Los amigos serán amigos", cantaba el inolvidable Freddie Mercury. Palabras musicadas que años después siguen expresando una verdad sencilla y poderosa: en los retos de la vida, en los momentos de alegría pero sobre todo en los de dificultad, es bueno saber que puedes contar con alguien. Una mano tendida, una risa compartida; a veces basta una mirada para entenderse. La amistad no requiere grandes gestos, sino pequeñas cosas; es un vínculo que va más allá del tiempo, las distancias y las diferencias. La amistad, la de verdad, no exige, sino que acoge. No juzga, sino que comprende. Y en un mundo acelerado, donde las conexiones parecen cada vez más virtuales y superficiales, los verdaderos amigos son un ancla, una certeza. Y son buenos para el corazón.
Más o menos en los mismos años en que Freddie Mercury cantaba Friends will be friends, más o menos un año, Anthony Kennedy Shriver, estudiante de la Universidad de Georgetown, fundó en 1987 el programa Best Buddies, literalmente “Mejores Amigos”: un programa verdaderamente organizado cuyo objetivo era ayudar a niños con discapacidad intelectual de la zona de Washington dedicándoles atención y tiempo. “Es mucho más que un programa de socialización”, declaró Shriver en un artículo sobre la iniciativa publicado en el diario The Hoya en octubre de 1987. “Queremos sacar a estos niños de su pequeño mundo y llevarlos a un mundo más amplio”. En su mayor parte, estos niños estaban confinados en hogares de acogida. Cuando se publicó el artículo, ya había cincuenta estudiantes de la Universidad de Georgetown implicados en el programa, que consistía en pasar al menos dos días al mes con sus “amiguitos”, sus pequeños amigos, realizando diversas actividades juntos, como participar o asistir a eventos deportivos locales. “A los estudiantes no les mueve otra cosa que el deseo de ayudar a los demás”, explicó Shriver.
Dos años más tarde, en 1989, Best Buddies se constituyó como organización sin ánimo de lucro, convirtiéndose en el primer programa nacional, unificado, social y recreativo de Estados Unidos para personas con discapacidad intelectual, destinado a fomentar las amistades entre personas con y sin discapacidad intelectual y del desarrollo. En la actualidad, es una organización líder sin ánimo de lucro con un alcance internacional cada vez mayor en seis continentes, que se apoya en un movimiento mundial de voluntarios con el objetivo de crear oportunidades de amistad, empleo integrado, vida inclusiva y apoyo familiar para las personas con discapacidad intelectual. Pero todo empezó con el programa de voluntariado ideado por Shriver, que impulsó a universitarios como él a implicarse personalmente.
Sin embargo, incluso antes del reconocimiento oficial, hacía falta un logotipo, y aquí es donde entra en juego otra hermosa historia de amistad. Anthony Kennedy Shriver ya admiraba y seguía el arte de Keith Haring por aquel entonces, pero no le conocía personalmente; estaba convencido de que Haring era el artista perfecto para crear la primera imagen de Best Buddies. Para él, era un extraordinario comunicador visual, capaz de transmitir mensajes universales de forma directa, inmediata y accesible para todos. Y así se reunió con él en su estudio de Nueva York. “No me conocía personalmente”, dice Shriver en el sitio web oficial de Best Buddies International, "pero tenía un familiar con necesidades especiales y comprendía la importancia de la misión de Best Buddies. Sabía lo que significaba tener un amigo en su vida y en la vida de su familiar. Inmediatamente me dijo que quería ayudar".
Y, en efecto, la imagen concebida y creada por Keith Haring, donada inmediatamente a Best Budd ies para convertirse en el logotipo oficial de la organización (cuya licencia, gestión y control están ahora a cargo de la Fundación Keith Haring de Nueva York), se percibe de inmediato, con su claridad y su fuerza. Dos de sus característicos hombrecillos radiantes se abrazan: es una imagen vibrante y colorista que transmite a la perfección no sólo la misión de amistad de Best Buddies, sino el concepto mismo de amistad. "Es difícil imaginar a un artista que pudiera captar mejor que él el espíritu y la misión de Best Buddies“, dijo Anthony Kennedy Shriver. ”Sus obras son tan sencillas y perfectas para captar los conceptos de amistad, unión y ayuda mutua. Basta con mirar el logotipo de Best Buddies para que el corazón te lata un poco más deprisa: puedes sentir cómo el poder de la amistad cobra vida ante tus ojos. Siempre estaré en deuda con Haring por su genio creativo y su generosidad".
La imagen, que se ha convertido en una obra de arte por derecho propio, es en realidad un himno a la amistad universal. Su fuerza expresiva reside precisamente en su capacidad para trascender toda distinción de género, origen geográfico, edad o filiación cultural. Las dos figuras representadas aparecen deliberadamente indefinidas: no se reconoce ninguna característica física o simbólica que permita identificarlas con precisión, y es precisamente esto lo que refuerza el mensaje de inclusividad e igualdad. Envueltas en un abrazo que transmite un profundo sentimiento de afecto, intimidad y complicidad, las dos figuras parecen pertenecer a un tiempo y un espacio suspendidos e indefinidos. El lugar en el que se encuentran no es reconocible: podría estar en cualquier parte o en ninguna. Se percibe, tal vez, que están hablando.
Es una imagen en la que no cuentan los rasgos externos, sino la esencia del gesto compartido: un abrazo que rompe todas las barreras y se convierte en el lenguaje universal de la amistad.
“Ningún hombre es una isla”, escribió el poeta inglés John Donne ya en el siglo XVII, subrayando cómo ningún ser humano puede vivir aislado, sin vínculos con los demás. No somos islas: somos archipiélagos, hechos de relaciones, de afectos, de encuentros que nos definen y nos completan. Y quizá sea precisamente en el abrazo silencioso entre dos figuras indefinidas, en una imagen que trasciende identidades y fronteras, donde podemos ver la esencia más pura de este vínculo: la amistad como lenguaje universal de lo humano, porque nadie debe enfrentarse solo al mundo.
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.