Eugenio Cecconi, pintor de la Maremma, expuesto en Forte dei Marmi


Del 31 de mayo al 9 de noviembre de 2025, Forte dei Marmi acoge una gran retrospectiva dedicada a Eugenio Cecconi. El artista, amigo de los Macchiaioli, relata la Maremma, la vida rural y la caza con una fuerza emocional sin precedentes. La exposición está promovida por el ayuntamiento y comisariada por Elisabetta Matteucci.

En Forte dei Marmi, del 31 de mayo al 9 de noviembre de 2025, tendrá lugar una de las más importantes retrospectivas dedicadas a Eugenio Cecconi (Livorno, 1842 - Florencia, 1903), pintor amigo de los Macchiaioli y auténtico testigo de una Toscana hecha de campo, caza y vida campesina cotidiana. La exposición, titulada Eugenio Cecconi. Días de caza y color, tiene lugar en Forte Leopoldo I y está promovida por el Ayuntamiento de Forte dei Marmi junto con la Sociedad de Bellas Artes, bajo el comisariado de Elisabetta Matteucci.

La exposición ofrece un itinerario dividido en siete secciones temáticas, destinadas a restituir la complejidad expresiva de un artista capaz de transformar en arte la vida sencilla y austera del campo de la Maremma. El itinerario expositivo, denso en obras seleccionadas de distintos momentos de la carrera de Cecconi, abarca múltiples géneros y temas: desde imponentes vistas de paisajes a intensas escenas de caza, desde retratos de animales a representaciones de las “orgullosas mujeres” del mundo rural.

Telemaco Signorini, amigo y sincero admirador de Cecconi, dijo de sus famosos retratos de perros: “En los perros de Cecconi hay personas”. Una observación que capta con precisión la mirada psicológica con la que el artista también abordaba a sus sujetos animales. Cuando Cecconi pinta un perro“, añade Signorini, ”lo retrata moralmente y deja claro lo que ya ha hecho y lo que está a punto de hacer". Una sensibilidad que se extiende también aluniverso humano, sobre todo en las escenas de la vida rural, donde cada gesto, cada expresión, está captado con empatía y sin retórica.

A través de su pincel, Cecconi ha sabido captar la dignidad silenciosa de la vida rural. En sus cuadros, las mujeres -lavanderas, henificadoras, recolectoras, barqueras, vendedoras de pollos o naranjas- adquieren la estatura de auténticas “Madonas de la cosecha”, retratadas con rasgos que recuerdan una belleza etrusca y una austeridad épica. Sus rostros cuentan historias, labores, orgullo y arraigo a la tierra, ofreciendo un poderoso retrato social de una época y un territorio.

Eugenio Cecconi, Atardecer en el lago Massaciuccoli
Eugenio Cecconi, Atardecer en el lago Massaciuccoli
Eugenio Cecconi, Esperando la caza del jabalí
Eugenio Cecconi, Esperando la caza del jabalí
Eugenio Cecconi, Cazadores furtivos y jauría de jabalíes
Eugenio Cecconi, Cazadores furtivos y muta de perros de jabalí
Eugenio Cecconi, Caza en las marismas de Fucecchio
Eugenio Cecconi, Caza en las marismas de Fucecchio

En sus escenas de caza, uno de sus temas más queridos, Cecconi se distingue por un estilo muy alejado del de la pintura oficial inglesa contemporánea. Aquí no se trata de una fría documentación aristocrática, sino de una participación vivida, de una experiencia que el artista realmente compartió, plasmando en el lienzo su vibrante emoción, su tensión y su ritualidad casi arcaica. La caza, en Cecconi, se convierte en un rito social, una experiencia colectiva, un pretexto para narrar al hombre inmerso en la naturaleza y sus ritmos primordiales.

