Turismo, ferry sucio y caro desde Cerdeña: la queja social de Matteo Bassetti se hace viral


La denuncia social del infectólogo Matteo Bassetti, que quiso compartir su mala experiencia con el ferry Moby Lines Olbia-Génova, considerado sucio y con servicios sobrevalorados, se hizo viral. Y muchos usuarios en la red lo confirman.

Hay medios de transporte que viajan durante años pero que, un buen día, adquieren notoriedad mediática sólo porque un pasajero famoso dice algo obvio, que todos los usuarios de esos medios de transporte han sabido siempre. Es lo que está ocurriendo en estas horas con un post en Facebook del conocido infectólogo Matteo Bassetti, a propósito de la suciedad (y no sólo) encontrada en un ferry de Moby Lines con destino a Génova desde Cerdeña. Un aluvión de comentarios y likes, periódicos que se hacen eco de la noticia y otros que incluso la verifican desplazándose por las reseñas de cientos de usuarios en diversos portales, todos en la misma longitud de onda y quejándose: la conclusión es que las valoraciones de los viajeros son “truculentas”, por lo que la denuncia de Bassetti, médico que ha ganado notoriedad en los informativos de televisión comentando las noticias del día en Covid, parece “nada exagerada”.

Bassetti, que es director de la clínica de enfermedades infecciosas del Policlínico San Martino de Génova, había elegido Cerdeña para sus vacaciones, pero a la vuelta se desahogó en las redes sociales sobre el trato recibido en el ferry de Moby Lines con palabras encendidas: “Grosería, impuntualidad, suciedad, incapacidad relacional, precios disparatados y mucha rabia por esas pocas empresas italianas que dañan la imagen de Italia. Estos son los ingredientes que he encontrado esta noche, con mi familia, en el barco Aki de la compañía Moby en servicio de Olbia a Génova”. Era un poco como preguntarle al padre del escritor cómo eran los trenes-cama de Turín o Milán que bajaban al sur (Reggio Calabria, Crotone, Bari...) en los años ochenta y noventa.



El infectólogo comienza con un relato de la noche que probablemente le estropeó las vacaciones, señalando inmediatamente el retraso de dos horas en la salida, para pasar después a una queja sobre el precio que un monopolista puede cobrar por sus productos (no lo escribe, pero de hecho se queja de ello): “Restaurante cerrado... recurrimos a una pizza por porciones: 71 euros por 9 porciones chiclosas y grasientas, indignas de llamarse pizza” (o 6,90 euros la única porción de margarita, y 2,20 euros el precio de una botella de agua de medio litro). Pero en el aeropuerto o en Autogrill, después de todo, ¿los productos cuestan menos que en el supermercado de al lado? Es lo mismo, lo enseñan en el primer año de economía: bajo un monopolio de prestación de servicios, uno no puede sorprenderse de los altos precios que se cobran dada la falta de competencia y sobre todo la falta de alternativa para el cliente.

Interesante es entonces la alarma que lanza sobre la tarjeta de visita que damos a los turistas extranjeros con personal que, escribe en el post, no sabe idiomas. El turismo en este caso, sin embargo, se entrelaza con la particularidad del servicio de continuidad territorial que el Estado y la Región Autónoma de Cerdeña deben garantizar a los ciudadanos. Es decir, la posibilidad de que quienes viven en una isla, en este caso Cerdeña, pero también la isla de Elba, puedan llegar al continente siempre que lo deseen. Así, por ejemplo, para Portoferraio hay un ferry desde Piombino cada hora. Las rutas se sacan a concurso y se dan en concesión donde el armador garantiza el servicio aunque sea antieconómico (el trayecto quizás sólo con un pasajero a bordo, como con los autobuses o tranvías de la ciudad) pero como luego es el mismo el que presta el servicio en temporada alta, seguro que le viene a la mente el dicho toscano “poggio e buca fa pari”.

¿Se puede hacer algo? Hay pocos armadores, en primer lugar, y a los que proponen que el servicio lo preste una compañía estatal, recordémosles que las compañías de transbordadores que antes prestaban servicios de continuidad territorial sí eran estatales. Pero luego se privatizaron y se abrió el mercado. Desde luego, no es culpa de quienes viven en una isla y tienen justo derecho a ver cumplida la promesa de “continuidad territorial” con conexiones que les permitan ir y venir -y por tanto vivir- del continente por trabajo o estudios o lo que sea. Profundizaremos en esta cuestión en un próximo artículo.

En la imagen, algunas de las fotos publicadas por Bassetti

Turismo, ferry sucio y caro desde Cerdeña: la queja social de Matteo Bassetti se hace viral
Turismo, ferry sucio y caro desde Cerdeña: la queja social de Matteo Bassetti se hace viral


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