Milán, Valerio Berruti en el Palazzo Reale con "Más que niños", su mayor exposición individual


A partir del 22 de julio de 2025, el Palazzo Reale de Milán acoge la mayor exposición individual de Valerio Berruti. Con obras monumentales, vídeos, frescos y un auténtico carrusel, la exposición "Más que niños" lleva al público por un viaje poético y profundo a través de la infancia, la memoria, el arte y el futuro.

A partir del 22 de julio de 2025, en Milán, el Palazzo Reale abre sus puertas a la mayor exposición jamás dedicada a Valerio Berruti (Alba, 1977), uno de los artistas italianos más reconocibles y poéticos de la escena contemporánea. Titulada VALERIO BERRUTI. Más que niños, la exposición ofrece un viaje de inmersión en el mundo del autor, construido con obras que van desde esculturas monumentales a animaciones de vídeo, pasando por dibujos e instalaciones. Es un viaje que parte de lainfancia -vista como una época de infinitas posibilidades- para tocar temas universales que hablan a todas las edades.

La exposición, promovida por el Ayuntamiento de Milán - Cultura y producida por el Palazzo Reale y Arthemisia en colaboración con Piuma, está comisariada por Nicolas Ballario. También apoya la iniciativa la Fundación Ferrero, que en los meses anteriores acogió en Alba una exposición preparatoria con obras inéditas y site-specific del artista. La exposición de Milán representa así el punto culminante de un proyecto expositivo más amplio, concebido para narrar de forma exhaustiva la poética de Berruti, capaz de mezclar sencillez visual y densidad emocional.

Valerio Berruti, Out of your own (2017; Dieciséis frescos sobre yute, 220x90 cm cada uno). Cortesía del artista, foto: Mario Pellegrino.
Valerio Berruti, Out of your own (2017; Dieciséis frescos sobre yute, 220x90 cm cada uno). Cortesía del artista, foto: Mario Pellegrino.

Infancia y universalidad: los ’niños’ de Berruti

Con el tiempo, Valerio Berruti ha construido un lenguaje artístico profundamente reconocible que se mueve entre la pintura, la escultura y la animación. En el centro de su investigación están siempre los niños: siluetas delicadas y esenciales, suspendidas en poses cotidianas e intemporales. Pero no se trata de meros retratos: como sugiere el subtítulo de la exposición, Más que niños, son símbolos universales, arquetipos colectivos que hablan de la infancia como lugar de pertenencia común.

La infancia, para Berruti, no es un tiempo que lamentar, sino una dimensión que explorar, un paisaje interior habitado por recuerdos y posibilidades. En sus obras, los niños nunca son idealizados, ni narrados con nostalgia, sino que se convierten en metáforas de una humanidad frágil, en busca de salvación, capaz de esperanza. Y es precisamente esta visión la que dota a la exposición de una fuerza emocional que implica e interpela al espectador, generando un espacio de reflexión en el que el arte se convierte en intermediario entre lo personal y lo colectivo.

Valerio Berruti, En el nombre del Padre (2024; 42 esculturas en fibra de vidrio, cemento y yute, 75x60x25 cm c/u + 2 frescos sobre yute, 500x400 cm c/u) Cortesía del artista, foto: Letizia Cigliutti
Valerio Berruti, En el nombre del Padre (2024; 42 esculturas en fibra de vidrio, cemento y yute, 75x60x25 cm c/u + 2 frescos sobre yute, 500x400 cm c/u) Cortesía del artista, foto: Letizia Cigliutti

Obras para vivir: una exposición que se vive

Una de las peculiaridades de la exposición Más que niños es su dimensión participativa e inmersiva. Las obras no se exponen sin más: se recorren, se habitan, se viven. El ejemplo más emblemático es el gran tiovivo creado por Berruti, titulado La giostra di Nina (El tiovivo de Nina), una escultura monumental animada por música original de Ludovico Einaudi. La obra no es sólo para admirarla: el público puede subirse al tiovivo, entrar físicamente en la obra y transportarse a una experiencia que combina juego y contemplación.