Elisabetta Matteucci, comisaria de la exposición, subraya cómo "en Cecconi es evidente un vínculo íntimo con la Naturaleza y, en particular, con el genius loci, el espíritu generador del impulso creativo. Este vínculo emerge con fuerza desde las primeras secciones de la exposición, como “Luce dell’Etruria” (Luz de Etruria), en la que se representan paisajes y escenas rurales vinculadas a las zonas toscanas más queridas por el artista, entre Castiglioncello, donde trabajó Diego Martelli, y Ceppato di Lari. Obras como Il ritorno delle fienaiole o Caccia alle folaghe recuperan el ritmo lento y solemne de la vida en el campo, enriquecido por una luz lírica e intimista.

A continuación, en la sección “Maremma fatale e fatata”, nos adentramos en el corazón salvaje de un territorio mítico e incontaminado. Aquí, la Maremma se representa no sólo en su dimensión física, sino como un espacio del espíritu, poblado por fuerzas primordiales, un lugar de desafíos e introspección. Es la tierra de la caza, del trabajo y de la armonía, donde la pintura se convierte en un gesto participativo y auténtico.

En las secciones centrales de la exposición - “Inseguendo la preda” y “Dando la via agli stivali”- la práctica de la caza se transforma en clave narrativa y poética. Cecconi escenifica la caza con una intensidad que oscila entre el lirismo y la épica. La muda de los perros, atrapados en la prisa de la persecución, la espera llena de tensión, los preparativos, el viaje, el regreso: cada momento se convierte en una oportunidad para relatar la identidad profunda de una comunidad rural, sus rituales compartidos, su sentido de pertenencia.

Eugenio Cecconi, Haymakers en reposo
Eugenio Cecconi, Los henificadores descansan
Eugenio Cecconi, El regreso de los henificadores
Eugenio Cecconi, El regreso de los henificadores
Eugenio Cecconi, Caza de perdices cerca de Ceppato
Eugenio Cecconi, La caza de la perdiz cerca de Ceppato
Eugenio Cecconi, Gabbrigian Pollaiole
Eugenio Cecconi, Perdices gabrigas
Eugenio Cecconi, Encuentro de Caza Mayor
Eugenio Cecconi, Reunión de cazadores de caza mayor

Las obras de estas secciones atestiguan la capacidad del artista para captar el movimiento, la energía vital, pero también para congelar el momento con una precisión casi fotográfica. Los perros, compañeros de caza y de vida, figuran entre los temas preferidos de Cecconi y encuentran su lugar en la sección “El amigo fiel”. Aquí, a través de retratos ricos en matices y gestos significativos, el animal se convierte en espejo del hombre, depositario de emociones y pensamientos. La tensión de la punta, la paciencia de la espera, la inteligencia en la mirada: todo está plasmado con una fuerza mimética impresionante, capaz de conmover incluso al espectador contemporáneo.

Por último, en la sección “Mujeres orgullosas”, una galería de retratos rinde homenaje a la fuerza femenina en el mundo agrícola. Con una sensibilidad arraigada en la tradición renacentista pero con una mirada moderna, Cecconi celebra las figuras femeninas como verdaderas guardianas de la tierra. Son mujeres trabajadoras y decididas, esculpidas por la fatiga pero animadas por una elegancia natural que el artista sabe captar y sublimar.

La exposición no quiere limitarse a presentar la obra pictórica de Cecconi. Pretende más bien reconstruir la identidad de un artista complejo, que fue también escritor, poeta y cazador, animado por una sensibilidad que Guido Biagi, su amigo, describió como “un alma sensible y trabajadora”. A través de los cuadros, las palabras y las emociones de Cecconi, se compone el retrato de un hombre que supo vivir su tiempo con intensidad y transfigurarlo en arte, dando voz a quienes no la tenían, haciendo eterno lo que a menudo se considera efímero: el gesto cotidiano, el esfuerzo, la espera, el aliento de la naturaleza.

Eugenio Cecconi, pintor de la Maremma, expuesto en Forte dei Marmi
Eugenio Cecconi, pintor de la Maremma, expuesto en Forte dei Marmi


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