Importantes descubrimientos arqueológicos en Roma surgieron durante la última campaña de excavaciones en el yacimiento de via Appia Antica 39, situado entre la primera y la segunda milla de la via Appia Antica, donde la vía consular abandona la Urbe, atravesando el valle del Almone para proyectarse hacia los suburbios romanos: es aquí donde se encuentra uno de los tramos más densos de la Regina Viarum. Un límite físico y simbólico que separaba la ciudad de sus territorios exteriores y que, desde la antigüedad, ha tenido un fuerte significado cultural y religioso. No es casualidad que ésta fuera una importante zona de culto (se adoraba a la ninfa Egeria) y que por ello existieran importantes edificios, como el santuario de Marte Gradivo, y que, según la tradición cristiana, aquí tuviera lugar el encuentro entre San Pedro y Cristo. Un área de altísimo valor histórico y espiritual, que hasta ahora nunca ha sido explorada con sistematicidad arqueológica y carece de un proyecto estructurado para su valorización y uso público.
Precisamente en este contexto surgió el proyecto de excavación “Appia Antica 39”, realizado en la zona del llamado Sepulcro de Geta. La iniciativa surgió gracias a una concesión otorgada por el Parque Arqueológico de Appia Antica (Ministerio de Cultura - DG ABAP DD 679 de 31 de mayo de 2022) y forma parte del Laboratorio ECeC - Patrimonio Cultural y Comunidad de laUniversidad de Ferrara. El proyecto cuenta con el apoyo financiero de la Fondazione Patrum Lumen Sustine - PLuS Stiftung y Roma Città Metropolitana.
Tras cinco campañas de excavación realizadas entre septiembre de 2022 y octubre de 2024 de carácter principalmente didáctico, con la participación de estudiantes de diversas universidades italianas y europeas con el objetivo de adquirir conocimientos y formación en arqueología, la edición de 2025 adquirió un carácter completamente diferente. Debido a las criticidades hidrogeológicas que ponían en peligro la conservación del yacimiento, las investigaciones se confiaron exclusivamente a arqueólogos profesionales que decidieron abrir la campaña antes (es decir, en primavera) de lo habitual (a finales de verano). El Dr. Fabio Turchetta, de la empresa ARCHEO, asumió la dirección operativa, mientras que la dirección científica se confió a la profesora Rachele Dubbini, catedrática de Arqueología Clásica de la Universidad de Ferrara.
La decisión de abrir la campaña con antelación vino dictada por las necesidades de protección. En efecto, la presencia del cercano río Almone y la excepcional subida de las aguas subterráneas, favorecida por las copiosas lluvias invernales, habían sumergido casi por completo las estructuras surgidas en años anteriores. Un problema urgente, teniendo en cuenta la profundidad a la que se encontraban los monumentos. Así pues, en abril y mayo se llevaron a cabo trabajos para completar las investigaciones en curso y documentar las estructuras, llegando hasta los antiguos niveles del suelo, a menudo cubiertos de valiosas decoraciones de mosaico. Y es precisamente en este contexto donde se produjeron los descubrimientos.
Los monumentos descubiertos presentan notables similitudes entre sí: comparten la misma orientación, alineada con la Via Appia, y todos pertenecen al mismo tipo arquitectónico. Se trata de monumentos funerarios arcosolios unicelulares(es decir, con una zona de enterramiento empotrada en un nicho con arco) construidos para albergar tanto inhumaciones como incineraciones. Los arcosolios, visibles a nivel del suelo, se sitúan por encima de las formae (fosas) para los enterramientos por inhumación, mientras que las paredes están jalonadas por nichos para urnas cinerarias. Un modelo muy difundido en la Roma medioimperial consistía en cámaras funerarias de tamaño medio, de planta cuadrangular, con paredes de ladrillo visto y aberturas de ventanas a ambos lados del epitafio central. En el interior, las paredes debían de estar pintadas al fresco y los suelos decorados con mosaicos.
Durante esta fase de las excavaciones se encontraron varios mosaicos, que difieren en técnica y evolución estilística. Las teselas blancas y negras, de menor tamaño en las versiones más antiguas y mayores en las posteriores, revelan una producción estratificada. Especialmente interesante es el suelo del edificio en el que se encontró el altar de mármol, ahora expuesto con su cubierta en el Museo de Santa Maria Nova (Parque Arqueológico de Appia Antica). Aquí, un marco geométrico definía un campo con motivos vegetales, probablemente centrado en torno a un emblema figurativo hoy perdido. Con el paso del tiempo, el mosaico ha sufrido numerosas alteraciones: inserciones esquemáticas, elementos geométricos simplificados y un campo epigráfico con los nombres de los difuntos, que atestiguan el uso prolongado y la continua reinterpretación del espacio funerario.
Frente a este edificio ha surgido un espacio cuya función sigue siendo incierta, pero cuyo suelo de mosaico con motivos hexagonales sugiere una cronología posterior a la del mosaico vegetal. También en un segundo edificio, los restos del suelo original, con cornisas de tridentes y triángulos, han sido sobrescritos por renovaciones posteriores, que incluyen motivos geométricos circulares de ejecución incompleta e inserciones en mármol recuperado. En ambas estructuras destaca la presencia de campos epigráficos, probablemente indicando los nombres de los difuntos, asociados a orificios para tubuli, los tubos, generalmente de terracota, que se utilizaban para verter ofrendas y libaciones a las almas de los difuntos.
Sólo en dos casos fue posible observar decoraciones centrales mejor conservadas. En un mosaico, muy dañado por el expolio posterior, se vislumbra un pájaro, pero es difícil reconstruir la escena original. Mucho más elocuente es el mosaico surgido del último monumento excavado: una refinada escena con un pavo real picoteando un racimo de uvas entre sarmientos. Se trata de una imagen muy simbólica, vinculada al ciclo de la vida y a la esperanza en la inmortalidad, muy común en los contextos funerarios de la Antigüedad tardía.
La campaña concluyó oficialmente el 31 de mayo de 2025, pero el trabajo de los arqueólogos dista mucho de haber terminado. El análisis de los monumentos, hallazgos y datos recogidos a lo largo de los años no ha hecho más que empezar. Mientras tanto, el equipo invita a entusiastas y curiosos a seguir las actualizaciones en tiempo real en las redes sociales oficiales del proyecto Appia Antica 39, activas en Instagram y Facebook, para no perderse las próximas revelaciones prometedoras.
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Roma, importantes descubrimientos en la Appia Antica: desenterrados mosaicos y monumentos funerarios |
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