Francia, récord de subasta para Guido Reni: el David vendido por 12,4 millones de euros


En París, la subasta Artcurial consagró el David con la cabeza de Goliat, de Guido Reni, como nuevo récord absoluto del maestro boloñés. La obra, que reaparece después de más de doscientos años, alcanzó los 12,4 millones de euros, incluidos los derechos de autor.

Récord de subasta para un cuadro de Guido Reni con un precio de martillo de 10.100.000 euros, que se eleva a 12,4 millones de euros con derechos de autor, para el David con la cabeza de Goliat que reapareció el pasado mes de junio y salió a subasta ayer en Artcurial en París, partiendo de una estimación de entre 2 y 4 millones de euros. La casa de subastas vio en el cuadro (y lo mismo puede decirse a estas alturas de los compradores que se pelearon por hacerse con él) una importante obra fechable en 1605-1606, la adquirida por el duque de Módena y Reggio, Francesco I d’Este, directamente al artista en Bolonia por 275 ducados, por mediación de Cornelio Malvasia, en enero de 1633. De Francesco I d’Este, la obra pasó posteriormente a la célebre colección del príncipe Eugenio de Saboya en la residencia del Alto Belvedere de Viena, donde quedó registrada en el inventario de 1736. Cuando Carlos Manuel III de Saboya compró en bloque toda la colección del príncipe en 1741, el cuadro se trasladó a Turín, entrando en las colecciones del Palacio Real. Se cree entonces que a principios del siglo XIX, durante la ocupación francesa del Piamonte, el cuadro fue llevado a Francia por el general Pierre-Antoine Dupont de l’Etang, quien lo conservó en su Hôtel de Beauvau de París. Desde entonces, la obra permaneció en la misma familia hasta su venta en París, un raro caso de continuidad de la propiedad a lo largo de más de dos siglos.

El cuadro, del que se conocen varios ejemplares, conservados en el Louvre, los Uffizi, Dresde, Florencia, Múnich, Orleans y otros lugares, clasificados por “tipología” (por ejemplo, “Créquy”, “La Vrillière”, ’Volponi“), representa un punto de inflexión crucial en la evolución artística de Guido Reni, en un momento en que el artista reelaboró profundamente las innovaciones del naturalismo de Caravaggio, enfrentándose a los nuevos lenguajes surgidos entre Roma y Bolonia a principios del siglo XVII. El lienzo adquirido por Artcurial pertenece al tipo ”Créquy", el mismo que el del Louvre. La obra no figura en el catálogo de los dieciocho cuadros de Guido Reni que fueron trasladados oficialmente del Piamonte a Francia en 1799, sin embargo Artcurial quiso identificar el cuadro como una de las obras que se trasladaron al otro lado de los Alpes. De hecho, no es el único David candidato a ser reconocido como el encargado por Francesco I d’Este: ya se intentó en 2012 con otro David similar, que salió a subasta en Sotheby’s con una estimación de entre 3 y 5 millones de libras (ahora se atribuye a Simone Cantarini).

Guido Reni, David con la cabeza de Goliat (óleo sobre lienzo, 227 x 145,5 cm)
Guido Reni, David con la cabeza de Goliat (óleo sobre lienzo, 227 x 145,5 cm).

Entre 1605 y 1606, mientras los Carracci redefinían el clasicismo con la decoración de la Galería Farnesio y Caravaggio escandalizaba y fascinaba con el dramatismo de sus obras para la Capilla Cerasi, Reni encontraba su camino personal, capaz de combinar la fuerza de lo real y la armonía de lo ideal. Su David es una figura juvenil, elegante y casi andrógina, retratada en la calma posterior a la acción. No hay triunfo, ni violencia exhibida: el joven héroe contempla absorto la cabeza cortada del gigante, en un equilibrio de ambigüedad y suspensión emocional que representa una importante novedad iconográfica.

El artista se basa en modelos antiguos para definir la postura del joven, entre citas escultóricas y referencias renacentistas, mientras que para la fisonomía de Goliat recurre -según el testimonio de Malvasia- al rostro de un obrero boloñés, Righettone Speziale. Es una solución claramente caravaggesca, al igual que la crudeza de los detalles, la severa esencialidad del fondo, la búsqueda de rostros reales. El claroscuro dramático, la hoja de luz que esculpe la figura y la presencia de detalles como el gorro rojo con pluma pertenecen plenamente a la nueva sensibilidad naturalista. Pero al mismo tiempo Reni rompe con ella, persiguiendo una belleza armoniosa, una luz difusa y un orden compositivo que declaran su adhesión al canon clásico, enraizado en su asiduo estudio de las estatuas antiguas.

El cuadro fue celebrado desde el principio. Giambattista Marino la mencionó en su Galería de 1619, contribuyendo a difundir su prestigio. Su fortuna iconográfica se extendió: entre los numerosos artistas que la reelaboraron figuran Artemisia Gentileschi, Valentin de Boulogne, Spadarino, Elisabetta Sirani, Giovanni Battista Caracciolo y Niccolò Tornioli. La fuerza de la invención de Reni, que combinaba introspección, belleza ideal y tensión emocional, hizo de esta imagen una de las más influyentes de todo el siglo XVII en Italia. El siglo XVIII también siguió apreciándola, como demuestra la interpretación de Jean-Jacques Lagrenée de 1780.

La versión que ahora ha resurgido muestra estrechas afinidades con la del Louvre, aunque difiere en detalles significativos: la posición de la honda, la forma de la V que en este lienzo se convierte en U, el diferente dibujo de la sangre bajo la cabeza de Goliat, la fisonomía del gigante, la disposición de los mechones de pelo de David, la representación de la piel y varios detalles del paisaje mínimo. El análisis técnico sugiere que los dos lienzos, ambos sobre un soporte con el mismo dibujo en espiga, pueden haber sido ejecutados en paralelo o en estrecha sucesión. La restauración de la pintura amarillenta devolverá al taparrabos su tonalidad original, un púrpura intenso obtenido con lapislázuli, distinto del azul azurita del paño de la columna.

El redescubrimiento de la obra se inscribe en un contexto crítico en rápida evolución. Recientes exposiciones en Fráncfort, Madrid y Orleans han redefinido el estatus de las réplicas autógrafas en la obra de Reni, llevando a estudiosos como Corentin Dury a clasificar sistemáticamente los distintos tipos del David. La versión conservada en la colección Liechtenstein de Viena parece ser una copia directa del lienzo conservado en Francia y no el ejemplar parisino. Las tipologías “La Vrillière” encontradas en Orleans, Florencia, Dresde y Osnabrück presentan otras variantes, al igual que las obras de la tipología “Volponi” conservadas en Urbino y Sarasota.

El tema tiene un profundo valor simbólico en las tres religiones monoteístas. David es el joven pastor que se convierte en rey, una figura ejemplar por su fe, su valor y su inteligencia. En el arte cristiano se le asocia a menudo con Cristo y en el siglo XVII se convierte en emblema de la Iglesia triunfante, sobre todo en clave de Contrarreforma. En la Florencia republicana es símbolo de libertad cívica, como demuestra la obra de Miguel Ángel delante del Palazzo Vecchio. La interpretación de Reni, sobria y meditativa, dialoga con esta tradición, ofreciendo la figura de un héroe que vence no mediante la ostentación de la fuerza, sino a través de la reflexión.

Francia, récord de subasta para Guido Reni: el David vendido por 12,4 millones de euros
Francia, récord de subasta para Guido Reni: el David vendido por 12,4 millones de euros


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