El Palacio Braschi redescubre el rostro perdido de la Roma medieval


El Museo de Roma, en el Palazzo Braschi, acoge la exposición "Roma medieval. La cara perdida de la ciudad': a través de más de 160 obras, pretende redescubrir la cara perdida de Roma entre los siglos VI y XIV y su papel fundamental en la Europa cristiana y medieval.

Del 21 de octubre de 2022 al 5 de febrero de 2023, el Museo di Roma, en el Palazzo Braschi, acogerá la exposición Roma medievale. La cara perdida de la ciudad, comisariada por Anna Maria D’Achille y Marina Righetti, que pretende redescubrir la cara perdida de Roma entre los siglos VI y XIV y su papel fundamental en la Europa cristiana y medieval tanto para los peregrinos como para los gobernantes y emperadores.

Se expondrán más de 160 obras, entre mosaicos, frescos y obras muebles, que abarcan un periodo de tiempo comprendido entre los siglos VI y XIV, desde la época del Papa Gregorio Magno hasta la inauguración del primer Jubileo en 1300, procedentes de sesenta prestadores entre museos, organismos religiosos e instituciones públicas y privadas. Las obras se dividirán en nueve grandes núcleos temáticos con el objetivo de arrojar luz sobre el aspecto de una ciudad que aún pervive en parte, aunque a menudo se oculte. También se expondrán documentos procedentes en su mayoría de yacimientos y colecciones romanas, con el objetivo de invitar a los ciudadanos romanos a redescubrir las riquezas de su ciudad.



Se acompaña al público a través de los pliegues históricos, arquitectónicos y artísticos de la Roma medieval, a través de sus lugares más emblemáticos, como basílicas y palacios, pero también gracias a la reconstrucción del contexto medioambiental, ahora profundamente transformado. La inmersión en la realidad de la Edad Media romana se profundiza después analizando el rico mecenazgo de papas y cardenales, la actividad de artistas y talleres que contribuyeron a la fascinación ejercida por la Urbe, meta de peregrinación también para reyes y emperadores.

Los visitantes serán guiados por aparatos didácticos y por el catálogo editado por estudiosos que, en más de cuarenta años de estudio e investigación, han desvelado el rostro medieval de la ciudad. El recorrido, un viaje ideal a Roma, pone al visitante en la piel del peregrino medieval que, inmerso en la fascinación de la antigua Roma, se sentía animado por el deseo de entrar en contacto con los primeros testimonios del cristianismo y las reliquias de los mártires. La presencia de la sede papal hizo de la Urbe un polo político de primera importancia, en el centro de complejos enredos políticos y diplomáticos.

A continuación, descubriremos la importancia de algunos de los lugares más emblemáticos de la Roma medieval, tanto desde el punto de vista religioso como político: el vasto complejo de Letrán, primera basílica cristiana, catedral de Roma y sede de los papas durante la Edad Media; San Pedro en el Vaticano, lugar de la tumba de Pedro y meta de peregrinos de toda la Europa cristiana; San Pablo Extramuros, memorial del Apóstol de las Gentes, y Santa María la Mayor, custodia de las reliquias del Pesebre y primera basílica dedicada a la Virgen. Monumentos que han cambiado profundamente en la actualidad, pero de los que aún se conservan vestigios medievales de importancia fundamental. A través de una selección selectiva de objetos, se ofrece una idea de la inmensidad de los cuatro complejos basilicales y de la riqueza de las obras de arte que caracterizaban estos lugares.

Se prestará especial atención a la particular relación entre la ciudad y el papado. Una relación compleja que unió, a la vez que identificó, a la Urbe y a sus papas a lo largo de la Edad Media. Así, el público podrá conocer a los papas más representativos de la época, como Gregorio Magno, León III, Inocencio III y Bonifacio VIII, protagonistas de momentos clave de la Edad Media. La gran sala del museo estará escenográficamente dedicada a un paseo ideal por el espacio sagrado de una iglesia medieval, en la que se expondrán numerosos objetos muebles, como frescos y mobiliario litúrgico, así como preciosos relicarios y ornamentos, que llevarán a los visitantes a un viaje en el tiempo, siguiendo las huellas de la liturgia medieval. La re-presentación del espacio sagrado es también una oportunidad para explorar algunos aspectos particulares, como la devoción popular romana, con especial atención a los iconos marianos que aún hoy se conservan en las iglesias de la ciudad; o el caso emblemático de la decoración al fresco de Santa Croce in Gerusalemme. Un ciudadano, un peregrino o un visitante que paseaba por las calles de la Roma medieval tenía ante sus ojos una ciudad completamente distinta a la que vemos hoy. El recorrido de la exposición está jalonado por dos interludios urbanos que, con la ayuda de grabados y dibujos, restituyen en parte el rostro medieval perdido de la ciudad. Así pues, el recorrido de la exposición pretende también hacernos reflexionar sobre cómo se vivía en Roma en la Edad Media. Una serie de pequeños pero preciosos objetos procedentes de la Crypta Balbi cuentan al visitante historias de la vida cotidiana con talleres, artistas y artesanos.

La exposición termina con una sala dedicada a la comunidad judía que se estableció en Roma ya en el siglo II a.C.. Roma, pues, por su propia naturaleza de centro de poder, político, económico y religioso, siempre ha estado en el centro de un denso entretejido de culturas. Algunos manuscritos atestiguan, aunque parcialmente, el nivel de esta extraordinaria koinè.

La exposición está promovida por Roma Culture, Sovrintendenza Capitolina ai Beni Culturali, en colaboración con la Universidad Sapienza de Roma - Departamento de Historia Antropología Religiones Arte Performance, y organizada por Zètema Progetto Cultura.

Horario: De martes a domingo, de 10.00 a 19.00 h. Martes cerrado.

Imagen: Cabeza de hombre (San Lucas Evangelista) (Segundo cuarto del siglo XIII; mosaico; Ciudad del Vaticano, Museos Vaticanos) Créditos @Gobernación SCV-Dirección de Museos. Todos los derechos reservados.

El Palacio Braschi redescubre el rostro perdido de la Roma medieval
El Palacio Braschi redescubre el rostro perdido de la Roma medieval


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