Se abre una nueva temporada expositiva en los Museos Capitolinos, concretamente en los espacios de Villa Caffarelli, donde permanecerá abierta la muestra Grecia en Roma, del 28 de noviembre de 2025 al 12 de abril de 2026. El evento, que incluye un preestreno reservado a la prensa el jueves 27 de noviembre, es un profundo estudio arqueológico e histórico-artístico de gran alcance, comisariado por Eugenio La Rocca y Claudio Parisi Presicce. La iniciativa está promovida por Roma Capitale y la Sovrintendenza Capitolina ai Beni Culturali, con la organización de Zètema Progetto Cultura. La exposición es también la segunda parte del ciclo temático Los Grandes Maestros de la Antigua Grecia. Este camino de investigación se inauguró con la exposición monográfica dedicada a Fidias, que tuvo lugar entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, y continúa ahora con el objetivo de analizar el redescubrimiento de los protagonistas del arte helénico y, sobre todo, su persistente legado en la cultura romana y, por extensión, en la occidental.
El proyecto expositivo reúne más de ciento cincuenta obras, seleccionadas entre esculturas, relieves y hallazgos arqueológicos de diversa índole. El rasgo distintivo de la selección radica en la naturaleza de los objetos: se trata exclusivamente de originales griegos, una elección curatorial precisa destinada a mostrar el material auténtico que llegó a Roma, distinguiéndolo de la producción, aunque vasta, de copias de época romana. Por otra parte, algunos de los objetos expuestos se muestran al público por primera vez, ofreciendo a estudiosos y visitantes la oportunidad de contemplar materiales nunca vistos. La narración se desarrolla como un viaje cronológico y temático que parte de la fundación de Roma y atraviesa los siglos hasta el apogeo de la época imperial. Se trata, en efecto, de restituir la complejidad y la fuerza con que el arte griego penetró en el tejido social romano, un fenómeno de aculturación que se produjo por etapas: primero, a través de los canales de los primeros intercambios comerciales y, después, mediante las grandes campañas de conquista en el Mediterráneo oriental. Fue en esta segunda fase cuando la afluencia de obras de arte se hizo masiva, trayendo a Roma obras maestras de incalculable valor, como estatuas de mármol y bronce, orfebrería finamente cincelada, pinturas y mobiliario de lujo.
El impacto de esta invasión artística provocó una transformación radical de la fisonomía de la ciudad. Las obras griegas encontraron su lugar en plazas, edificios públicos y jardines, contribuyendo decisivamente a la redefinición de los modelos estéticos y culturales romanos. Entre las numerosas obras maestras que componen el recorrido se encuentran los grandes bronces capitolinos, reunidos excepcionalmente para la ocasión, lo que permite una comparación directa entre piezas de increíble factura. Junto a ellos, la exposición ofrece monumentos clave para la comprensión de la escultura antigua, como la estela de la abadía de Grottaferrata. De particular importancia científica es la operación realizada con las esculturas Niobidi de los Horti Sallustiani: las piezas, históricamente dispersas entre las colecciones de Roma y Copenhague, se reensamblan en el contexto de la exposición, permitiendo una lectura unificada de un grupo escultórico fragmentado por las vicisitudes del coleccionismo histórico.
Otro elemento de interés es el regreso, cargado de un fuerte valor simbólico, de una escultura acroterial femenina. La obra formaba parte originalmente de la colección renacentista del cardenal Alessandro Peretti Montalto, una de las más prestigiosas de la época. Vendida hace más de dos siglos y sacada de las fronteras romanas, la escultura vuelve a ser visible por fin en el contexto urbano del que procede, lo que invita a reflexionar sobre la dinámica del mercado de antigüedades y la dispersión del patrimonio en los siglos pasados. Sin embargo, la exposición no se limita a las grandes obras maestras estatuarias ya conocidas por la historiografía, sino que también incluye hallazgos inéditos que arrojan nueva luz sobre la vida cotidiana y los flujos comerciales. Entre ellos figuran las cerámicas áticas halladas recientemente durante las excavaciones arqueológicas en el Coliseo; su exposición al público por primera vez constituye una importante actualización de los datos materiales relativos a la presencia de importaciones griegas en el corazón de la antigua Roma.
La instalación de Villa Caffarelli también se diseñó para complementar la contemplación de las obras con un avanzado aparato multimedia. Varias proyecciones de vídeo acompañan al visitante a lo largo del recorrido, proponiendo un camino que ayuda a contextualizar las piezas expuestas y a visualizar los ambientes originales o las reconstrucciones históricas necesarias para comprender plenamente el diálogo entre las dos civilizaciones. Entre las instituciones extranjeras que han cedido obras figuran la Ny Carlsberg Glyptotek de Copenhague, el Museo de Bellas Artes de Boston, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo Británico de Londres y el Museo de Bellas Artes de Budapest. La contribución de las instituciones italianas también ha sido fundamental, con préstamos de los Museos Vaticanos, el Museo Nacional Romano, las Galerías Uffizi de Florencia y el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles. Obras procedentes de importantes colecciones privadas, en particular del Grupo Fondazione Sorgente de Roma y de la Colección Al Thani de París, completan el marco de la exposición.
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| Grecia en Roma: 150 obras de los Museos Capitolinos narran el diálogo milenario entre dos civilizaciones |
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