El miércoles 4 de junio, el Museo Arqueológico Nacional de Orvieto acogió la presentación oficial de los resultados del proyecto Meraviglie recuperate. La restauración de las antefijas etruscas de Orvieto, realizado en el marco de las iniciativas promovidas por la plataforma Art Bonus. El proyecto representó un ejemplo concreto de colaboración entre instituciones públicas y sujetos privados de la zona, en el que participaron doce empresas miembros de Confindustria Umbria-Sección Territorial Orvieto. El proyecto, con una financiación de6 .000,00 euros, fue coordinado por los Museos Nacionales de Perugia, dependientes de la Dirección Regional de Museos Nacionales de Umbría, y permitió recuperar tres antefijas etruscas, artefactos arquitectónicos de terracota que datan del periodo comprendido entre los siglos V y III a.C.
La contribución económica de empresas locales hizo posible todo el proyecto de restauración, iniciado y propuesto por el museo de Orvieto, demostrando cómo la protección y valorización del patrimonio cultural puede convertirse en un objetivo compartido y sentido por las comunidades locales. El proyecto se realizó gracias a la financiación de doce empresas locales, que decidieron apoyar la intervención a través de la plataforma Art Bonus, la herramienta legislativa que permite donaciones liberales en favor de la cultura con beneficios fiscales para los donantes. Las empresas participantes son: Basalto La Spicca, Ceprini Costruzioni, C.I.S.E. - Costruzioni Idrauliche Stradali Edili, Compagnia del Cotone e della Seta, Famiglia Cotarella, Gruppo Biagioli, I.P.C. - Impresa Petrangeli Cesare, La Romana Farine, Mira Orvieto, Quattroluglio-Hotel Orvieto, Termopetroli y Welcare Industries.
“La restauración de los tres antefijados conservados en los depósitos de la MANOR”, afirma el restaurador que supervisó el proyecto, Alessandro Danesi, “fue unaoportunidad de profundizar en el conocimiento de la historia y la técnica constructiva de estos excepcionales artefactos, comparando uno de los antefijos del Templo de Belvedere, del que se exponen otros ejemplares en el Museo, con dos antefijos procedentes de una excavación improvisada que lamentablemente no aportó ningún dato sobre el edificio original en cuyo tejado se insertaron los dos antefijos. Los tres objetos son de terracota, con evidentes restos de pintura, pero su historia de conservación es diferente. El antefijo del Templo del Belvedere se restauró parcialmente en los años sesenta, con una reconstrucción adicional en yeso de las partes que faltaban, pero sin limpiar las superficies originales, mientras que los otros dos antefijos nunca se restauraron. Los objetivos de la restauración eran dos: sacar a la luz los restos de los colores originales y, sólo en el antefijo del Templo del Belvedere, intentar una intervención crítica sobre los añadidos de yeso realizados en la época y que respondían a una estética anticuada que quería reproducir la forma del original, reconstruyendo el modelado, sin abordar la limpieza de las partes originales, que en cambio revelaron los notables efectos cromáticos con la intervención actual. Las soluciones adoptadas en esta restauración pretenden proponer una posible solución para llevar a cabo en el futuro una intervención crítica en los otros hallazgos del Templo del Belvedere, también expuestos en el MANOR, y también sometidos al mismo tipo de pesada restauración complementaria y desde entonces ya no investigados. Fue una intervención de restauración rica en indicaciones y sugerencias y llena de implicaciones para futuras intervenciones más amplias, porque en restauración la mejor manera de proceder es empezar siempre por las cosas pequeñas, procediendo paso a paso y con cautela”.
Los tres antefijados objeto de la intervención son un ejemplo de la producción artística de Volsinii, la antigua Orvieto etrusca. Son elementos decorativos de terracota que antaño adornaban los tejados de los templos, testimonio del nivel técnico y creativo alcanzado por los talleres locales. En particular, los dos antefijos denominados A y B, fechables a finales del siglo IV y principios del III a.C., representan una cabeza humana que emerge de una diadema de acanto. Esta tipología iconográfica es una de las innovaciones artísticas de la escuela volsinii, cuya actividad se prolongó hasta la conquista romana de la ciudad. El antefijo identificado como C, en cambio, presenta rasgos estilísticos que recuerdan directamente la mano de Fidias, conocido escultor de la antigua Grecia. Puede datarse entre finales del siglo V y principios del IV a.C.
A pesar de la falta de documentación detallada sobre el contexto en el que se encontraron los antefijos, así como del uso generalizado de los mismos moldes para la producción en serie de artefactos destinados a diferentes santuarios, ha sido posible formular hipótesis fiables sobre su procedencia. Las comparaciones con terracotas similares halladas en la zona arqueológica de Vigna Grande sugieren una procedencia plausible de los antefijados A y B de este yacimiento. En cuanto al espécimen C, en cambio, las similitudes formales con otros testimonios artísticos sugieren un posible vínculo con la zona del Belvedere, otra zona sagrada de la antigua Orvieto.
“La limpieza ha puesto de relieve la rica paleta empleada por los antiguos artesanos, revelando también detalles difíciles de apreciar a simple vista, como la presencia de gránulos de probable ’azul egipcio’”, señala el restaurador. “Es de esperar que en el futuro se lleven a cabo estudios científicos sistemáticos que sitúen a Orvieto, importante centro de la civilización etrusca, dentro del estrecho panorama de los estudios sobre la pintura etrusca en terracota”. La intervención crítica sobre los añadidos de escayola trató de remediar algunas de las limitaciones objetivas del trabajo, aunque valioso, de antiguos colegas, utilizando una técnica colorista contemporánea de abstracción cromática. Se intentó resaltar sólo los fragmentos originales, limpiando cuidadosamente los bordes de los fragmentos originales y rebajando el modelado de las integraciones, sugiriendo las formas sin los detalles, y sobre todo eliminando la pesada capa de témpera marrón que a menudo sobrepasa los colores originales, degradando las superficies con un aspecto uniformemente plano.
La importancia del proyecto reside también en la posibilidad de reconstruir, mediante la restauración y el estudio de los antefijados, el contexto arquitectónico y religioso de las estructuras etruscas de los templos de la zona. De este modo, los trabajos de restauración han devuelto la integridad estructural y la legibilidad a los artefactos y han ofrecido al público la oportunidad de apreciar su valor histórico, artístico y cultural. Los antefijados restaurados vuelven a exponerse en las salas del museo y enriquecen el recorrido expositivo con nuevos elementos de conocimiento sobre el mundo etrusco.
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Tres antefijas etruscas en Orvieto restauradas gracias al proyecto Art Bonus con el apoyo de 12 empresas |
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