A partir del 7 de enero, los turistas que visiten la Fontana di Trevi de Roma podrían tener que pagar una entrada de dos euros (sobre el tema lea las opiniones de: Federico Giannini, Roberto Guiggiani, Vittorio Sgarbi e Isabella Ruggiero). En cambio, el acceso para los residentes romanos seguiría siendo gratuito, según las primeras informaciones aparecidas en la prensa nacional. Según informa ANSA, la introducción de una tasa por uno de los símbolos de la capital formaría parte de un proyecto para regular los flujos turísticos y mejorar los servicios a los visitantes. Desde hace doce meses, la zona de la Fontana di Trevi está sujeta a un cupo de visitantes, con un límite máximo de 400 personas presentes al mismo tiempo. Con la posible entrada en vigor del billete, habría por tanto dos carriles separados: uno para los ciudadanos romanos y otro para los turistas de pago, que también podrán utilizar tarjetas de crédito para pagar.
Según estimaciones recogidas por el Corriere della Sera, la iniciativa podría generar unos ingresos de 20 millones de euros, cantidades destinadas a mejorar la oferta y los servicios turísticos. La propuesta ha sido apoyada por el concejal de Turismo y Grandes Eventos, Alessandro Onorato, y es compartida por la administración municipal. El objetivo declarado es la conservación de la Fontana di Trevi, monumento del barroco tardío diseñado por Nicola Salvi, que es una de las atracciones más populares de la capital. En los seis primeros meses de 2024, la fuente registró más de 5,3 millones de visitantes, cifra superior a la totalizada en el mismo periodo por el Panteón, que recibió 4.086.947 entradas.
Según escribeel Corriere della Sera, la puesta en marcha de la entrada será posible gracias a la colaboración entre el Campidoglio, la sociedad interna Zètema, encargada de la gestión y valorización del patrimonio artístico y cultural, y la Superintendencia Capitolina. El momento elegido, inmediatamente después de la Epifanía y la conclusión del Jubileo, parece vinculado a un periodo de suspensión de novedades durante las vacaciones de Navidad. A pesar de ello, la Oficina Bilateral de Turismo estima que entre el 23 y el 28 de diciembre habrá 338.100 llegadas, un 2,92% más que en 2024, y 770.200 presencias, un 2,39% más. A estas cifras hay que añadir la previsible afluencia de público en Nochevieja, cuando el tradicional concierto en el Circus Maximus contará con Alessandra Amoroso, Fabri Fibra y Tananai. El aplazamiento de la introducción del billete parece, por tanto, una elección estratégica, destinada a evitar posibles reacciones negativas en un periodo de gran visibilidad internacional, con la Capital abarrotada de turistas y el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
En cualquier caso, fuentes capitolinas han dejado claro que por el momento se trata sólo de una hipótesis de trabajo. No se han fijado fechas concretas ni se han tomado decisiones definitivas sobre el precio de la entrada. La hipótesis, que se debate desde hace tiempo, sigue siendo evaluada por las oficinas competentes, sin que se haya confirmado oficialmente su aplicación efectiva a partir del próximo mes de enero. La propuesta ya ha provocado reacciones de asociaciones y operadores del sector. Codacons, en concreto, se ha manifestado en contra de la introducción de un ticket para turistas, al tiempo que ha subrayado la necesidad de limitar el acceso para evitar la masificación y salvaguardar la integridad del entorno. Según la asociación, las medidas de regulación de la afluencia son necesarias, pero el pago de una entrada podría penalizar el acceso a la Fuente, uno de los lugares más visitados de Roma.
Siempre hemos estado en contra de la monetización de monumentos, plazas, fuentes y lugares de interés histórico y cultural“, explica Codacons, ”y creemos que el establecimiento de tarifas de entrada va en detrimento de los turistas, que deberían poder disfrutar gratuitamente de las bellezas de Roma, también porque a menudo el dinero recaudado mediante tasas impuestas a los turistas que llegan a Italia, como en el caso de la tasa turística, no se utiliza para mejorar los servicios a los usuarios, sino sólo para tapar agujeros presupuestarios. Al mismo tiempo, es necesario limitar las aglomeraciones y el turismo de masas, que crean degradación y desfiguran el patrimonio de la capital, y en este sentido apoyamos las entradas por cuotas a la Fontana de Trevi, una solución que permite a los visitantes disfrutar mejor de la zona sin aglomeraciones ni concentraciones de gente".
El debate sobre la gestión del turismo en la Fontana de Trevi se inscribe en un contexto en el que las grandes ciudades de arte italianas buscan soluciones para conciliar la gran afluencia de visitantes con la protección del patrimonio cultural. El riesgo de masificación, daños a los monumentos y deterioro de la experiencia de los visitantes ha llevado a muchas administraciones a plantearse sistemas para regular los flujos, desde las tarifas de entrada a las reservas en línea y los itinerarios diferenciados para residentes y turistas. En el caso de la Fontana de Trevi, la propuesta de un billete de dos euros supondría una importante novedad, tanto por la tradición de libre acceso al monumento como por las implicaciones económicas y organizativas. La hipótesis contempla que los recursos derivados de los pagos se reinvertirían en potenciar los servicios turísticos, mejorar la usabilidad y garantizar las labores de mantenimiento y conservación, en consonancia con la necesidad de proteger una de las obras maestras más conocidas del barroco tardorromano.
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| La Fontana di Trevi será de pago a partir de enero: Roma podría hacer caja con los turistas |
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