Pompeya, la Villa de Diomedes y la Casa de los Dioscuros abiertas al público


El Parque Arqueológico de Pompeya abre al público la Villa de Diomedes y la Casa de los Dioscuros, ampliando sus rutas de visita.

El Parque Arqueológico de Pompeya amplía sus itinerarios de visita con la apertura de la Villa de Diomedes y la Casa de los Dioscuros, una vez finalizados los trabajos de seguridad y restauración. Con estas aperturas, el Parque comienza a devolver el uso a las grandes viviendas, que además de sumarse a la oferta de visitas a la ciudad antigua, prevén la potenciación de las rutas dedicadas a personas con discapacidad con una practicabilidad de hasta el 90%, como en el caso de las dos plantas del complejo de la Villa di Diomede, y la regeneración de los jardines de la Casa de los Dioscuros, mediante una nueva interpretación de los datos arqueológicos y una materialización de las pinturas del jardín de la casa, hoy casi invisibles pero de las que dan testimonio los dibujos de los visitantes del siglo XIX.

Niños y adolescentes con autismo y discapacidades cognitivas del Centro de Rehabilitación de Pompeya visitaron la Villa de Diomedes. En el marco de un convenio promovido por el parque arqueológico con la cooperativa social Il Tulipano, los niños y sus familias están siguiendo un curso de agricultura social que incluye la recogida de fruta en los jardines de la domus, en el vivero y en los huertos de la zona arqueológica, empezando por granadas y membrillos y siguiendo con espinos, cítricos, sorbola, y su transformación, siguiendo recetas tomadas de autores antiguos como Plinio, en zumos y mermeladas.

“Con estas aperturas se cierra definitivamente la restauración del Proyecto Gran Pompeya al que se remonta el diseño de ambas domus, que desde el principio se ha orientado en la dirección de la plena accesibilidad y el completo disfrute de los monumentos por parte de todos los visitantes, en igualdad de oportunidades. Además, también se ha prestado gran atención a los jardines y zonas verdes en general, partes integrantes de las domus”, afirma el Director General de los Museos, Massimo Osanna. “Se confirma que el enfoque adoptado con el Proyecto Gran Pompeya ha sido un modelo de sostenibilidad, que desde los primeros proyectos ha priorizado el valor de la multidisciplinariedad y la colaboración entre distintas competencias arqueológicas, arquitectónicas, de ingeniería, botánicas y de restauración.”

“La tarea de nosotros, los arqueólogos, es relatar la excepcionalidad de la vida común, que en Pompeya podemos reconstruir gracias a artefactos únicos, entre ellos calcos de víctimas y objetos cotidianos, pero también hacer accesible y común para todos, lo que en la antigüedad era muy exclusivo: hoy abrimos dos viviendas excepcionales, pertenecientes a la élite de la antigua Pompeya, con vistas a una inclusión cada vez mayor, que no es sólo física, de ruptura de barreras, sino también cultural y social. A través de jardines y espacios verdes, podemos ofrecer experiencias que permitan una comprensión más amplia de la realidad histórica de Pompeya y su territorio. Me gustaría recordar que, además del proyecto de rehabilitación de las zonas verdes, en el que colaboraron niños y adolescentes con autismo y otras formas de discapacidad, en el mantenimiento y la restauración de los jardines de la Casa de los Dioscuros también participaron varios jóvenes que, gracias a la institución de la libertad vigilada, en virtud de un acuerdo entre el Parque y el Tribunal de Torre Annunziata, realizaron trabajos de interés público”, añade el Director del Parque Arqueológico Gabriel Zuchtriegel. “Tras los importantes resultados que hemos obtenido con el Proyecto Gran Pompeya, ahora estamos comprometidos a hacer que el territorio forme parte cada vez más de nuestra visión, y las dos casas que hoy entregamos al uso público son una expresión ejemplar de ello.”

