Una obra maestra del pintor napolitano Fedele Fischetti (Nápoles, 1732-1792), Il Trionfo della Notte (El triunfo de la noche), hacia 1765, ha resurgido del olvido de la historia, ofreciendo un raro registro visual de la vida intelectual y ocultista del Nápoles del siglo XVIII. La obra fue identificada hace tres años por el marchante de arte Christopher Bishop en una casa de subastas de Londres, donde había pasado desapercibida por no estar atribuida, y ahora se exhibe en una exposición titulada La alquimia y el pintor. El triunfo de la noche, de Fedele Fischetti, que se presenta en la galería del anticuario estadounidense en Nueva York del 30 de octubre al 12 de diciembre.
El cuadro se revela como un documento fundamental para comprender la compleja visión del mundo esotérico que compartían el artista y su presunto mecenas, Raimondo di Sangro, VII príncipe de Sansevero (Torremaggiore, 1710 - Nápoles, 1771). El noble, conocido por ser el Gran Maestre fundador de la masonería napolitana, filósofo y alquimista, encargó a Fischetti, decorador de palacio, que pintara la obra precisamente en el momento en que estaba más ocupado en sus experimentos de alquimia e intentos de palingenesia, o resurrección.
La obra, según Bishop, estaba destinada a los masones de más alto nivel y a los ocultistas experimentados, los únicos capaces de navegar por su intrincado laberinto simbólico. Al principio, el marchante se sintió desconcertado por el denso y aparentemente contradictorio simbolismo del cuadro. Sin embargo, la interpretación de ciertas figuras, como el hermafrodita clásico, no a través de la mitología griega sino como un experimento alquímico, desentrañaría en su opinión la comprensión de toda la composición. La obra representaría la fusión perfecta de lo masculino y lo femenino, un concepto central en el proceso alquímico.
Esta clave de interpretación ha permitido descodificar la obra como una compleja alegoría de las etapas de la alquimia, donde cada parte, incluida la figura de Harpócrates (el dios griego del silencio y los secretos), indica el camino a seguir. El cuadro, mezcla de pompa barroca y enigma ilustrado, traza un camino de la ignorancia a la iluminación, inspirándose en las tradiciones iconográficas egipcia, griega, romana, judía y cristiana.
Según los estudiosos, el Triunfo de la Noche no es una simple alegoría, sino más bien un objeto ritual, un talismán, un registro visual de la iniciación mística y la alquimia espiritual, que sirve de puente entre el Renacimiento y la Ilustración. Bishop considera que la obra es casi única, y subraya cómo la alquimia de la época no sólo se consideraba una práctica mística, sino también una protoquímica, pues la propia pintura se consideraba una forma paralela de alquimia metafórica, dado que compartía materiales como el bermellón (azufre y mercurio).
Enriquecen la exposición en la sede de Bishop varias reliquias mágicas y objetos funcionales coetáneos, incluidos amuletos gnósticos y egipcios, que profundizan aún más en el contexto simbólico de la obra. La inauguración del cuadro se produce en un momento histórico en el que se revalorizan los elementos ocultistas de la Ilustración, elementos a menudo pasados por alto o deliberadamente ignorados por la historiografía dominante debido al pudor académico ante tales temas.
![]() |
| EE.UU., una obra maestra esotérica de Fedele Fischetti pintada para Raimondo di Sangro redescubierta |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.