Los ojos de la ciudad: el Flâneur en el centro de la última gran exposición del Kunstmuseum de Bonn.


Reseña de la exposición 'Der Flâneur. Vom Impressionismus bis zur Gegenwart' en el Kunstmuseum Bonn del 20 de septiembre de 2018 al 13 de enero de 2019.

A pesar de ser una pequeña ciudad de poco más de 300.000 habitantes situada en la región alemana de Renania del Norte-Westfalia, Bonn viene ofreciendo en los últimos años a sus habitantes y a numerosos turistas exposiciones de cierto calibre. Tras la retrospectiva dedicada a Marina Abramović en la Bundeskunsthalle, es el turno de Der Flâneur. Vom Impressionismus bis zur Gegenwart (’El Flâneur. Del Impresionismo al Presente’), que podrá verse desde el 20 de septiembre de 2018 hasta el 13 de enero de 2019 en el Kunstmuseum de la ciudad alemana.

La exposición tiene un tema bastante atípico, ya que se centra en la figura del flâneur, un término utilizado por Charles Baudelaire para referirse al ciudadano/artista que vagaba por las calles de París, extrayendo su propio deleite de este deambular. El motivo literario original del flâneur se vincula así a la evolución del contexto urbano: el flâneur se convierte en un agudo observador del mismo, hasta el punto de que él mismo es el ojo de la ciudad en la que vive y el ojo a través del cual se refleja y observa la propia ciudad. El deambular sin rumbo del flâneur por calles y plazas, captando las impresiones del momento, es una prueba del crecimiento constante e hiperacelerado de las grandes ciudades y metrópolis desde el inicio del modernismo.

Entrada a la exposición
Entrada a la exposición Der Flâneur. Desde el Impresionismo hasta nuestros días. Foto Créditos Francesca Della Ventura


Primera sala de exposiciones, tema
Primera sala de exposición, tema “Las ciudades”. Fotografía Fotografía Francesca Della Ventura


Primera sala de exposiciones, tema
Primera sala de exposiciones, tema “Las ciudades”. Fotografía Fotografía Francesca Della Ventura

Der Flâneur. Vom Impressionismus bis zur Gegenwart aborda no sólo la figura del flâneur desde un punto de vista histórico, sino que también analiza su evolución desde el nacimiento del personaje (que se corresponde aproximadamente con la aparición del Impresionismo) hasta la época actual. En la exposición, de visita obligada si pasa por Bonn, están representados hasta 68 artistas, con obras desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XXI: Lovis Corinth, Robert Doisenau, Max Ernst, Vincent Van Gogh, George Grosz, Karl Horst Hödicke, Ernst Ludwig Kirchner, August Macke, Helmuth Middendorf, Camille Pisarro, August Sander, Thomas Struth son sólo algunos de los artistas cuyas obras llenan las paredes de la exposición del Kunstmuseum Bonn.

La exposición se divide en seis capítulos temáticos: en el primero, “Las ciudades”, se aborda la vida cotidiana de las metrópolis europeas (París y Berlín, a finales del siglo XIX metrópolis de la flânerie) y de las personas que las habitan. El segundo capítulo se titula “El individuo y la multitud” y se centra en el flâneur como individuo y como parte de una multitud: las obras de esta sección muestran la relación entre el yo y los demás como motivo subyacente de la representación del flâneur en la historia del arte hasta nuestros días. “El mundo de las mercancías”, tercera parte del itinerario, presenta al flâneur en la piel del dandi que, recorriendo los grandes bulevares de las ciudades, quiere independizarse de los imperativos económicos impuestos por la sociedad industrial. La observación que hace de las mercancías expuestas en los escaparates se libera del pensamiento utilitarista orientado al consumo de bienes, como muestran las obras de August Macke, en las que la pura contemplación de las mercancías en venta las transforma en puros objetos visuales. En la cuarta sección, “Transeúntes y galerías”, la atención se centra en la imagen de la ciudad que emerge a través del movimiento del flâneur, un transeúnte que alterna constantemente su observación de la realidad de la ciudad entre detalles y vistas particulares. La penúltima sección del recorrido expositivo se titula “Calles y plazas” y se centra en el punto focal del paseo urbano del flâneur: en las obras de los artistas seleccionados, la ciudad se manifiesta como un sistema de calles, esquinas, líneas, edificios, plazas en constante movimiento que conducen a la pérdida del propio protagonista, transformando el entorno que le es familiar en algo extraño. Finalmente, en la última parte, "El flâneur hoy", emerge el sentido de la propia exposición: en la sociedad actual, donde predomina el frenesí de la vida cotidiana y donde se siente con fuerza la necesidad de labrarse un tiempo y un espacio para uno mismo, la figura del flâneur cobra relevancia tras décadas de ausencia en la literatura y en el imaginario colectivo. “Este renovado interés”, se lee en el catálogo, “no es en último término producto del ritmo cada vez más acelerado de nuestras vidas, ahora dictadas enteramente por la economía, a cuya perspectiva el flâneur ofrece un antídoto”.

Louis Anquetin, Femme sur les Champs Élisées, la nuit (1890-91; óleo sobre lienzo, 83,2 x 100 cm)
Louis Anquetin, Femme sur les Champs Élisées, la nuit (1890-91; óleo sobre lienzo, 83,2 x 100 cm)


Robert Doisneau, La plus stricte intimité (1945; impresión en gelatina de plata, 32,2 x 21,7 cm)
Robert Doisneau, La plus stricte intimité (1945; impresión en gelatina de plata, 32,2 x 21,7 cm)


Helmut Middendorf, Großstadteingeborene (1979; técnica mixta sobre lienzo, 189,5 x 280 cm)
Helmut Middendorf, Großstadteingeborene (1979; técnica mixta sobre lienzo, 189,5 x 280 cm)

Los méritos de esta importante exposición alemana son varios: como ya se ha mencionado, no sólo el atípico y novedoso tema expositivo, sino también el impresionante número de obras seleccionadas y perfectamente interconectadas e integradas dentro de la sección de referencia contribuyen a hacer de ella una experiencia agradable y culturalmente enriquecedora. Los préstamos de museos nacionales e internacionales son igualmente significativos: por citar sólo algunos, tenemos el Musée d’ Orsay de París, la Tate de Londres y el Museo Thyssen-Boernemisza de Madrid. Para el visitante, el material disponible (pinturas, grabados, fotografías, instalaciones) es especialmente fructífero y contribuye a un conocimiento más amplio del arte del último siglo y medio. La excelente intuición de los comisarios, Volker Adolphs y Stephan Berg, fue recrear, dentro del recorrido expositivo, continuas comparaciones entre el observador/visitante de hoy y el flâneur del pasado y referencias entre las propias obras: la imagen de la parisina Rue de Rivoli se repite, por ejemplo, varias veces dentro de la exposición, poniendo de relieve su evolución y cambio a lo largo del tiempo.

Por último, otro gran mérito de los comisarios de Der Flâneur. Vom Impressionismus bis zur Gegenwart es el de haber incluido e integrado en la exposición una serie de pinturas creadas entre finales de los años setenta y principios de los ochenta, historizándolas: la presencia de obras de Rainer Fetting, Helmut Middendorf y Karl Horst Hödicke marca de hecho un punto de inflexión para la recuperación y comprensión del arte de esta década, a menudo ausente de las exposiciones de los museos -salvo en exposiciones temáticas- por seguir considerándose erróneamente kitsch.


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