Una bella historia procedente de la provincia, con laarqueología utilizada como herramienta para ayudar a las personas con discapacidad mental y cognitiva. Es la que llega desde Fasano, en Apulia, donde a pocos kilómetros de los trulli de Alberobello y de la ciudad blanca de Ostuni, en la carretera que une Bari y Brindisi, se conserva el mayor ejemplo de ciudad romana y tardoantigua de Apulia: el Parque Arqueológico de Egnazia y Museo Nacional “Giuseppe Andreassi”. La iniciativa, según informa el sitio local de noticias GoFasano, es del Centro Diurno “Anila”, que desde hace un año lleva a cabo un proyecto de inserción, rehabilitación y emancipación de las personas que se encargan de visitar las excavaciones. El planteamiento es ofrecer actividades de rehabilitación innovadoras y personalizadas mediante estímulos constantes en el ámbito psicosocial, en el que la posibilidad de adentrarse en un Parque Arqueológico sin duda les presenta oportunidades de nuevos estímulos, curiosidad e interés.
La visita guiada al Parque Arqueológico de Egnatia con los responsables de la estructura socio-social y del Parque dio satisfacción a los operadores al comprobar el interés del grupo por observar las piezas expuestas, escuchar las explicaciones e interactuar táctilmente con los objetos expuestos en el museo, gracias a herramientas interactivas. “El entusiasmo generado por esta visita”, explican, "llevó a los niños a participar en la búsqueda de artefactos en el yacimiento arqueológico en colaboración con arqueólogos profesionales y otros estudiantes. Los niños tuvieron la oportunidad de examinar detenidamente el terreno y se sintieron gratificados por el descubrimiento de artefactos que pudieron catalogar con sus nombres. Esto contribuyó a desarrollar sus capacidades cognitivas e interpersonales, convirtiéndolos en verdaderos multiplicadores del potencial de la zona.
Ya en la bibliografía científica pertinente se señala que “las intervenciones encaminadas a que incluso las personas con discapacidad puedan disfrutar de una obra de arte, tal vez accediendo a un yacimiento arqueológico por un itinerario accesible, no son dependientes”.Angelo Lascioli y Dario Scarpati afirman en un estudio de 2015 que “no dependen exclusivamente de soluciones técnicas, sino que son la expresión de una nueva cultura de la discapacidad, efecto de una inversión de perspectiva, que consiste en superar la ’lógica del derroche’ en favor de la construcción de una sociedad inclusiva. Por tanto, el arte y la belleza deben ser accesibles a todos los hombres, a pesar de sus déficits, y el encuentro entre arte y discapacidad puede dar lugar a nuevas perspectivas de desarrollo tanto para el propio arte como para quienes viven en condiciones desfavorecidas. En los talleres de arqueología para personas con discapacidad se desarrollan itinerarios educativos con valores rehabilitadores, en particular para aumentar el desarrollo de las capacidades cognitivas, la autoestima, la motivación y las habilidades sociales. En estos espacios de trabajo se ensayan métodos innovadores para aprender a razonar, observar, hacer suposiciones y encontrar soluciones inteligentes. Quienes participan descubren cosas nuevas sobre el mundo y sobre sí mismos. La arqueología revela así una capacidad mayéutica distinta y un amplio abanico de posibilidades, que pueden utilizarse para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad”.
El yacimiento arqueológico está situado cerca de Fasano y es testigo de la historia de Egnatia, activo centro comercial del mundo antiguo, cuyo primer asentamiento se remonta al siglo XV a.C. (Edad del Bronce). No es la primera vez que se utiliza como lugar de servicios educativos para discapacitados con visitas guiadas específicas.
Habitada por los mesapios desde el siglo VIII a.C., la antigua ciudad de Egnatia formó parte primero de la República y luego del Imperio Romano hasta su decadencia en la Edad Media. Sólo a partir de 1912 se emprendieron campañas sistemáticas de excavación que, con mayor o menor continuidad, continúan hasta nuestros días. Hoy en día, la zona, con sus 15 hectáreas de parque arqueológico y 1.200 metros cuadrados de espacio de exposición museística, no es simplemente una zona de excavaciones y restos arqueológicos, sino toda una ciudad antigua al aire libre.
Y es en la zona de la acrópolis donde se han encontrado las huellas más antiguas de la presencia humana en Egnatia, que se remontan a la Edad del Bronce Medio. Prueba de la continuidad de la vida en épocas posteriores son los edificios de culto, entre los que destaca el imponente santuario de Trajano dedicado a Venus, construido en época romana (siglo II d.C.). Los restos de la Via Traiana, construida entre 108 y 110 d.C. por el emperador Trajano como variante de la Via Appia para conectar Benevento (Beneventum) con Brindisi (Brundisium), forman una división ideal entre los edificios públicos y los barrios residenciales y artesanales de la ciudad romana. Las tumbas mesapias descubiertas en las necrópolis presentan a menudo decoraciones pictóricas que aportan valiosa información sobre la cultura y las creencias acerca de la vida después de la muerte que estaban muy extendidas entre los siglos IV y II a.C. Además de los frescos, el alto nivel de vida se manifiesta en la presencia de numerosas tumbas de cámara -grandes cámaras subterráneas excavadas enteramente en la roca- y tumbas de media cámara, de menor tamaño. La construcción de tumbas familiares monumentales atestigua la presencia de una clase aristocrática emergente.
Entre las tumbas de cámara, despertó gran interés el descubrimiento de la Tumba de las Granadas, descubierta en 1971 durante las obras de construcción de los cimientos del Museo. Una escalera con peldaños tallados en la roca y un vestíbulo conducen a la cámara funeraria hipogea: la extraordinaria puerta de entrada, aún hoy perfectamente funcional, consta de dos puertas monolíticas con un tirador empotrado. El nombre de la tumba deriva de la presencia de granadas, símbolo del más allá, pintadas al fresco en la parte superior de las paredes de la tumba. Más abajo hay motivos vegetales con ramas de hiedra intercaladas con palmetas. La decoración del techo reproduce la arquitectura típica de las casas romanas: las bandas rojas, por ejemplo, simulan un tejado a doble vertiente con vigas de madera.
De especial interés en el museo son los ejemplares de trozzella, un vaso típico mesapio caracterizado por las ruedas de plástico -llamadas “trozze”- aplicadas a las asas. Junto a las valiosas cerámicas apulianas de figuras rojas, hay numerosos vasos de estilo “gnathia”, pintados de negro con decoración superpuesta en blanco y amarillo, muy extendidos por toda Apulia. Las ánforas, así como la gran variedad de artefactos de origen itálico, africano y oriental, atestiguan la importancia del comercio, que aumentó gracias a la construcción del puerto y de la Vía Traiana. La espléndida cabeza de Atis con el típico gorro frigio, perteneciente a una estatua de época adrianea esculpida en precioso mármol blanco, evidencia el extendido culto a la Gran Madre de los Dioses Cibeles de Oriente.
Pero, ¿cómo se trataba a los discapacitados en la Antigüedad ? En cuanto a las discapacidades físicas, hay estudios que afirman que ya en la prehistoria la comunidad se ocupaba de ellos, como afirmó el profesor Fabio Martini de la Universidad de Florencia, arqueólogo, tras analizar los hallazgos en la Grotta del Romito, en la provincia de Cosenza (un yacimiento de la UNESCO, uno de los proyectos más destacados de los arqueólogos prehistóricos de la Universidad de Florencia), que lleva años analizando y sobre cuyo estudio puede leer.
Foto: el Parque Arqueológico de Egnazia.
Arqueología al servicio de los discapacitados: un experimento en Fasano (Apulia) |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.