No parece haber tregua para el Louvre, que tras el sensacional robo de las joyas de la corona francesa a mediados del pasado mes de octubre se enfrenta ahora a nuevos daños, incluidos los de imagen. Una fuga de agua provocó el 26 de noviembre daños en varios centenares de volúmenes almacenados en la biblioteca del departamento de Antigüedades Egipcias. La dirección del museo parisino explicó que la fuga de agua se originó en las cañerías conectadas al sistema de calefacción y ventilación del ala Mollien.
Según Francis Steinbock, administrador general adjunto del Louvre, entre trescientos y cuatrocientos libros se vieron afectados por el incidente. Se trataría sobre todo de revistas especializadas en egiptología y material científico, habitualmente consultado por los investigadores. La noticia, difundida inicialmente por La Tribune de l’Art, fue confirmada más tarde por el propio Steinbock, quien, no obstante, quiso tranquilizar sobre la magnitud de los daños.
A pesar del gran número de volúmenes mojados, ninguno de ellos sufriría daños irreversibles. Se trata de volúmenes útiles y muy consultados, pero no de piezas únicas. Los libros dañados se secarán y luego se enviarán al encuadernador para que realice los trabajos necesarios, antes de volver a colocarlos en las estanterías de la biblioteca.
En la foto: El Louvre. Foto: Mika Baumeister
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| Louvre, una fuga de agua inunda la biblioteca de Antigüedades Egipcias. Entre 300 y 400 libros afectados por los daños |
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