Cero armas nucleares. En Cerdeña, la exposición de Pedro Reyes por el desarme


Armas nucleares cero" es el título de la exposición del artista mexicano Pedro Reyes que, en las salas del Museo Nivola de Orani (Nuoro), pretende llamar la atención del público sobre los temas de la amenaza nuclear y el desarme.

El Museo Nivola de Orani (Nuoro) presenta, del 24 de septiembre de 2022 al 22 de febrero de 2023, la primera exposición en un museo italiano del artista mexicano Pedro Reyes (Ciudad de México, 1972), titulada ZeroNuclear Weapons. La exposición presenta la evolución de la campaña Zero Nukes, lanzada por el artista en colaboración con numerosas instituciones y personalidades del mundo del arte y la ciencia, para llamar la atención del público sobre la amenaza nuclear y presionar a los gobiernos para que reduzcan la producción y el desarme.

Zero Nukes (2020) es una escultura hinchable creada en el marco del proyecto Amnesia Atómica, promovido por el Boletín de los Científicos Atómicos, una asociación sin ánimo de lucro creada hace más de setenta años, tras las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, para concienciar sobre las tecnologías potencialmente letales para la humanidad. A la caída del Muro de Berlín en 1989 siguieron décadas de desatención y "amnesia colectiva". La amenaza nuclear, sin embargo, nunca ha desaparecido realmente, y con la invasión rusa de Ucrania ha vuelto al centro de las preocupaciones mundiales. El proyecto de Reyes enlaza, también iconográficamente, con las imágenes y simbología utilizadas en el siglo XX por grupos activistas y organizaciones comprometidas con la cuestión del desarme, como el Boletín y la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN).



Reyes se centra en el “Cero” como elemento gráfico, visual y conceptual común a todos los lenguajes, utilizado como símbolo de unidad global por una causa universalmente compartida: evitar la destrucción de la vida en la Tierra, y se inspira en el diseño del icónico Reloj del Juicio Final del Boletín de los Científicos Atómicos, creado en 1947 por la paisajista Martyl Langsdorf (1917 - 2013), esposa del físico y miembro fundador del Boletín Alexander Langsdorf. El reloj se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo a las catástrofes causadas por las armas nucleares, el cambio climático y las tecnologías disruptivas. Se muestra en forma de señal luminosa y se sitúa a 100 segundos de la medianoche según los cálculos de los científicos: el punto más cercano al apocalipsis desde su creación al final de la Segunda Guerra Mundial.

El lema “Cero armas nucleares”, traducido a infinidad de idiomas, se presenta en carteles de protesta pintados a mano, desdibujando la línea entre arte y activismo. La referencia es a la protesta mundial contra la carrera armamentística iniciada en 1958, que durante treinta años de resistencia masiva, de los sesenta a los ochenta, empujó a los gobiernos a reducir drásticamente sus arsenales nucleares.

La exposición incluye prendas de protesta elaboradas por la diseñadora mexicana Carla Fernández, que ya han sido utilizadas en una actuación de la compañía de danza Nohboards, un elemento que reafirma el esfuerzo de colaboración en favor del desarme mundial. El movimiento popular también se recuerda a través de un mural fotográfico creado en colaboración con la Campaña para el Desarme Nuclear (CND ) utilizando imágenes de archivo de aquella movilización mundial. Recurrente en los carteles es el símbolo de la paz, utilizado ahora en todos los contextos pacifistas, pero concebido originalmente como símbolo de oposición a las armas nucleares. De hecho, fue creado por el diseñador y activista Gerald Holtom en 1958, reelaborando el lenguaje del semáforo para indicar las letras D y N: desarme nuclear. El símbolo también aparece en Stockpile, una escultura compuesta por globos en forma de misil firmados y numerados que hacen referencia a las 12.705 cabezas nucleares existentes en el mundo. Un cierto número de globos de edición limitada se entregarán al público a cambio de una publicación en las redes sociales, invitando al público a desmantelar simbólicamente el arsenal nuclear mundial, al tiempo que se sensibiliza sobre las amenazas nucleares.

Reyes también se inspira en el símbolo de la paloma, de origen bíblico (la paloma que regresa al arca de Noé tras el Diluvio, portando una rama de olivo, signo de la presencia de la tierra y de la paz renovada entre Dios y el Hombre) pero que se ha convertido en un emblema secular y universal a lo largo de los siglos.

