La Rocca Roveresca de Senigallia acoge, del 12 de junio al 8 de diciembre de 2025, la exposición La forma dell’oro. Historias de joyas de la Italia antigua, comisariada por Massimo Osanna, director general de los museos, y Luana Toniolo, directora del Museo Nacional Etrusco de Villa Giulia en Roma. La exposición, instalada en las salas renacentistas de la fortaleza, ofrece una importante selección de más de 400 objetos de producción ornamental de la Italia peninsular y Cerdeña, que datan desde la Prehistoria hasta la Alta Edad Media.
La exposición se distribuye en dos plantas de la fortaleza y es el primer evento expositivo tras las recientes obras de adecuación y mejora de los sistemas de climatización de las salas, realizadas con fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR). Estas intervenciones han permitido adecuar la estructura del siglo XV a los estándares museísticos contemporáneos en términos de conservación y usabilidad.
“La exposición que se inaugura en la antigua fortaleza de Senigallia”, afirma el Director Luigi Gallo, “demuestra en primer lugar que, con el trabajo sinérgico de varios institutos, los museos italianos saben trabajar en red para valorizar y promover nuestro extraordinario patrimonio, transmitiéndolo a las generaciones futuras; además, la exposición certifica una vez más lo importante que es que el museo, además de ser un lugar privilegiado para las exposiciones, se establezca también como un entorno dedicado a la investigación científica: un espacio vivo y vital para crear infinitas oportunidades de conocimiento”.
El proyecto científico se desarrolla gracias a la colaboración de varias antiguas Direcciones Regionales de Museos (Cerdeña, Campania, Calabria, Molise, Las Marcas, Apulia, Basilicata) y el Parque Arqueológico de Pompeya, en el marco del Sistema Nacional de Museos. El objetivo es valorizar las colecciones y tesoros conservados en numerosos museos italianos, poniendo en red patrimonios que documentan la historia y el arte de la orfebrería en la Italia antigua. La exposición ya ha recalado en el Museo Arqueológico y Etnográfico Nacional “Giovanni Antonio Sanna” de Sassari y en el Museo Arqueológico de Santa Maria delle Monache de Isernia, antes de llegar a Senigallia. La elección de la Rocca Roveresca sitúa el evento en la estela de dos líneas de actuación seguidas en los últimos años: la atención a la accesibilidad y la interacción con la cultura local. De hecho, se han creado varios soportes con reproducciones de las piezas expuestas para favorecer su uso por un público más amplio y diversificado. Además, la exposición incluye una pequeña muestra fotográfica en diálogo con las exposiciones, que está vinculada a la designación de Senigallia como Ciudad de la Fotografía.
Las joyas, que siempre han sido un indicador de la identidad personal y social, han sido expresión de belleza, seducción, vínculos sociales y modas en diferentes épocas. El oro, material noble y lustroso, ha sido un material privilegiado para la creación de ornamentos refinados, pero en la producción artística también han intervenido otros metales como el bronce, el hierro y la plata. El arte orfebre también se sirvió de materiales como gemas, pasta de vidrio, ámbar, conchas, huesos y dientes de animales. Tal riqueza de materiales da testimonio de una larga tradición de experimentación técnica, gusto estético y artesanía, además de relatar las relaciones de intercambio y contaminación cultural que caracterizaron a los pueblos del antiguo Mediterráneo.
Las piezas expuestas en Senigallia constituyen un itinerario geográfico y cronológico que abarca toda la península italiana y Cerdeña, desde la prehistoria hasta la Alta Edad Media. Los objetos no sólo representan un valor estético, sino que también encierran significados simbólicos vinculados a ámbitos como lo sagrado, la magia, el poder y el prestigio social. La exposición ofrece la oportunidad de observar objetos preciosos que, además de su valor material, documentan aspectos fundamentales de la historia y las culturas de la Italia antigua. La exposición es también una oportunidad para poner de relieve los resultados de la colaboración entre diferentes instituciones museísticas y arqueológicas, combinando competencias y recursos para valorizar orgánicamente un patrimonio disperso y a menudo poco conocido.
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| Más de 400 joyas de la Italia antigua, desde la Prehistoria hasta la Alta Edad Media, expuestas en la Rocca Roveresca de Senigallia |
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