Villa de Diomedes

La Villa de Diomedes, situada en la Via dei Sepolcri, cerca de la necrópolis de Porta Ercolano, es uno de los primeros edificios excavados en el yacimiento de Pompeya, entre 1771 y 1775. El aspecto actual de la villa, según los estudios más recientes, es la síntesis de la superposición de diferentes fases constructivas, que llevaron a la construcción de un complejo residencial organizado en tres núcleos arquitectónicos diferentes, edificados en terrazas a diferentes alturas, en pendiente hacia el mar. El primer núcleo está compuesto por el barrio residencial, formado por diferentes salas de estar dispuestas en torno al peristilo superior, más allá del cual se accedía, mediante una escalera, al peristilo inferior, situado en una cota más baja y compuesto por 17 columnas a cada lado, que rodeaba el jardín, en cuyo centro se encuentra una piscina con nichos rectangulares y curvos, con el lado norte absidal. En un eje con la piscina, pero orientada al sur, hay una terraza elevada en cuyas esquinas había columnas de ladrillo. El último núcleo está formado por elgran criptopórtico que sirve de subestructura del jardín y de almacén. Desde su descubrimiento en 1771 bajo la dirección de Francisco La Vega, la villa ha sufrido numerosas restauraciones hasta nuestros días, que han modificado la arquitectura original. La estructura parece haber sido construida con materiales locales, como piedra caliza de Sarno, tufelli, espuma de lava, toba gris, toba amarilla y ladrillos unidos con mortero de cal hidráulica y áridos de origen volcánico. Con el paso del tiempo, las juntas de las piedras se rellenaron repetidamente con mortero de cemento y se sustituyeron los zócalos de madera. Gran parte de la mampostería presentaba amplias zonas cubiertas de maleza, pátina biológica, erosión, materiales desaparecidos, exfoliación y eflorescencias salinas. Las intervenciones del proyecto de restauración consistieron principalmente en la consolidación de las bóvedas de las salas con elementos decorativos murales y de suelo, la restauración del equipamiento de mampostería, la conservación de las estratificaciones de las restauraciones realizadas desde el siglo XVIII, la construcción de nuevas cubiertas arqueológicas para proteger las salas completas con yeserías y elementos decorativos murales, la inspección y sustitución de los dinteles existentes, la restauración y el mantenimiento de los elementos metálicos, la sustitución de puertas y balaustradas, la consolidación de las cresterías de los muros, la limpieza arqueológica de las salas interiores y de los espacios destinados a los recorridos de conexión entre las funciones de la villa, y la recuperación de las yeserías y pinturas murales. Se reservó una intervención importante para el uso de la Villa, en particular para permitir el acceso “total” a los minusválidos, equipando el recorrido de visita con un ascensor exterior y un sistema de plataformas para salvar los obstáculos del lugar. A continuación, el sistema de accesibilidad de la Villa se vinculó al proyecto más amplio de accesibilidad de Pompeya, con la nueva disposición de la puerta Ercolano y la pasarela de Porta Ercolano a Porta Vesuvio, que se completará en los próximos meses.

