La decimoctava campaña de excavaciones de la Misión Arqueológica Italiana en Anatolia Central, llevada a cabo por la Universidad de Pisa en el yacimiento de Uşaklı Höyük, en la meseta de Anatolia Central, ha finalizado recientemente. La actividad dio lugar a importantes descubrimientos, entre ellos el hallazgo de restos humanos infantiles en un contexto que sugiere prácticas rituales del periodo hitita. El grupo de arqueólogos de Pisa, dirigido por Anacleto D’Agostino, profesor de Arqueología e Historia del Arte de Asia Occidental, estaba formado por estudiantes y arqueólogos del Departamento de Civilizaciones y Formas de Conocimiento y trabajó en un proyecto internacional junto con investigadores de las universidades de Koç (Estambul), Siena, Florencia, UCL (Londres), Bozok (Yozgat), Sapienza (Roma) y Hacettepe (Ankara).
Las investigaciones más recientes han profundizado en el conocimiento de la llamada Estructura Circular de época hitita, identificada en 2021, ayudando a esclarecer su función y contexto de uso. Las excavaciones también han proporcionado elementos útiles para comprender la evolución del asentamiento a partir de la Edad del Hierro, ofreciendo nuevas interpretaciones sobre las cambiantes estructuras sociales y políticas.
Entre los hallazgos más interesantes se encuentran los restos de siete infantes, en estrecha relación con la Estructura Circular, una enigmática estructura arquitectónica de piedra que ya había suscitado especulaciones en el pasado sobre su función de culto. Los huesos no están colocados en tumbas propiamente dichas, sino que van acompañados de fragmentos de cerámica, cenizas y restos de animales. Aunque las fuentes hititas carecen de indicaciones precisas sobre los rituales para los niños difuntos, los descubrimientos de Uşaklı refuerzan la idea de una zona destinada a su deposición, similar a los tophet fenicios y púnicos.
Especialmente significativo es el hallazgo de un diente de niño, que podrá proporcionar una datación absoluta y, gracias a su buen estado de conservación y a su clara localización estratigráfica, datos genéticos sobre la población hitita del yacimiento, mediante análisis de ADN actualmente en curso en el laboratorio Human_G de la Universidad Hacettepe de Ankara.
El contexto de estos hallazgos es el Área F, donde han aparecido nuevos muros atribuibles a una fase tardía de ocupación hitita. Los muros respetan la presencia de la Estructura Circular, lo que sugiere su uso continuado y el reconocimiento de su valor a lo largo del tiempo. En el lado oriental, la estratificación de los adoquines indica una frecuentación prolongada, quizá de carácter cultual. Esta evidencia hace más plausible la hipótesis de que la estructura era central en el espacio sagrado del asentamiento, en relación con el culto al Dios de la Tormenta, la deidad principal de la ciudad hitita de Zippalanda, que varios estudiosos identifican ahora con Uşaklı Höyük.
Además del área F, la campaña 2025 abarcó la acrópolis, donde se reconstruyó por primera vez una imagen de las viviendas y los espacios abiertos entre la Edad del Hierro y el periodo helenístico. Un ensayo a cuatro metros de profundidad reveló un depósito de destrucción con piedras quemadas y cenizas, fechable en la Edad del Hierro Media, que puede ofrecer nuevas perspectivas sobre un periodo aún poco documentado en la región. La secuencia de suelos pavimentados y puntos de fuego, junto con el hallazgo de un brasero de piedra, indica una continuidad de uso de la zona; la ausencia de vestigios medievales, presentes en cambio en la ciudad baja, confirma el abandono de la zona en un periodo posterior.
En la zona G, en cambio, prosigue el estudio de la necrópolis medieval: los análisis genéticos de una familia enterrada están proporcionando información sobre el poblamiento medieval de la meseta de Anatolia tras la batalla de Manzinkert (1071 d.C.).
Además de los datos arquitectónicos y antropológicos, el estudio de los hallazgos ha permitido comprender mejor las prácticas alimentarias, productivas y rituales. La variedad de especies animales encontradas, tanto domésticas como salvajes, refleja un paisaje heterogéneo y una economía mixta de agricultura y caza. En el área F, una fosa del periodo tardío que contenía restos enteros de caballos, asnos, vacas, cabras y una liebre podría estar relacionada con ceremonias o acontecimientos colectivos. Los análisis de la cerámica prosiguen con los experimentos de arqueología alimentaria, mientras que el estudio de las semillas, el carbón vegetal y las muestras de tierra flotada pretende reconstruir el contexto medioambiental y las prácticas agrícolas.
La investigación sobre el ADN humano y animal promete ampliar el conocimiento biológico de las antiguas poblaciones de Anatolia.
El proyecto, la única misión italiana a un asentamiento hitita en el corazón de su madre patria, es fruto de la colaboración entre la Universidad de Pisa e instituciones turcas y europeas, posible gracias al apoyo de la Dirección General de Patrimonio Cultural de Turquía y financiado por el Ministerio italiano de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, la Fundación para el Mediterráneo Oriental, la Universidad de Oxford y el Proyecto PRIN AlandA con fondos de la UE Next Generation.
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Arqueólogos de la Universidad de Pisa en Anatolia central: nuevos descubrimientos en la enigmática Estructura Circular |
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