En particular, Reyes se refiere a la escultura de Costantino NivolaHombre de Paz, creada por el artista sardo en 1968 para la Ruta de l’Amistad, un conjunto monumental formado por 19 esculturas de artistas internacionales convocados para colaborar con motivo de los Juegos Olímpicos de Ciudad de México. Situada a poca distancia de las Torres de los Vientos de Gonzalo Fonseca, construidas en la misma ocasión y transformadas por Reyes en un espacio artístico independiente de 1996 a 2002, la escultura de Nivola ha sido una presencia importante a lo largo de los años tanto conceptual como estilísticamente. El espíritu delHombre de la Paz, con el brazo en alto “en un acto de protesta y advertencia contra la maldad de los gobiernos beligerantes”, como escribió Nivola, vive de nuevo en una gran escultura de madera de formas andróginas que eleva al cielo una mano-colomba creada por Reyes, un homenaje a Nivola así como a aquellos artistas, desde Picasso a Le Corbusier o Niemeyer, que se han medido con este sencillo pero poderoso símbolo.

En el antiguo lavadero de Orani, ahora sede de las exposiciones temporales del Museo Nivola, el hongo atómico y la mano de paloma se yuxtaponen como símbolos de los miedos y esperanzas de la humanidad.

El proyecto se completa con una serie de carteles de Artistas contra la Bomba, una campaña mundial contra la bomba atómica promovida por Reyes y aún en marcha. En el interior del museo y en las calles de Orani podrán verse grabados de Harrell Fletcher, Tsubasa Kato, Santiago Sierra, Mónica de la Torre y Monica Bonvicini, obras que reflexionan sobre nuestro renovado miedo colectivo y documentan la contribución de la comunidad creativa al desarme nuclear.

Pedro Reyes

Pedro Reyes (Ciudad de México, 1972) vive y trabaja en Ciudad de México. Se ha establecido internacionalmente con sus proyectos a gran escala que abordan cuestiones sociales y políticas a través de diferentes medios como la escultura, la performance, el vídeo y el activismo. Reyes explora, a menudo en colaboración con asociaciones e instituciones, las formas en que se puede fomentar el cambio a través de la comunicación, la creatividad, la alegría y el humor. En los últimos años Reyes se ha dedicado a la escultura, con obras en piedra volcánica, mármol, bronce y acero que miran al modernismo y a las antiguas culturas sudamericanas en una variedad que va de lo íntimo a lo monumental, de lo antiguo a lo moderno, de lo sagrado a lo funcional. Ha expuesto individualmente en MARTa Herford, Herford, Alemania (2022); Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, Monterrey, México (2022); Museo Tinguely, Basilea, Suiza (2020); SCAD, Georgia, EE.UU. (2019); Creative Time, Nueva York, EE.UU. (2016); Dallas Contemporary, TX, EE.UU. (2016); La Tallera, Cuernavaca, México (2016); Hammer Museum, Los Ángeles, CA, EE. UU. (2015); ICA, Miami, FL, EE. UU. (2014); The Power Plant, Toronto, Canadá (2014); Walker Art Center, Minneapolis, MN, EE. UU. (2011); Guggenheim Museum, Nueva York, NY, EE. UU. (2011); CCA Kitakyushu, Japón (2009); Bass Museum, Miami, FL, EE. UU. (2008;) y San Francisco Art Institute, CA, EE. UU. (2008). También ha participado en numerosas exposiciones colectivas, como la Bienal de Pekín, China (2014); dOCUMENTA (13), Kassel, Alemania (2012); Bienal de Liverpool, Reino Unido (2012); Bienal de Gwangju, Corea del Sur (2012); Bienal de Lyon, Francia (2009); y la 50ª Bienal de Venecia (2003). En 2016 fue el primer Dasha Zhukova Distinguished Visiting Artist en el Center for Art, Science & Technology (CAST) del Massachusetts Institute of Technology de Cambridge, Massachusetts.

Cero armas nucleares. En Cerdeña, la exposición de Pedro Reyes por el desarme
Cero armas nucleares. En Cerdeña, la exposición de Pedro Reyes por el desarme


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