En Tirol del Sur, un nuevo fragmento de historia romana ha resurgido bajo la superficie en Egna, en la provincia de Bolzano. Durante los trabajos de excavación para la construcción de una casa en la Via Bolzano,arqueólogos de la Oficina de Patrimonio Arqueológico de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural, en colaboración con la empresa especializada SRA, sacaron a la luz una estructura de mampostería que data de los primeros siglos de nuestra era. Se trata de un edificio de época romana, compuesto por dos estancias, que, según los primeros análisis, debió estar vinculado a actividades productivas, probablemente una fragua.
El edificio, construido con mampostería aglomerada con mortero de cal, mide aproximadamente once metros de largo por ocho de ancho. Está dividido en dos salas distintas, una de las cuales muestra claras huellas de actividades artesanales. Las capas del suelo, ricas en residuos de carbón y escorias metálicas, atestiguan la existencia de una actividad de combustión a alta temperatura. En particular, se encontró un pozo de combustión con carbón vegetal y residuos de procesamiento, indicativo de una producción metalúrgica a pequeña escala.
En el interior de la sala principal se recuperó una cantidad considerable de objetos de hierro, entre ellos numerosos clavos y pequeños fragmentos de metal que aún no han sido restaurados. Los análisis preliminares indican que se trata de materiales que pueden asociarse al trabajo del hierro, posiblemente relacionado con la producción o reparación de herramientas y componentes metálicos destinados a la cercana estación viaria romana de Endidae.
El descubrimiento de baldosas con la marca “AURESIS” añade una pieza más a la reconstrucción histórica del yacimiento. La presencia de esta marca, ya documentada en otros contextos de la Italia romana septentrional, permite vincular el edificio a los circuitos productivos y comerciales de la época, atestiguando la existencia de suministros de construcción organizados a lo largo del eje de la Vía Claudia Augusta, una de las principales arterias imperiales que conectaban el mundo itálico con las provincias septentrionales.
Entre los artefactos móviles recuperados figuran cinco monedas, fragmentos de vasijas de cerámica y vidrio y algunos restos de ánforas. Los expertos los datan en los primeros siglos d.C., época en la que Egna, la antigua Endidae, era un punto clave de tránsito e intercambio entre la Italia romana y las regiones de Raetia. Las monedas y los fragmentos de cerámica, que ahora se están restaurando y analizando, pueden aportar más datos cronológicos y comerciales, aclarando la función económica del edificio dentro del sistema viario romano.
El yacimiento se encuentra en el lado aguas arriba de la Via Bolzano, en una zona que ha proporcionado otros hallazgos importantes en los últimos años. De hecho, en el lado opuesto de la calzada, la Oficina del Patrimonio Arqueológico ya había desenterrado la estación viaria “Mansio Endidae”, una estructura de descanso y asistencia para viajeros, funcionarios y personal militar en tránsito por la Vía Claudia Augusta. Esta vía imperial, inaugurada en el siglo I d.C., conectaba el norte de Italia con Augusta Vindelicum, la actual Augsburgo, capital de la provincia romana de Raetia.
La proximidad entre ambos yacimientos sugiere una relación directa: la casa ahora hallada pudo formar parte del complejo funcional conectado a la mansio, tal vez destinado al mantenimiento, la producción o el apoyo logístico de los viajeros y vehículos que recorrían la ruta. En los últimos años también se han encontrado varios enterramientos de incineración de época romana al norte de la estación de carretera, lo que confirma la extensión y complejidad del yacimiento arqueológico de Egna. La sucesión de hallazgos contribuye a esbozar una imagen más precisa de la vida cotidiana a lo largo de la Vía Claudia Augusta, mostrando cómo esta zona era un punto neurálgico de paso, trabajo y asentamiento.
La posición geográfica de Egna, en la encrucijada entre la llanura y el paso alpino, la convertía en un punto estratégico para el control y el mantenimiento de las vías de comunicación. La actividad metalúrgica, atestiguada por los hallazgos, podría estar vinculada no sólo a la producción de objetos de uso cotidiano, sino también al mantenimiento de carros, herramientas e instrumentos de transporte. La calidad constructiva del edificio y el uso de mortero de cal indican un alto nivel técnico y un mecenazgo estructurado, coherente con un asentamiento de servicio adosado a una gran vía imperial.
El descubrimiento representa una confirmación más de la riqueza del patrimonio arqueológico de Egna y su territorio. En las últimas décadas, las investigaciones realizadas a lo largo de la Via Bolzano y sus alrededores han aportado un mosaico de pruebas que dan cuenta de la continuidad de la vida en la zona desde la época romana hasta la Edad Media. Futuras investigaciones podrían aclarar la extensión del asentamiento y el papel económico de la zona dentro de la red de apoyo logístico a lo largo de la Via Claudia Augusta.
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| Egna (Bolzano), resurge un edificio romano: posiblemente una forja en la Via Claudia Augusta |
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