En la tarde del viernes 20 de junio de 2025 se presentó al público la restauración delfresco que representa a San Ivo entre los alumnos, de Masolino da Panicale (Panicale, 1383 - Florencia, 1440), una de las figuras fundamentales del primer Renacimiento italiano. Situado en la iglesia de Santo Stefano degli Agostiniani, en la Via dei Neri de Empoli, el fresco es uno de los fragmentos más significativos de la iglesia, y los trabajos de restauración han devuelto esta obra a su contexto original, reafirmando la centralidad cultural de la ciudad en el panorama artístico del siglo XV. La restauración, apoyada por la Fondazione CR Firenze y por los mecenas Stefano y Sabrina Cappelli, del Colorificio Cappelli, y dirigida por Lidia Cinelli, forma parte de un proyecto más amplio de valorización del patrimonio de Empoli, concluido simbólicamente con esta intervención, la más delicada y simbólica de la serie.
Pintado en 1424 por Masolino como un buen fresco en la pared de la capilla de la Compagnia della Croce, el fresco fue redescubierto en 1943, cuando numerosas pinturas del siglo XV emergieron bajo el enlucido durante una meticulosa campaña de ensayos dirigida por el historiador del arte Ugo Procacci. El San Ivo entre los alumnos fue posteriormente retirado en 1958, restaurado y prestado a diversas exposiciones internacionales. La obra es una de las imágenes más emblemáticas de la producción temprana de Masolino, capaz de sintetizar la delicadeza de la línea gótica con la nueva espacialidad renacentista.
La restauración que se presenta el 20 de junio es el momento culminante de un recorrido que comenzó con la exposición Empoli 1424. Masolino e gli albori del Rinascimento (aquí nuestra reseña), celebrada en el primer semestre de 2024. La muestra, promovida por el Ayuntamiento de Empoli y la Fondazione CR Firenze, fue la mayor exposición monográfica jamás dedicada a Masolino, con obras de prestigiosas instituciones italianas e internacionales. Esta exposición tuvo el mérito de restituir a Masolino el papel que le correspondía en la historia del primer Renacimiento, ya no sólo como comprimario de Masaccio, sino como figura autónoma y fundamental en la definición de una nueva sensibilidad figurativa.
La restauración del San Ivo ha permitido recomponer idealmente el ciclo de las Historias de la Vera Cruz pintadas originalmente por Masolino en la capilla de la Compagnia della Croce, reforzando el vínculo entre la exposición y su territorio.El San Ivo entre los alumnos es una obra que sigue sorprendiendo por su capacidad narrativa y su delicadeza expresiva. La estilización gótica convive con los primeros indicios de una perspectiva renacentista, en un equilibrio que marca la transición entre dos épocas. La intervención fue dirigida por Laura Torricini, Elena Alfani y Alberto Felici, de la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio, para la ciudad metropolitana de Florencia y las provincias de Pistoia y Prato. La restauradora Lidia Cinelli trabajó con dos metodologías de restauración diferentes: “En el caso del fresco de Masolino, que estaba al descubierto y colocado sobre un soporte de madera, lo limpié con papel japonés y muy poca agua”, explica. “Mientras que para el fragmento con arquitectura falsa y para las partes restantes de los volantes del fondo, utilicé compresas de celulosa. En los fragmentos de volantes que estaban completamente levantados y despegados del soporte, realicé una minuciosa consolidación entre capas. Por último, en todos los cuadros, realicé el enlucido y la restauración pictórica”.
Alessio Mantellassi, alcalde de Empoli, afirma: “El profundo surco dejado por un artista como Masolino demuestra cómo aún hoy, más de 600 años después de aquella época, nuestra ciudad es increíblemente rica en historia y cultura. Muchas obras son pilares de nuestro patrimonio, otras están siendo desveladas con importantes trabajos de restauración, y doy las gracias a quienes han contribuido hasta ahora al éxito de las obras. La asociación público-privada que hemos presentado hoy representa un pacto fundamental para el bien y el futuro de nuestra ciudad. De hecho, miramos al mañana para redescubrir muchos detalles de la historia ”en los albores del Renacimiento“”.
“La restauración del llamado San Ivo entre los alumnos”, se hace eco el concejal de cultura Matteo Bensi, “concluye la restauración del transepto derecho de Santo Stefano degli Agostiniani. Las restauraciones llevadas a cabo a lo largo de los años no sólo han contribuido a recuperar la idea de cómo debía ser la iglesia a mediados del siglo XV, sino que también han permitido realizar estudios que nos permiten interpretar el papel de Masolino en Empoli en 1424 de una manera diferente y ciertamente apasionante”. La restauración presentada esta tarde, que no habría sido posible sin el importante apoyo de la Fondazione CR Firenze y de Stefano Cappelli, ha sacado a la luz nuevos e importantes datos, que nos permiten reescribir parcialmente esa página de la historia de la ciudad".
“Esta intervención es el resultado de una virtuosa colaboración entre el mundo público, el privado y el de la restauración, que ha permitido no sólo valorizar un patrimonio artístico extraordinario, sino también redescubrir los significados y las historias dentro de la propia obra”, afirma Gabriele Gori, Director General de la Fondazione CR Firenze. "Empoli confirma su centralidad en el panorama del Renacimiento temprano, que recientemente pudimos valorizar y apreciar en la exposición dedicada a Masolino que promovimos junto con el Ayuntamiento de Empoli. El regreso a la comunidad de una obra maestra como San Ivo entre los alumnos representa perfectamente el sentido de nuestro compromiso: apoyar la belleza como valor colectivo".
“Esta obra de Masolino, conservada en la iglesia de Santo Stefano degli Agostiniani, revela nuevos aspectos gracias a la restauración”, explica la superintendente Antonella Ranaldi. "Por su amenidad y calidad, ha sido exhibida en exposiciones de todo el mundo en el último siglo y, por tanto, el mundo entero ha llegado a conocerla, ya que Sant’Ivo coi pupilli ha revelado, gracias al trabajo de la restauradora Lidia Cinelli y de los funcionarios de la Soprintendenza florentina Alfani Felici y Torricini, dos cosas una nueva identidad con una nueva propuesta iconográfica como representación de Santa Úrsula y las vírgenes y la presencia de una sinopia que nunca se ha investigado a fondo y que está a la espera de ser restituida a una legibilidad clara para abrir nuevas perspectivas sobre la vida artística de Empoli en el primer cuarto del siglo XV".
Stefano Cappelli y Cristiano Colorini, de Colorificio Cappelli, declaran: “Hemos decidido apoyar este proyecto como donantes con una conciencia que nos pertenece: la de los materiales. Porque detrás de toda gran obra hay también una materia prima -entonces invisible, pero esencial- que da forma al pensamiento del artista. En nuestro trabajo cotidiano se nos ocurre pensar que, a lo largo de los siglos, detrás de cada obra maestra siempre ha habido un comerciante, un artesano, un químico, un experto en pigmentos, que no firmó la obra, pero contribuyó a hacerla posible. El fresco atribuido a Masolino nos recuerda precisamente este equilibrio entre arte, técnica y materiales. Apoyar su restauración ha sido para nosotros una forma de honrar a quienes, con humildad y competencia, han trabajado siempre al servicio de los artistas y de la belleza, ayudándola a perdurar. Gracias a todos los que han hecho posible devolver esta obra maestra a la ciudad”.
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Masolino en Empoli, San Ivo entre los alumnos en la iglesia de Santo Stefano restaurada |
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