La Vuelta al Mundo 2023-2025 (con atraque en el puerto de Génova) de la Nave Scuola Amerigo Vespucci, buque histórico de la Marina Italiana, finalizó el 10 de junio. 5 continentes, 30 países, 35 puertos y más de 46.000 millas náuticas: la larga travesía del velero, que comenzó el 1 de julio de 2023, fue documentada por el fotoperiodista Massimo Sestini (Prato, 1963), fotógrafo toscano de estilo inconfundible, quien, a través de una serie de instantáneas, relató las escalas, las actividades, la formación de los alumnos, las misiones diplomáticas, pero sobre todo la promoción del Made in Italyen el mundo, aspecto fundamental de la travesía del velero. Ganador del premio World Press Photo en 2015, a lo largo de los años Sestini ha documentado Italia a través de los objetivos de las principales publicaciones internacionales, como The Guardian, L’Espresso, Die Zeit y National Geographic.
Desde la masacre de Capaci hasta el naufragio del Costa Concordia, desde el funeral de Juan Pablo II hasta los viajes de los emigrantes, Sestini ha relatado acontecimientos cruciales con una mirada a la vez técnica y poética. Su estilo combina virtuosismo técnico, audacia operativa y una visión profundamente personal: anticipándose al uso de drones, se ha establecido como pionero de la fotografía aérea y acrobática. De hecho, Massimo Sestini es capaz de volar por encima de las escenas y, al mismo tiempo, sumergirse en el abismo para ofrecer perspectivas fuera de lo común.
Las tomas en el velero registran la vida a bordo, las ceremonias en los puertos internacionales, las maniobras a vela y los detalles técnicos del barco. Su enfoque destaca la simetría de los mástiles, la luz natural de la escena. A esto hay que añadir una mirada aún más refinada. ¿De qué estamos hablando? Tomas de gran actualidad: las fotografías de Sestini retratan a los hombres y mujeres que componen la tripulación filmados en sus actividades cotidianas, sus uniformes y su aspecto. En este contexto, las obras del fotógrafo realzan la belleza de la unidad naval que, con toda probabilidad, el mundo entero nos envidia.
El Amerigo Vespucci, orgullo del Made in Italy, fue botado en los astilleros de Castellammare di Stabia en 1931. Nos referimos a un velero de 101 metros con 29 velas de lona olona, todavía cosidas a mano. Memorable en este sentido es la historia que se remonta a 1962, cuando en el Mediterráneo el portaaviones USS Independence se cruzó con elAmerigo Vespucci. Cuando le pidieron que se identificara: “¿Es usted el Amerigo Vespucci de la Marina italiana?”, el capitán Massimiliano Siragusa respondió afirmativamente. En ese momento, el estadounidense replicó: “Después de 60 años, sigue siendo el barco más hermoso del mundo”.
Pues bien, a través de sus fotografías, Sestini sigue defendiendo el mismo concepto de belleza con un enfoque que fusiona la investigación estética con una poderosa narrativa. Así, la documentación de la gira Vespucci 2023-2025 forma parte de una producción fotográfica que abarca diferentes contextos: acontecimientos políticos, crisis humanitarias, reportajes internacionales. El fotógrafo ya había fotografiado anteriormente el barco en contextos específicos, como la regata de vela Barcolana, un acontecimiento emblemático para la navegación italiana e internacional. En aquella ocasión, algunas de sus imágenes contribuyeron a difundir la figura del Vespucci más allá del ámbito estrictamente militar y acercarlo al gran público. Es precisamente aquí donde reside el talento de Sestini: en su capacidad para captar la fuerza del barco y evocar, a través de la imagen, toda la sugestión de los paisajes marinos. Este tipo de sensibilidad le consagra como un autor capaz de narrar el mar en todos sus matices.
“Tener la suerte de fotografiar la vuelta al mundo del Vespucci es la experiencia más extraordinaria de mi carrera profesional”, afirma el fotógrafo. En el caso de la gira del Vespucci, la documentación de Sestini se centró en el papel multifuncional del barco. Su trabajo también se caracteriza por el uso de perspectivas poco convencionales, un hábil manejo de la luz natural y una composición dinámica, idónea para ofrecer al público un punto de vista óptico completamente diferente. En este caso, la visión cenital se convierte en una herramienta narrativa. Revela el orden oculto en la complejidad y rinde homenaje al vínculo entre la máquina y el mar. Varios planos, algunos de ellos más cercanos, se detienen en cambio en los rostros, las manos, los uniformes, los detalles de las velas y los instrumentos de a bordo y devuelven una dimensión humana y concreta a la historia del viaje alrededor del mundo.
La toma que representa el barco, navegando en un mar dorado, probablemente al atardecer, tiene un fuerte impacto. La imagen está dominada por un contraste muy fuerte entre el negro del velero y la superficie del mar, que refleja la luz del sol como una extensión metálica, cálida y ondulante. ¿Qué pretende Sestini? Captar el velero a través de una sensación de solemnidad y majestuosidad que recuerda laepopeya de la navegación marítima. Así, la elección del contraluz moldea la escena en una visión pictórica. La misma tensión narrativa se encuentra en otro plano, igualmente impactante, en el que el Vespucci emerge entre las olas inquietas, visto desde el nivel del agua.
Aquí, la cámara es casi engullida por el mar. Sestini transforma así la hostilidad del mar en un objetivo expresivo y acentúa el dramatismo de la mirada. Todo ello confiere al barco un aura legendaria. También aquí la fotografía se convierte en un relato visual que evoca una narración a través de un uso extremo, pero medido, de la perspectiva y la luz. Sobre todo en la construcción del plano único, el estilo de Sestini recuerda sugerencias propias de los grandes cuadros del pasado. La imagen se relaciona idealmente con los mares tormentosos y las luces del románticoWilliam Turner (Covent Garden, 1775 - Chelsea, 1851), con la intensidad mística de la escena marina de 1850 Barco en mares tormentosos de Ivan Aivazovsky (Phaeodosia, 1817 - 1900), o con las composiciones de Claude Joseph Vernet (Aviñón, 1714 - París, 1789), podemos recordar, por ejemplo, Barcos en apuros frente a una costa rocosa de 1667, y Ludolf Bakhuizen (Emden, 1631 - Ámsterdam, 1708), maestros en la representación del encuentro entre la fragilidad humana y la inmensidad de los elementos naturales.
En su viaje, el fotógrafo investiga también el sentido más amplio de los viajes por mar como práctica colectiva y ocasión de encuentro entre culturas. Las fotografías relatan la actividad presente con una mirada que valora el pasado y observa el futuro. En las diferentes etapas del proyecto, Sestini también compartió muchas de las instantáneas a través de sus canales sociales, ampliando la difusión y el impacto de su trabajo.
“A la cabeza del mástil durante la vuelta al mundo del buque Amerigo Vespucci de la Marina Italiana”, anuncia bajo una toma publicada en Instagram. También son emblemáticos los posts (imágenes y vídeos) publicados con motivo de la llegada delVespucci a Venecia, a los Emiratos o a Trieste. "El#AmerigoVespucci llega a #Trieste trayendo consigo historias de mares lejanos y el extraordinario trabajo de la Gran Tripulación. Saludo al barco más bello del mundo", escribe en otro post. La de Sestini es, por tanto, una narración que mantiene constantemente la atención del público. La suya es una contribución que acompaña la hazaña marinera sin énfasis, pero con la conciencia de que cada viaje produce una huella. Y cada huella, si se registra cuidadosamente, puede convertirse en historia.
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El más bello del mundo: el Amerigo Vespucci en las instantáneas del fotoperiodista Massimo Sestini |
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