Beatrice Trussardi lanza su Fundación: el primer proyecto será en Engadina


Nace la Fundación Beatrice Trussardi, la fundación personal de la conocida empresaria cultural: no tendrá una sede fija, los proyectos estarán en lugares insólitos. Comienza el 11 de julio en Val Fex, cerca de Sankt Moritz, en un lugar al que sólo se puede llegar a pie o en carros tirados por caballos.

BeatriceTrussardi, empresaria cultural y presidenta de la Fondazione Nicola Trussardi desde 1999, ha anunciado el lanzamiento de su propia fundación, la Beatrice Trussardi Foundation, una organización sin ánimo de lucro que tendrá como objetivo apoyar, producir y exponer instalaciones site-specific en “lugares insólitos a escala internacional”, según reza la presentación oficial. La Fundación“, prosigue la presentación, ”amplía internacionalmente el aclamado modelo de “museo nómada” establecido por primera vez por la Fundación Nicola Trussardi en la ciudad de Milán y en Italia. La Fundación Beatrice Trussardi ofrece un programa de intervenciones innovadoras en entornos excepcionales de todo el mundo, junto con proyectos pioneros de investigación y estudio".

El nuevo instituto está bajo la dirección artística de Massimiliano Gioni e invitará para sus proyectos a artistas con una especial sensibilidad hacia sus contextos, que se enfrentan a sus entornos y encuentran formas atrevidas de sorprender, seducir e interactuar con el público local e internacional. ¿Los temas de los proyectos? Abordarán temas como el cambio climático, la identidad y desigualdad de género, los derechos humanos o la innovación, entre otros. El programa de investigación estará dirigido por el escritor Giuliano da Empoli. Las obras encargadas por la fundación permanecerán en poder de los artistas (de hecho, la fundación no tendrá colección) y la investigación desarrollada dentro de sus proyectos será siempre de libre acceso al público.



Beatrice Trussardi
Beatrice Trussardi. Foto Marco De Scalzi

La fundación, por tanto, no tendrá una sede fija, sino que se trasladará cada vez a lugares diferentes y poco conocidos, cuando no remotos. Y, hablando de lugares insólitos, el primer proyecto tendrá lugar del 11 de julio al 29 de agosto de 2021 en Val Fex, en la Engadina (Suiza), a pocos kilómetros de Sankt Moritz: se trata de Franciszek , una intervención con la que el escultor polacoPaweł Althamer transformará una cabaña del siglo XVII en una misteriosa capilla. La obra se ubicará en un refugio de montaña a 2.000 metros sobre el nivel del mar (accesible sólo a pie o en carros tirados por caballos) en Val Fex, en el centro de una de las rutas de senderismo más populares de la Engadina. La Fundación Beatrice Trussardi consideró que Val Fex era el punto de partida más interesante (por la posibilidad que ofrece de confrontación entre tradiciones centenarias y modernización en la Europa rural) para reflexionar sobre las recientes transformaciones, tanto medioambientales como sociales, de la región. A lo largo de los siglos, la posición geográfica de la Engadina como uno de los valles habitados más altos de Europa y sus particulares formaciones geológicas la han convertido en un lugar popular para artistas e intelectuales. Así, en esta modesta cabaña del siglo XVII, Paweł Althamer crea uno de sus “tableaux” en los que combina recuerdos del arte sacro con influencias vernáculas de diversas culturas. En el centro de esta instalación se encuentra la figura de San Francisco, elegida como símbolo de una profunda comunión con la naturaleza y un desprendimiento simultáneo de los bienes terrenales.

El lugar de la intervención de Althamer
El emplazamiento que acogerá la intervención de Althamer. Foto Marco De Scalzi

En las obras de Althamer, a menudo creadas con materiales orgánicos como hierba, hojas, cera, entrañas de animales y pieles, realidad y ficción se funden para crear una atmósfera fantástica y misteriosa. Dentro de este mundo, las figuras humanas son las unidades recurrentes con las que se puede medir la realidad y, al mismo tiempo, actúan como una puerta que se abre a experiencias espirituales. Esta instalación hunde sus raíces en la tradición de una “Suiza visionaria”, como la describe el comisario Harald Szeemann, y se inspira en la combinación de espiritualismo y materialismo que se aprecia en la obra de intelectuales y artistas que frecuentaron o vivieron en la Engadina, como Friedrich Nietzsche, Giovanni Segantini, Lou Salomé y Alberto Giacometti, cada uno de los cuales influye profundamente en nuestra forma de imaginar y experimentar la naturaleza.

Beatrice Trussardi lanza su Fundación: el primer proyecto será en Engadina
Beatrice Trussardi lanza su Fundación: el primer proyecto será en Engadina


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