Banksy ha vuelto a intervenir en el espacio público con una nueva obra de arte callejero. El artista británico, como es habitual, confirmó su autenticidad a través de un post en Instagram, publicando una imagen de un mural que apareció en Londres en los días previos a la Navidad. La obra representa a dos niños tumbados de espaldas, mirando al cielo; uno de ellos señala algo con el dedo, como llamando la atención sobre un punto concreto situado sobre ellos. Según informa Artnews, el primer mural se vio el lunes frente a la estación de metro de Tottenham Court Road, cerca de Centre Point, un conocido rascacielos brutalista que domina la zona.
En una época del año tradicionalmente asociada a las imágenes de expectación y esperanza, la escena puede leerse como la representación de dos niños que miran al cielo en busca de una señal, quizá vinculada a la figura de Papá Noel. Una interpretación que, sacada de contexto, parecería inusualmente tierna en comparación con el tono habitualmente crítico e irónico del artista. En cualquier caso, como sugiere y escribe Artnews, la ubicación de la obra sugiere un nivel de interpretación más complejo. Centre Point, una torre de 34 plantas construida en 1966 como edificio de oficinas por el promotor Harry Hyams, permaneció sin uso durante años a pesar de la grave crisis inmobiliaria, a la espera de un inquilino importante. Esto la convirtió en un símbolo de las contradicciones del mercado inmobiliario londinense, hasta el punto de que un albergue para indigentes situado en las inmediaciones recibió irónicamente el nombre de Centrepoint. Con el tiempo, el edificio ha albergado a empresas de la talla de la agencia William Morris, la petrolera saudí Aramco y la compañía de videojuegos EA Games.
En 2015, Centre Point se convirtió en pisos de lujo multimillonarios tras ser adquirido por el grupo inmobiliario Almacantar. Según informes de la BBC, la empresa suspendería posteriormente la venta de los inmuebles debido a numerosas ofertas consideradas demasiado bajas, en un contexto de la ciudad marcado por el incumplimiento de los objetivos de vivienda, el aumento de las personas sin hogar y la exclusión de muchas familias del mercado inmobiliario. A la luz de estos elementos, algunos observadores interpretaron que el mural representaba a niños sin hogar tumbados en la calle.
Inusualmente para Banksy, la obra apareció por duplicado. De hecho, un segundo mural idéntico fue visto a unos cinco kilómetros de distancia, en Queen’s Mews, una tranquila calle adoquinada del barriode Bayswater, pintado en una pared sobre una hilera de garajes. Es esta segunda versión la que aparece en la imagen publicada en Instagram, donde el artista tiene unos 13,8 millones de seguidores. Es la primera nueva intervención de Banksy después de tres meses de silencio. La última obra fue en septiembre, cuando un mural que apareció cerca del Tribunal Real de Justicia representaba a un juez golpeando a un manifestante con un mazo, interpretado como una referencia a las detenciones que se produjeron durante una protesta propalestina. Aun así, la obra fue rápidamente tapada por las autoridades locales.
En diciembre del año pasado, por otra parte, el artista había compartido en las redes sociales una imagen de una mujer amamantando a un recién nacido, con una referencia iconográfica a la Virgen con el Niño, pero con el pezón sustituido por un tubo con fugas de óxido. Esta última obra nunca fue localizada físicamente, quedando así confinada al espacio digital.
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