OnlyFans bajo acusación: una exposición en Roma expone la censura y las contradicciones de la plataforma


Del 30 de mayo al 22 de junio, el bar.lina de Roma, en pleno corazón de San Lorenzo, acoge Good Girls Get Banned, una exposición de Olympia, Ardens y Agnese Zingaretti que denuncia las ambigüedades de OnlyFans y reflexiona sobre los límites de la libertad expresiva en los nuevos espacios digitales para trabajadoras del sexo.

Las chicas buenas son expulsadas es el provocativo título de la exposición que, del 30 de mayo al 22 de junio de 2025, transforma el espacio expositivo del bar.lina, en el Viale dello Scalo San Lorenzo 49 de Roma, en un laboratorio crítico sobre la libertad de expresión, las contradicciones de las plataformas digitales y los retos diarios a los que se enfrentan quienes trabajan en el ámbitodel entretenimiento para adultos. Comisariada por las artistas Olympia, Ardens y Agnese Zingaretti -unidas bajo el nombre colectivo @OnlyPoetryFans-, la exposición se centra en el emblemático caso de OnlyFans, la famosa plataforma creada para dar espacio a los creadores de contenidos explícitos y que acabó en el punto de mira por sus políticas restrictivas y ambiguas.

La exposición se inauguró el viernes 30 de mayo a las 18:30, con dos actuaciones programadas en la noche de apertura: a las 21:00 y a las 22:30. La entrada es una contribución simbólica de 5 euros en apoyo del proyecto OnlyPoetryFans. Pero no se trata sólo de un evento artístico: Las chicas buenas son expulsadas es también una investigación visual, poética y performativa sobre las nuevas formas de censura que se esconden tras la aparente apertura de las plataformas digitales. Esas mismas plataformas que deberían garantizar espacio, autonomía e ingresos a quienes producen contenidos independientes y que, en cambio, a menudo acaban limitando su actividad de forma discrecional y poco transparente.

El propio título de la exposición recuerda una de las realidades más controvertidas de OnlyFans: el bloqueo sistemático de las cuentas que no se ajustan a los criterios de la plataforma, que a menudo no están claramente explicitados y penalizan especialmente a quienes trabajan en el sector sexopositivo. La paradoja es evidente: un sitio construido sobre la libertad sexual y la expresión corporal, que al mismo tiempo impone límites estrictos, golpeando precisamente a quienes más contribuyen a su éxito económico.

A través de obras visuales, textos, vídeos y performances, los tres artistas revelan las contradicciones intrínsecas de estos entornos digitales y ofrecen una reflexión articulada sobre el papel que OnlyFans -y más en general los espacios digitales frecuentados por profesionales del sexo- desempeña en la sociedad contemporánea. Hablan de control, explotación, exclusión. Pero también de resistencia, expresión y arte.

Olympia, poeta y performer, se une a Ardens, trabajadora del sexo y activista, para dar vida al proyecto intermediario OnlyPoetryFans, que se desarrolla en una performance en directo pero que también continúa en línea, precisamente en OnlyFans. La tercera mirada es la de Agnese Zingaretti (Aghnez Studio), fotógrafa y narradora visual, que documenta y narra el proceso de forma inmersiva. Juntos construyen una narración en capas: no sólo la experiencia del artista, sino también los bastidores, el trabajo invisible que acompaña a la producción de contenidos, la discriminación a la que se enfrenta, las estrategias para eludir la censura y los intentos de autodeterminación en un espacio que se proclama abierto, pero que a menudo reprime.

Las chicas buenas son expulsadas
Las chicas buenas son vetadas

La performance OnlyPoetryFans muestra la vida de una creadora de contenidos, su diálogo diario con la plataforma y las presiones, miedos, frustraciones pero también reivindicaciones que atraviesan su profesión. Quiere ser una mirada íntima y política al mismo tiempo. El público no es un espectador pasivo: se le guía por un camino que le lleva a cuestionarse cómo funciona la relación entre cuerpo, visibilidad, algoritmo y mercado. Y, por último, tiene la oportunidad de convertirse en parte activa del proyecto, eligiendo acceder -mediante una suscripción a OnlyFans- a los materiales exclusivos producidos durante la muestra. Se trata de contenidos híbridos, a medio camino entre lo profesional y lo amateur, que extienden el sentido de la representación a lo digital, desafiando las barreras entre escenario y plataforma, entre realidad y representación.

El proyecto OnlyPoetryFans no es sólo una reflexión crítica, sino también una propuesta estética y política. Denuncia un sistema que promete libertad y autonomía pero reproduce, bajo nuevas formas, mecanismos de control y marginación. Y al mismo tiempo imagina un uso alternativo de los espacios digitales: no como jaulas doradas, sino como instrumentos de emancipación y puesta en común.

La exposición se inscribe en un contexto más amplio de debate sobre el papel de las tecnologías digitales en la vida y el trabajo de las personas. Los artistas hablan abiertamente de “tecnofeudalismo”, término que describe la condición de dependencia de plataformas que ejercen un poder casi absoluto sobre sus usuarios, sin ofrecerles protecciones reales. El paralelismo es con el feudalismo medieval: igual que los siervos dependían de los señores para acceder a la tierra, hoy los creadores dependen de algoritmos y políticas impuestas unilateralmente por los gigantes digitales.

Este es el trasfondo político de Las chicas buenas son expulsadas. La exposición se basa en el arte para comunicar, emocionar y cuestionar. Se mueve entre diferentes lenguajes -la poesía performativa de Olympia, la carnalidad y presencia escénica de Ardens, la intensidad visual de Zingaretti- y compone una experiencia que es a la vez intelectual y sensorial. En Roma, en el espacio independiente y transfeminista del bar.lina, Las chicas buenas son expulsadas quiere ser también una oportunidad para relanzar una reflexión colectiva sobre el trabajo cultural, artístico y sexual en una época en la que los contenidos viajan por plataformas globales. Porque, como sugiere el título, no son sólo las “chicas malas” las que están prohibidas, sino todas aquellas voces que no se conforman, que se atreven, que molestan. Las que utilizan sus cuerpos y su arte para afirmar otra narrativa. Y que por eso, hoy más que nunca, deben ser escuchadas.

OnlyFans bajo acusación: una exposición en Roma expone la censura y las contradicciones de la plataforma
OnlyFans bajo acusación: una exposición en Roma expone la censura y las contradicciones de la plataforma


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