En Abu Qair, al noreste de Alejandría (Egipto), tres estatuas de gran importancia histórica han resurgido de las aguas del mar Mediterráneo. Se trata de la primera operación de recuperación submarina de esta magnitud realizada en Egipto en los últimos veinticinco años. A la extracción asistieron las principales autoridades civiles y militares del país, entre ellas el Ministro de Turismo y Antigüedades, Sharif Fathi, el Gobernador de Alejandría Ahmed Khaled Hassan Saeed, el Comandante de las Fuerzas Navales y el Comandante de la Zona Militar Norte.
Las tres obras extraídas incluyen una estatua colosal de cuarzo de Abu Houl, con las cartelas de Ramsés II, una figura de granito perteneciente a un personaje no identificado de finales del periodo báltico, dañada en el cuello y las rodillas, y una estatua de mármol blanco que representa a un noble romano. La retirada se llevó a cabo bajo una amplia cobertura mediática, con la asistencia de embajadores y cónsules extranjeros, así como de representantes del Consejo Supremo de Antigüedades y de la Autoridad General Egipcia para la Promoción del Turismo.
El ministro Fathi expresó su gratitud a las Fuerzas Armadas, la Marina y la Autoridad de Ingeniería Militar por su cooperación en las operaciones de búsqueda y recuperación. También destacó el apoyo político recibido por el sector arqueológico, señalándolo como un elemento decisivo para salvaguardar la identidad cultural nacional. De hecho, según el ministro, Egipto seguirá respetando las directrices de la Convención de la UNESCO sobre el Patrimonio Cultural Subacuático, manteniendo parte de los artefactos en el lecho marino y trasladando otros a la superficie siguiendo estrictos criterios y normas científicas. Por su parte, el gobernador de Alejandría, Ahmed Khaled Hassan Saeed, destacó el valor del descubrimiento como restauración de una parte de la historia de Egipto, vinculándolo al actual proceso de transformación urbana de la región. También se refirió a los proyectos de infraestructuras en curso, como el metro y el desarrollo del puerto de Abu Qair, que calificó de elementos clave para el crecimiento económico y la mejora de la región.
El Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades, Mohamed Ismail Khaled, también destacó la importancia del yacimiento. Abu Qair, recordó, representa una zona arqueológica de excepcional importancia, que ya ha sido objeto de anteriores campañas de investigación. La operación actual se produce veinticinco años después de la última gran actividad de recuperación subacuática, tras la firma en 2001 del acuerdo con la UNESCO para la protección del patrimonio subacuático.
Las investigaciones más recientes han confirmado la presencia de estructuras estables que permanecieron sumergidas durante mucho tiempo, probablemente debido a fenómenos geológicos o terremotos que provocaron su hundimiento bajo el nivel del mar. Según los datos recogidos, el yacimiento corresponde a una ciudad de época romana, con edificios, templos, cisternas de agua, peceras, un puerto y muelles. Algunos estudiosos creen que podría tratarse de una prolongación de la ciudad de Canopus, de la que ya se habían encontrado importantes restos en la misma zona. La estratificación del yacimiento ha aportado pruebas de distintas fases históricas, desde la época faraónica a la báltica, pasando por la romana, la bizantina y la islámica, perfilando una continuidad de asentamientos que convierte a Abu Qair en uno de los principales centros de estudio de la arqueología subacuática. Las investigaciones llevadas a cabo también han permitido descubrir una gran variedad de artefactos: ánforas con sellos comerciales y fechas de producción, restos de un barco mercante con un cargamento de frutos secos y una balanza de cobre, estatuas reales y figuras de Oushabti, anclas de piedra, monedas de época romana, bizantina e islámica, así como cerámicas, platos, tanques de cría y un paseo marítimo de 125 metros de largo.
Por ello, las autoridades egipcias han anunciado que la búsqueda proseguirá en los próximos meses y que, una vez concluidas las fases de exploración y estudio, podrían desvelarse nuevos hallazgos, incluido un barco arqueológico. La perspectiva es ampliar el conocimiento del patrimonio subacuático de Alejandría, en un contexto que aún permanece en gran medida inexplorado. El descubrimiento de Abu Qair forma parte de un programa nacional de valorización del patrimonio subacuático, promovido por instituciones egipcias y apoyado por diversos organismos internacionales. El objetivo es doble: por un lado, la conservación de testimonios históricos únicos y, por otro, su integración en la estrategia de desarrollo turístico del país. Según datos facilitados por el Ministerio de Turismo, Egipto recibió el año pasado unos 15,8 millones de visitantes, con la intención de seguir aumentando estas cifras mediante una diversificación de la oferta cultural.
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Reaparecen tres estatuas en Abu Qair (Alejandría, Egipto): primer hallazgo en 25 años |
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