Del 14 de septiembre de 2025 al 6 de enero de 2026 el Labirinto della Masone de Franco Maria Ricci en Fontanellato (Parma) acogerá la exposición Toc Toc. Guardianes de hierro de la Colección Cesati, comisariada por Alessandro Cesati y la Fundación Franco Maria Ricci. La exposición ofrece un recorrido único a través de 65 aldabas, también llamadas picchiotti o batacchi, escogidas de una colección que ha madurado a lo largo de más de cincuenta años. El proyecto expositivo pretende también poner de relieve su función simbólica y cultural. Las aldabas expuestas, producidas entre los siglos XIV y XVIII en Italia, España, Francia, Austria y Alemania, representan un ejemplo de arte aplicado en el que se combinan funcionalidad, estética y valores simbólicos. Realizados por artesanos a menudo anónimos, estos objetos atestiguan la capacidad de forjar piezas únicas, dotadas de valor y significados complejos.
“En comparación con las clásicas y repetidas versiones de bronce -explican los coleccionistas Fiorenzo y Alessandro Cesati-, desde los protomes leoninos con el anillo en la boca aparecidos en el mundo antiguo hasta los espectaculares ejemplares diseñados y realizados por artistas venecianos en el siglo XVI, los picchiotti de hierro son ciertamente menos conocidos, pero quizá aún más interesantes y raros precisamente por su absoluta singularidad”.
“La idea de que el espíritu de la casa se encarna en una serpiente no es sólo latina”, explica Carlo Donà, profesor de Filología Románica en la Universidad de Mesina y autor de un ensayo en el catálogo. “Los seres serpentinos realmente retratados en los pájaros carpinteros no representan la serpiente demoníaca del cristianismo, sino el genio bueno y providencial de una tradición mucho más antigua, una tradición que el cristianismo ha cubierto y en parte borrado, pero que no ha conseguido erradicar: el pájaro carpintero expresa, por así decirlo, el alma misma de la Casa”.
Dialogando con el material y la historia de las puertas estarán las fotografías de puertas y portones realizadas por Massimo Listri, que refuerzan el tema de la exposición, centrado en el concepto de umbral como límite y paso, tanto físico como metafórico. Esta reflexión es de especial actualidad, sobre todo con motivo del décimo aniversario de la apertura del Labirinto della Masone, una estructura que es en sí misma una metáfora del cruce entre el interior y el exterior.
“Para mí, la fotografía es una herramienta de exploración”, afirma el fotógrafo. “Se me ocurrió fotografiar puertas y pasadizos porque son elementos reveladores de los conceptos -fundamentales para mí- de espacio y perspectiva. El umbral también representa el límite entre lo visible y lo oculto, como el tiempo que fluye en los lugares. Las puertas sugieren un otro lugar, una transición, una invitación al silencio y a la contemplación. A través de estos elementos narro la arquitectura como una experiencia mental y emocional”.
Los picchiottos, expuestos en las salas del museo que alberga la colección de arte de Franco Maria Ricci, adquieren una doble naturaleza. Por un lado, son objetos de un alto nivel artesanal y decorativo; por otro, son elementos funcionales con un componente dinámico ligado a su uso. La exposición, comisariada por Maddalena Casalis y Elisa Rizzardi, presta atención no sólo a las formas plásticas y figurativas de las puertas, sino también a su aspecto “móvil”, evocado en el gesto mismo de llamar a la puerta, un gesto que revela detalles y particularidades a menudo inesperados.
La cuidadosa selección de los ejemplares se basa en criterios cualitativos: todas las aldabas presentan decoraciones figurativas, desde representaciones animales y humanas hasta motivos vegetales. Algunas piezas muestran figuras modeladas en redondo, como animales o protomes, otras se caracterizan por formas de anillos, liras o martillos embellecidos con detalles simbólicos. Los temas tenían también una función protectora o propiciatoria, como en el caso de dragones y serpientes, recurrentes en las representaciones, animales asociados a cultos paganos y creencias ancestrales.
Las aldabas formaban parte del mobiliario de las puertas de las casas y se consideraban bienes de lujo capaces de influir positivamente en el entorno doméstico. La atención al aspecto decorativo va acompañada, pues, de un valor simbólico y funcional, testimonio del uso del hierro como material duradero y como medio de expresión artística y cultural. La exposición adopta la forma de una “cámara de las maravillas” que ofrece al visitante una experiencia que va más allá de la mera exposición de objetos de arte. A través de los textos de Stefano Salis que acompañan a la exposición, se explora el tema del “pasadizo”, entendido tanto como umbral material como pasaje simbólico, en un contexto histórico y contemporáneo. El recorrido pretende así restituir la importancia histórica y la eficacia comunicativa de los objetos, a caballo entre el arte decorativo y el misterio.
Las aldabas siempre han sido objetos destacados en los museos y colecciones privadas más importantes de Europa y América. Entre ellas, la colección Cesati destaca por su amplitud y calidad, ya que incluye objetos procedentes de diferentes zonas geográficas europeas. Algunas instituciones que cuentan con aldabas en sus colecciones son el Museo Le Secq des Tournelles de Rouen, el Victoria & Albert Museum de Londres, las Colecciones de Arte Cívico del Museo del Castillo de Milán y la conocida colección privada Mylius.
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"Toc Toc": en el Labirinto della Masone, la exposición sobre puertas de época de la colección Cesati |
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