Casa de los Dioscuros

Excavada entre 1828 y 1829, la Casa de los Dioscuros, en el Regio VI, es una de las más grandes y prestigiosas de Pompeya, famosa por la riqueza de sus pinturas de estilo IV y su organización interna con grandes espacios abiertos con continuas referencias de perspectiva. Incluso hoy, a pesar de que muchas de las pinturas han sido desprendidas en el pasado y trasladadas al Museo Arqueológico de Nápoles, todavía se puede disfrutar del deseo de crear decoraciones insólitas adecuadas a las vastas dimensiones de las habitaciones, apreciando así el gusto de uno de los mecenas más cultos de Pompeya. La vivienda consta de dos atrios, conectados por un elegante peristilo de tipo rodio, es decir, con el brazo norte escenográficamente más alto que los demás, desde el que se divisa una profunda pila utilizada para juegos de agua y al que da un elegante salón cuyas paredes estaban originalmente revestidas de mármol, hecho poco común en Pompeya. El atrioprincipal está provisto de 12 columnas de toba y a él se abren suntuosas salas destinadas a recepciones y banquetes, cerradas al fondo por un pequeño jardín; el atrio secundario está ocupado casi en su totalidad por salas de servicio y las dedicadas al descanso. La decoración mural es obra del mismo taller que trabajó en la cercana Casa de los Vettii. Las pinturas más significativas pueden verse en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, entre ellas las pequeñas pinturas de la entrada con los Dioscuros Cástor y Pólux, que dieron nombre a la casa y de las que recientemente se han trasladado copias in situ. Los trabajos en la casa consistieron en la construcción de una nueva cubierta arqueológica, ligera y reversible, para toda la extensión de la casa, la reordenación de algunas pendientes del tejado y la revisión de las estructuras metálicas para que el monumento volviera a ser utilizable. Tras la finalización de la obra, se llevaron a cabo trabajos para asegurar la decoración de paredes y suelos. El proyecto de recuperación de la Casa ha estimulado la regeneración de los jardines de la domus, el del peristilo y el del pseudoperistilo dórico, con nuevas interpretaciones de los datos arqueológicos y arqueobotánicos de las excavaciones pasadas, las percepciones y análisis de la arquitectura y sus relaciones internas, así como del aparato decorativo original transmitido por el cuaderno de bocetos del erudito y viajero inglés Sir William Gell, testigo de las primeras excavaciones hacia 1830. En los jardines, el espacio verde dialogará idealmente con los frescos ricos en cintas decorativas de carácter botánico, ratificando el papel original del peristilo como paradeisos privado. Con el fin de garantizar la cadena de suministro corta como buena práctica medioambiental ahora peculiar del Parque Arqueológico de Pompeya, incluso para los nuevos jardines de la Casa de los Dioscuros fue posible utilizar la mayoría de las especies vegetales entre las criadas en el nuevo Vivero de Flora Pompeyana de la Casa de Pansa. El jardín del semiperistilo dórico interpreta y materializa la decoración pictórica que adornaba los muros y que aún hoy puede verse en los bocetos de William Gell según una idea básica que parte del concepto de continuidad del jardín con respecto a la decoración pintada (la misma continuidad entre las columnas exentas del peristilo “real” y las semicolumnas del ala posterior “falsa”. El jardín vegetal es el primer y verdadero telón de fondo, constituido por la sucesión de rosas sarmentosas antiguas que trepan alrededor de las columnas, seguidas de una franja de césped con flores silvestres y donde el dosel separa las bulbosas, pequeñas plantas frutales cultivadas en vaso entre las líneas quebradas de las verjas de madera que acompañan la mirada hacia la hilera de pequeños cipreses y las pinturas de detrás. El jardín peristilo se inscribe en la corriente neopictórica del paisaje contemporáneo, con referencias al historicismo, característica de los jardines pompeyanos creados en el siglo XX. El jardín tiene un diseño bien definido e historicista que recuerda el estilo de otros jardines de domus vecinas, como el de los Cupidos de Oro, con una elección de especies que recuerda la opulencia y el lujo de la residencia patricia: Ars topiaria con el clásico seto de Ruscus muy bajo, evitando tapar los puntos de fuga y la perspectiva sobre los frescos de los muros circundantes y sobre la gran pila del lado opuesto; elementos que diseñan la verticalidad acompañando la columnata con formas topiarias de Tejo y Ciprés, elegantes no invasivas sutiles para garantizar el principio de equilibrio. Dentro de los parterres diseñados por el seto florecen Rosas, Iris, Narcisos para la primavera, campanulas y lavanda para el verano con dos estructuras topiarias de juncos de río para sostener Lonicera caprifolium.

Pompeya, la Villa de Diomedes y la Casa de los Dioscuros abiertas al público
Pompeya, la Villa de Diomedes y la Casa de los Dioscuros abiertas al público


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