En las Stanze della Fotografia (Salas de la Fotografía) de la isla de San Giorgio Maggiore, en Venecia, se inaugura una nueva exposición en profundidad dedicada a los paisajes protegidos. Del 2 de diciembre de 2025 al 6 de enero de 2026, la primera planta de los espacios expositivos acogerá Dolomiti. Un paisaje protegido, un proyecto construido en torno a las fotografías de Manuel Cicchetti y el texto narrativo de Antonio G. Bortoluzzi. La exposición tiene su origen en el libro del mismo nombre publicado por Marsilio Arte en coedición con la Regione del Veneto, dentro de una línea editorial dirigida a los territorios reconocidos por la UNESCO.
El corazón visual de la exposición está formado por 45 fotografías que investigan el paisaje de los Dolomitas sin recurrir a escenarios festivos. Cicchetti dirige su atención a la morfología de las montañas, alternando escenarios amplios con detalles que revelan rastros de presencia humana. En sus instantáneas aparecen caminos excavados en la roca, viviendas aisladas en los valles, infraestructuras que se integran en el entorno alpino con resultados a veces discretos, a veces más evidentes. La fotografía se sitúa así en el punto de encuentro entre los elementos naturales, las lentas transformaciones y las intervenciones necesarias para la vida en altitud. El resultado es una lectura que restituye la complejidad de un sistema montañoso reconocido como patrimonio mundial por su valor geológico y paisajístico. El proyecto forma parte de la serie que Marsilio Arte dedica a los sitios de la UNESCO en el Véneto, tras los volúmenes sobre las colinas Prosecco de Conegliano y Valdobbiadene y sobre Venecia y su laguna, ambos publicados en 2025. El objetivo común es producir una narrativa capaz de combinar documentación, sensibilización y atención a las transformaciones de los territorios. El enfoque editorial se refleja en la exposición a través de un itinerario que no pretende exaltar el carácter monumental de los Dolomitas, sino reconstruir un observatorio sobre la relación entre comunidades, altitudes y cambios en el paisaje.
La exposición se divide en cinco secciones temáticas: Ascendere, Mirabilia, Persistenza, Segni, Limite. Cada una de ellas propone una interpretación específica de las relaciones que han dado forma a las montañas a lo largo del tiempo.Mirabilia aborda el tema del asombro como una experiencia aún posible en el paisaje de los Dolomitas. El texto introductorio recuerda la capacidad de las montañas para generar una relación inmediata con el territorio, sobre todo cuando uno se aleja de las áreas metropolitanas para encontrarse ante escenarios que puede abrazar con la mirada, como en un encuentro tras una larga ausencia. Ascendere se centra en cambio en el movimiento ascendente, entendido como progresión lenta y gradual. La sección evoca el paso del bosque a los prados alpinos, de las cornisas a las bifurcaciones, hasta las cumbres. El texto acompaña el tema de la ascensión recordando la historia antigua de las montañas, modeladas a lo largo del tiempo y recorridas por pueblos prehistóricos e históricos, hasta los pueblos que se desarrollaron a sus pies.
Limit introduce el tema de las percepciones contemporáneas de las montañas, a menudo influidas por la reproducción en los medios de comunicación y las redes sociales. El texto subraya cómo el carácter extremo del entorno de los Dolomitas sigue siendo un elemento central, destacando la necesidad de reconocer sus riesgos e imprevisibilidad. Sin esta conciencia, las montañas no pueden transmitir ninguna lección, ni siquiera cuando alcanzan grandes altitudes. Segni explora las huellas visibles de la intervención humana en el paisaje. La imagen de la antigua torre Gardona, que domina el lecho del río Piave, introduce la reflexión sobre los Siete Caminos de la Montaña, identificados como rutas antiguas, modernas e incluso posmodernas. Persistencia, por último, vincula el paisaje a la experiencia manual de las generaciones que han habitado los Dolomitas. El texto hace referencia a las manos de los ancianos y a las actividades de cultivo y cuidado de la tierra, relacionándolas con los gestos de los escaladores contemporáneos. La continuidad entre el cuerpo humano y la montaña, detectable en el acto de asir una grieta o un escalón de roca, se presenta como condición para evitar una caída. Las Salas de Fotografía, nacidas de la colaboración entre Marsilio Arte y la Fundación Giorgio Cini, funcionan desde hace tiempo como un centro dedicado a la cultura visual contemporánea. La iniciativa se desarrolla en colaboración con la Fondazione di Venezia y el Grupo San Marco y con el apoyo de Grafica Veneta y NeoTech. La producción de la exposición también se beneficia de la colaboración con DWF y Rhythm, un proyecto permanente de Sport4Impact y la Fondazione La Nuova Musica.
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| Los Dolomitas, un paisaje protegido: exposición fotográfica de Manuel Cicchetti en Venecia |
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