Junto a esta instalación, otras obras implican al espectador de forma directa: un grupo de niños en círculo invita a entrar en una dimensión onírica suspendida; una niña flota en el agua evocando la necesidad de salvarse; grandes pájaros transportan a quienes se dejan llevar por la fascinación de una instalación inspirada en los antiguos tiovivos. El equilibrio entre ligereza visual y profundidad conceptual es el sello distintivo de toda la instalación, que se mueve constantemente entre la realidad y el símbolo, entre la delicadeza y la denuncia.

Valerio Berruti, La giostra di Nina (2018; Escultura, 7x 5 m + 6 pájaros de fibra de vidrio, 170x70x145 cm cada uno + Video-animación con banda sonora de Ludovico Einaudi). Cortesía del artista, foto: Tino Gerbaldo (la foto fue tomada en la Iglesia de San Domenico en Alba durante la Feria Internacional de la Trufa Blanca de Alba, 2018).
Valerio Berruti, La giostra di Nina (2018; Escultura, 7x 5 m + 6 pájaros de fibra de vidrio, 170x70x145 cm cada uno + Video-animación con banda sonora de Ludovico Einaudi). Cortesía del artista, foto: Tino Gerbaldo (la foto fue tomada en la Iglesia de San Domenico en Alba durante la Feria Internacional de la Trufa Blanca de Alba, 2018).

Videoanimaciones y colaboraciones musicales

Un elemento central de la producción de Berruti es el diálogo entre imagen y sonido, fuertemente expresado en las video-animaciones que enriquecen la exposición de Milán. Entre las obras presentadas, destacan dos nuevas animaciones: Lilith, con banda sonora original de Rodrigo D’Erasmo, y Cercare silenzio, acompañada por la música de Samuel Romano, la voz histórica de Subsonica.

Estas obras se añaden a una ya rica producción animada que ha contado con la participación de compositores de la talla de Paolo Conte y Ryuichi Sakamoto. Cada vídeo tiene su origen en la técnica del fresco, a partir de la cual Berruti dibuja fotogramas sueltos que posteriormente son animados, en un proceso que mezcla la artesanía lenta y la narración contemporánea. El resultado es un lenguaje visual único, en el que la música contribuye decisivamente a construir la atmósfera emocional de la obra.

Una de las nuevas obras más esperadas de la exposición es No dejes que me equivoque, una escultura monumental situada en el patio del Palazzo Reale. La obra es también el título de un cortometraje realizado por Berruti con unos ochocientos dibujos en secuencia y musicalizado por Daddy G, fundador del grupo Massive Attack, junto con el productor Stew Jackson. El cortometraje se proyecta dentro de la propia escultura, transformando la obra en un espacio audiovisual en el que el espectador se sumerge en el ritmo visual y sonoro de la narración.

La obra aborda cuestiones de gran urgencia social, entre ellas el cambio climático, un tema muy querido por el artista y central en sus obras más recientes. También en la exposición está Nel silenzio (En silencio), una obra que representa a tres niñas tumbadas sobre una tierra tostada por el sol. El paisaje es desolador, casi apocalíptico, pero está habitado por presencias infantiles que sugieren tanto la fragilidad de la humanidad como la posibilidad de renacer.

Con More than kids, el Palazzo Reale ofrece la oportunidad de entrar en contacto con un artista que siempre ha querido hablar al corazón y a la mente, y que aúna rigor estético y compromiso cívico. Es un viaje que comienza con los niños, pero no se detiene con ellos.

Para más información, visite el sitio web oficial del Palazzo Reale.

Milán, Valerio Berruti en el Palazzo Reale con
Milán, Valerio Berruti en el Palazzo Reale con "Más que niños", su mayor exposición individual


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