A partir del 2 de junio de 2025, el Ermitorio de Bronce de Herculano reabre sus puertas al público, exactamente un año después de que un turista utilizara un rotulador negro indeleble para dejar su “etiqueta” en uno de los antiguos muros de la casa romana. Este acontecimiento marca no sólo el regreso a la visita de uno de los espacios más preciados del yacimiento arqueológico, sino también la conclusión de una delicada operación de restauración en la que han participado restauradores, arqueólogos, técnicos y profesionales de la conservación.
El edificio, que conserva su antiguo trazado samnita, se distingue por una refinada decoración pictórica de estilo III, caracterizada por pinturas de paisajes.
La restauración se llevó a cabo en dos fases: una primera, de emergencia, para hacer frente a los daños causados por elvandalismo, y una segunda, más amplia, incluida en el programa extraordinario de mantenimiento de la domus del yacimiento.
Un aspecto muy importante fue la eliminación completa de la tinta indeleble de la pintura mural, una operación compleja que requirió un cuidadoso estudio preliminar para identificar la técnica más segura y eficaz para devolver a la obra su aspecto original. Las intervenciones en las superficies murales decoradas del atrio de la casa también incluyeron la consolidación de la película de pintura y de las capas preparatorias, así como la reparación de enlucidos modernos dañados por grafitis y grabados, en su mayoría de los años 1990 y 2000. Gracias a las intervenciones, fue posible devolver la legibilidad a las decoraciones originales y contrarrestar formas de degradación y actos de emulación como el ocurrido el año pasado.
La recolocación de un fragmento del enlucido original, que se derrumbó en 2019 y se conserva en los almacenes del Parque, da fe de la importancia de una gestión cuidadosa y continuada. En ambas fases del proyecto, el equipo multidisciplinar del Parque Arqueológico de Herculano y del Instituto Packard de Humanidades colaboró estrechamente con restauradores externos, adoptando un enfoque científico e integrado que armonizó las superficies y devolvió la coherencia y la dignidad a un entorno que había estado comprometido durante mucho tiempo.
La restauración se financió con fondos procedentes de la venta de entradas, complementados con fondos estatales (Ley de 23 de diciembre de 2014, nº 190 - Ley de Estabilidad de 2015). La domus se incluirá ahora en las rutas de visita del Parque y, en cumplimiento de los requisitos de conservación, se someterá a un mantenimiento regular para garantizar la plena accesibilidad de este espacio doméstico de la antigüedad a lo largo del tiempo.
“La Casa del Ermitage de Bronce vuelve por fin a contar su propia historia”, ha declarado Francesco Sirano, responsable delegado de la gestión del Parque, “como ejemplo concreto de renacimiento cultural y dedicación esforzada a la protección del patrimonio, y ya no como símbolo de decadencia. La reapertura de esta domus representa un momento de gran satisfacción, no sólo devolvemos al público un bien precioso, sino que reafirmamos el valor de la continuidad de los cuidados, la responsabilidad compartida y la capacidad de transformar una herida en una oportunidad de renacimiento. Este es el espíritu que guía nuestro trabajo diario”.
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| Herculano, la Casa de la Ermita de Bronce reabre un año después de ser vandalizada por un turista |
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