Una obra maestra de Gerrit Dou vuelve al mercado después de un siglo: a la venta en Christie's


La primera obra maestra de Gerrit Dou, el Flautista, será la estrella de la venta nocturna de Christie's Old Masters el 2 de diciembre en Londres, con una estimación de entre 2 y 3 millones de libras. Tras más de un siglo en una colección inglesa, la obra reaparecerá por primera vez en el mercado.

Después de más de un siglo, vuelve al mercado una rara obra maestra del siglo XVII holandés. El flautista, la primera representación de un músico pintada por Gerrit Dou (Leiden, 1613 - 1675), será el lote principal de laOld Masters Evening Sale organizada por Christie ’s el 2 de diciembre en Londres como parte de la Classic Week. La obra, estimada entre 2 y 3 millones de libras (2,27 - 3,41 millones de euros), representa una de las cumbres de la producción temprana del artista, uno de los mejores discípulos de Rembrandt van Rijn y figura destacada de la escuela de Leiden.

Según Maja Markovic, directora de la Old Masters Evening Sale de Christie’s Londres, “el constante interés de Dou por la pintura a través de los siglos queda confirmado por esta extraordinaria obra. Su aparición en el mercado por primera vez en más de cien años ofrece a una nueva generación de coleccionistas la oportunidad de adquirir una obra maestra temprana de un artista cuya maestría técnica sigue encantando hoy como hace cuatro siglos”.

El flautista se considera una vanitas, una pintura cargada de simbolismo, en la que la música, el conocimiento y el tiempo se convierten en metáforas de la fragilidad de la vida. Dou, al igual que Rembrandt, perteneció a esa generación de artistas holandeses que transformaron la pintura de género en un lenguaje culto e intelectual, capaz de combinar introspección, virtuosismo técnico y alegoría moral. La obra se distingue por su extrema meticulosidad: los detalles microscópicos y la superficie lisa y esmaltada borran todo rastro de pincelada, resultado de una técnica que exigía semanas de trabajo por cada centímetro de lienzo.

Gerrit Dou, flautista
Gerrit Dou, flautista

El cuadro, creado hacia finales de la década de 1730, pertenece al periodo en el que Dou estaba definiendo su firma estilística, caracterizada por una delicada representación de la luz y un enfoque casi científico de la representación. Con el Flautista, el artista inaugura la serie de temas musicales que se repetirán a lo largo de su carrera, situando la figura del músico como emblema del conocimiento y del placer efímero.

En el cuadro, un joven flautista mira directamente al espectador, estableciendo un diálogo silencioso e íntimo. La mirada del protagonista, tranquila pero penetrante, es un rasgo distintivo de Dou, que a menudo hacía de sus personajes espejos de contemplación y conocimiento. Alrededor del músico, objetos con valor simbólico narran un universo de alusiones morales: un reloj de arena, una viola, libros, globos terráqueos y celestes, instrumentos de estudio y objetos de arte que remiten al paso del tiempo y a la precariedad de las ambiciones humanas.

Esta dialéctica entre intelecto y sensualidad, entre conocimiento y fugacidad, encontró gran resonancia en la Leiden del siglo XVII, ciudad universitaria e intelectual donde vivió y trabajó Dou. El público culto de la época, formado por eruditos, coleccionistas y comerciantes, reconocía en estos temas alegóricos un refinado lenguaje simbólico, reflejo de la mentalidad humanista holandesa.

Además de su valor iconográfico, el Flautista representa un documento fundamental de la carrera de Dou. De hecho, es su primera representación de un músico: un tema que el artista retomaría más tarde en diversas variaciones, declinando el motivo del flautista en una clave cada vez más íntima y reflexiva.

En cuanto a su procedencia, la obra tiene una historia ilustre. Permaneció en la misma colección inglesa durante 125 años, habiendo pertenecido a William Proby, 5º conde de Carysfort (1836-1909), quien la conservó en Elton Hall, Cambridgeshire, hacia 1900. Desde entonces ha pasado por descendencia directa, sin haberse ofrecido nunca en el mercado público. Su aparición en subasta es, por tanto, un acontecimiento excepcional para coleccionistas y estudiosos.

La fama de Gerrit Dou en el siglo XVII era comparable a la de los más grandes maestros holandeses. Alumno de Rembrandt y fundador de la llamada "Escuela de Leiden", Dou era conocido por la precisión maníaca de su técnica y su habilidad para pintar superficies tan lisas que parecían reales. Su maestría le valió el favor de grandes mecenas europeos, entre ellos Cosme III de Médicis, el archiduque Leopoldo Guillermo de Austria e incluso el rey Carlos II de Inglaterra, a quien el gobierno holandés donó tres de sus cuadros como gesto diplomático al acceder al trono en 1660.

Dou también era muy apreciado por el diplomático Pieter Spiering, enviado de la corona sueca a La Haya, que le pagaba una cuota anual de quinientos florines sólo por tener derecho de tanteo sobre sus obras. Estos hechos atestiguan hasta qué punto el pintor ya era apreciado en vida y cómo su producción, limitada en número y complejidad ejecutiva, estaba reservada a un mecenazgo de muy alto nivel.

A lo largo de los siglos, la admiración por Dou nunca ha decaído. Los coleccionistas británicos y estadounidenses del siglo XIX, atraídos por la perfección formal y la pureza moral de sus pinturas, contribuyeron a consolidar su reputación internacional. El propio Tocador de laúd se consideraba un ejemplo ideal de su estilo “joyero”, en el que la pintura se convierte en un espejo del tiempo y la vida interior.

En los últimos años, el interés por Gerrit Dou y los maestros holandeses menores del siglo XVII ha experimentado una renovada atención en el mercado. Christie’s estableció un récord mundial de subasta para una obra del artista en 2023 con Mujer joven con liebre y niño en la ventana, que se vendió por 7 millones de dólares durante la famosa venta de obras maestras de Rothschild. Este resultado marcó un punto de inflexión en la revalorización de Dou, confirmándolo como uno de los protagonistas más cotizados de la pintura barroca holandesa.

Una obra maestra de Gerrit Dou vuelve al mercado después de un siglo: a la venta en Christie's
Una obra maestra de Gerrit Dou vuelve al mercado después de un siglo: a la venta en Christie's


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