Ha concluido la restauración del Templo del Diruto y del Refugio de los Cisnes, dos de los elementos más reconocibles del Jardín Inglés del Palacio Real de Caserta. Tras unos cuatro meses de trabajos, las estructuras que dominan el Lago de los Nenúfares vuelven a mostrarse a los visitantes, devolviendo la legibilidad a un fascinante rincón del parque vanviteliano. Las obras afectaron al llamado Tempio diruto, una construcción concebida entre 1793 y 1798 con la intención de evocar el ambiente de la antigüedad clásica. El proyecto, concebido durante la época borbónica, refleja el gusto por lo pintoresco y lo ruinoso, típico de la cultura de finales del siglo XVIII, que veía en la ficción arqueológica un homenaje a la memoria histórica y artística del mundo antiguo. El edificio, aparentemente en ruinas, fue concebido como un simulacro de restos romanos, pero también incorpora fragmentos auténticos de la época clásica, insertados con fines decorativos y simbólicos.
A lo largo del siglo XX, el templo en ruinas había sufrido numerosas remodelaciones, reconstrucciones y trabajos de pintura que habían alterado parcialmente su aspecto original. En cambio, la reciente restauración ha privilegiado un enfoque estrictamente conservador, destinado a salvaguardar la estructura existente mediante operaciones específicas de consolidación y aseguramiento estructural. Las actividades comenzaron con la desinfección y desinsectación de todos los paramentos, seguidas de la limpieza y el acabado mecánico de las superficies. Los enlucidos, que estaban comprometidos en varios puntos, se estabilizaron mediante lacertinas, pequeñas lechadas de contención que limitaron el desprendimiento de los materiales originales. A continuación se llevó a cabo una consolidación general y se trató la cubierta en los puntos más precarios con morteros de cal y tierra, utilizando técnicas compatibles con el material histórico del edificio.
Se prestó especial atención a los cuatro pilares que delimitan la fachada. Dos de ellos son columnas monolíticas de granito coronadas por capiteles de mármol blanco procedentes de los depósitos borbónicos, prueba de la reutilización de materiales antiguos dentro del proyecto del siglo XVIII. Las columnas se sometieron a una limpieza enzimática para eliminar las incrustaciones biológicas, seguida de una consolidación y rejuntado con mortero de cal y polvo de mármol. A continuación se realizó un retoque pictórico para igualar las superficies y devolver la unidad visual al conjunto. Las dos esculturas situadas en los nichos de la fachada principal, realizadas en estuco en el siglo XVIII y concebidas como falsas obras antiguas, también requirieron una cuidadosa intervención.
Las estatuas estaban dañadas y corrían peligro de desprenderse; para asegurarlas, los restauradores instalaron un sistema de barras de acero inoxidable en el interior de las estructuras, asegurando su estabilidad. En los lugares donde la película de pintura estaba desgastada, se realizaron retoques con acuarela, devolviendo la legibilidad a los volúmenes y la coherencia cromática al conjunto. Paralelamente a la restauración del templo en ruinas, se terminaron las obras de la casa de los cisnes. El conjunto forma un microcosmos arquitectónico muy evocador, donde naturaleza, artificio y memoria se unen en un equilibrio concebido para evocar la armonía de los paisajes ideales del siglo XVIII.
La obra permaneció abierta al público durante toda la duración de los trabajos, convirtiéndose en una oportunidad para el diálogo entre visitantes y restauradores. Con motivo de las Jornadas Europeas del Patrimonio, se colocó en el estanque una plataforma flotante que permitió a los visitantes observar de cerca las operaciones de restauración. La iniciativa ofreció una perspectiva sin precedentes del trabajo técnico y científico que acompaña a la conservación del patrimonio monumental. Las obras fueron realizadas por Fratelli Navarra srl, empresa especializada en la restauración del patrimonio arquitectónico, con fondos ordinarios del Museo del Palacio Real de Caserta.
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| El Palacio Real de Caserta completa la restauración del Templo en ruinas del Jardín Inglés |
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