses a 16 años, Armani Exchange (1991) dedicada a los jóvenes y al fast-fashion, y después Armani Casa (2000), una línea de interiorismo, y EA7 (2004), la línea deportiva con la que marcaría los uniformes de la selección italiana en los Juegos Olímpicos de 2012. La oferta de la casa se amplió después a perfumes (algunos como Acqua di Giò y Armani Code se han convertido en clásicos), accesorios, gafas, relojes y muebles para el hogar. En 2000, el Museo Guggenheim de Nueva York dedicó una exposición retrospectiva a su obra, mientras que en 2002 fue nombrado Embajador de Buena Voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. En 2007, lanzó una colaboración tecnológica con Samsung (televisores LCD y teléfonos móviles de lujo), y retransmitió en streaming su desfile de moda Armani Privé, convirtiéndose en el primer diseñador en hacerlo (la asociación daría lugar más tarde a un smartphone, el Samsung SGH-P520 Giorgio Armani, presentado en el mismo año 2007, vendido inicialmente por la suma de 750 euros).
Giorgio Armani también se ha mostrado activo en el campo del arte: en 2014 inauguró losSilos Armani, un espacio museístico en Milán dedicado a sus creaciones y a su legado creativo, entre otros. Y ese mismo año recibió el Premio Compasso d’Oro a la Trayectoria Profesional. En 2016 creó la Fundación Armani, con el objetivo de preservar y consolidar en el tiempo la gobernanza de su Grupo y promover la innovación y la calidad. También es un apasionado del deporte: mecenas del Olimpia Milano desde 2008, ha diseñado uniformes para el Chelsea, la selección inglesa y atletas olímpicos italianos, y ha apoyado proyectos benéficos en los ámbitos de la salud y el deporte.
El diseñador de Piacenza siempre ha destacado por su confidencialidad. A los focos, siempre ha preferido la disciplina de trabajo. El 50% de lo que hago es disciplina y el resto creatividad", declaró en una entrevista a Elle. Será recordado como uno de los más grandes diseñadores de los siglos XX y XXI, independiente, preciso y autor de un imperio que abarca la moda, los perfumes, el mobiliario, el deporte y la cultura. La marca Armani sigue asociada al concepto de elegancia discreta con sólidas raíces en la tradición. “Con Giorgio Armani”, ha declarado el Ministro de Cultura , Alessandro Giuli, “desaparece un protagonista absoluto de la cultura italiana, que supo transformar la elegancia en un lenguaje universal. Su estilo sobrio e innovador redefinió la relación entre moda, cine y sociedad, dejando una huella indeleble en las costumbres contemporáneas. No sólo fue un maestro de la moda, sino un reconocido embajador de la identidad italiana en el mundo. Nuestros pensamientos agradecidos y conmovidos van a su familia y a todos sus colaboradores”.
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| Adiós a Giorgio Armani, icono de la moda |
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