Del 15 de mayo al 15 de septiembre de 2025, Turín acogerá una importante exposición dedicada a una de las formas de teatro más antiguas del mundo. La exposición Marionetas, títeres y sombras de China, instalada en la Casa Gianduja, está organizada por la Fondazione Marionette Grilli y presenta más de doscientos ejemplares originales, ofreciendo al público italiano una mirada en profundidad a las artes escénicas tradicionales chinas.
La iniciativa es también un anticipo de la exposición más amplia Le Figure dei Sogni, prevista para octubre de 2025 en el mismo lugar. La exposición adopta la forma de un viaje visual y cultural a través de las diferentes caras del teatro de figuras chino, articulado en torno a tres núcleos principales: marionetas de hilo, marionetas de guante y bastón, y siluetas del teatro de sombras. Las marionetas, como forma artística y teatral, cuentan con una historia centenaria en China. Los primeros registros se remontan al periodo Han oriental (25-220 d.C.), cuando solían utilizarse en contextos ceremoniales o rituales de carácter chamánico. La transición de objeto ritual a herramienta de representación reconocida se produjo de forma más definitiva durante la dinastía Tang (618-907 d.C.), cuando el teatro de figuras se integró oficialmente en las estructuras imperiales a través del jiaofang, institución encargada de supervisar las artes escénicas, incluidas la música y la danza.
Durante las sucesivas dinastías, en particular bajo los Song del Norte (960-1279) y los Yuan (1271-1368), las marionetas se hicieron cada vez más populares. El mecanismo que permite animar las marionetas es muy sofisticado: mediante un sistema de hilos, cuyo número varía de ocho a treinta, el titiritero es capaz de controlar con precisión movimientos complejos y articulados. Esta técnica ha permitido alcanzar resultados sorprendentes en términos de expresividad y verosimilitud, convirtiendo a las marionetas en instrumentos narrativos de gran poder visual. Paralelamente a la tradición de las marionetas, en China también se desarrollaron formas de teatro de marionetas, cuyo uso también se remonta a la época Tang. A diferencia de las marionetas, los títeres se animan desde abajo y pueden moverse directamente con las manos del operador, en el caso de los títeres de guante, o mediante palos de madera o bambú, como ocurre con los títeres de varilla. Los primeros modelos tenían una estructura relativamente sencilla, con una cabeza tallada y extremidades móviles. Con el tiempo, la técnica se fue perfeccionando, dando lugar a figuras más complejas, dotadas de cabezas y manos talladas y cuidadosamente pintadas, y en algunos casos incluso de piernas articuladas. Una característica distintiva de las marionetas es la presencia de un palo central, insertado en el cuello, que permite mover la cabeza. Otras varillas permiten controlar los brazos y, en los modelos más avanzados, también las piernas.
No menos antigua y evocadora es la tradición del teatro de sombras, del que la exposición de Turín presenta numerosos ejemplos. Los primeros testimonios documentados se remontan al periodo Song del Norte (960-1127 d.C.), pero el relato legendario más famoso sitúa sus orígenes mucho antes, hacia el año 90 a.C.. Según la tradición, se conjuró una sombra para aliviar el dolor del emperador Wu de la dinastía Han, angustiado por la muerte de una concubina. Más que aportar datos históricos, la leyenda subraya el valor espiritual y mágico atribuido a esta forma teatral. Las siluetas empleadas son de piel de buey o burro, grabadas y luego coloreadas con pigmentos transparentes, a menudo anilinas, que dejan pasar la luz desde atrás. Unos palos, fijados en puntos estratégicos de la figura, permiten a los personajes moverse con precisión contra una pantalla iluminada. El resultado es una narrativa visual hecha de luz y siluetas, en la que se mezclan poesía y ritualidad.
La decisión de exponer esta colección heterogénea en Turín responde al deseo de la Fondazione Marionette Grilli de dar a conocer al público europeo las múltiples facetas de un patrimonio artístico aún poco explorado fuera de Asia. Los objetos expuestos proceden de colecciones privadas y públicas, algunos se utilizaron en representaciones teatrales tradicionales, otros pertenecen a escuelas históricas aún activas en algunas regiones de China. La selección pretende ofrecer una panorámica lo más amplia y representativa posible de las principales técnicas y escuelas estilísticas. La cita de Turín es, por tanto, una oportunidad para adentrarse en una tradición teatral que, a pesar de su lejanía geográfica y cultural, dialoga con las formas de expresión occidentales y con el creciente interés por las artes escénicas no convencionales.
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De China a Turín: títeres y marionetas de tradición milenaria expuestos en la Casa Gianduja |
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