Del 5 de diciembre de 2025 al 12 de abril de 2026, el Museo Nacional Romano presenta en el Palazzo Massimo la exposición Memorie sommerse: i bronzi del Ponte di Valentiniano (Memorias sumergidas: los bronces del Puente de Valentiniano), un proyecto expositivo que llama la atención del público sobre un grupo de obras que emergieron en 1878 del fondo del Tíber y permanecieron en los depósitos del Museo durante más de un siglo. La iniciativa, comisariada por Federica Rinaldi y Agnese Pergola, representa una importante oportunidad para devolver visibilidad a materiales de gran interés histórico y arqueológico, relacionados con la decoración del antiguo puente romano construido por elemperador Valentiniano y conocido hoy como Ponte Sisto. La exposición es el resultado de una restauración e investigación científica que ha permitido reconsiderar estos bronces en su contexto original, ofreciendo una nueva visión de conjunto de un capítulo poco conocido de la topografía monumental de la ciudad.
La reapertura al público de estas obras se enmarca en la estrategia más amplia del Museo Nacional Romano de poner en valor las colecciones que alberga en sus depósitos, un patrimonio a menudo invisible pero fundamental para comprender la riqueza cultural de los yacimientos arqueológicos romanos y sus transformaciones a lo largo de los siglos. La exposición llega además en un momento de especial dinamismo para la programación del Museo, que recientemente ha preparado nuevos espacios y nuevos flujos expositivos para acoger importantes préstamos. Entre ellos, la Niobide y el Peplophoros, dos originales griegos del siglo IV a.C. generalmente guardados y prestados a los Museos Capitolinos - Villa Caffarelli para la exposición Grecia en Roma. La ausencia temporal de estas obras maestras ha permitido replantear la disposición de las salas del Palacio Massimo y devolver el protagonismo a obras menos conocidas, pero no por ello menos significativas, como los bronces del Puente Valentiniano.
La exposición se centra en tres objetos: una cabeza masculina diademada, una estatua de bronce dorado de un togatus y un ala derecha de la Victoria. Estos objetos, aunque fragmentarios, conservan un fuerte valor testimonial, tanto por el nivel técnico de su elaboración como por el papel que debieron desempeñar en el aparato decorativo del puente de la Antigüedad Tardía. La exposición pretende reconstruir no sólo el aspecto original de las esculturas, sino también el contexto histórico que condujo a su creación y posterior dispersión. La decisión de presentar estos tres artefactos juntos permite recuperar, al menos en parte, la idea de monumentalidad y complejidad del conjunto decorativo que antaño daba la bienvenida a quienes cruzaban el puente o navegaban por el río.
Un elemento esencial de la exposición es el vídeo explicativo que acompaña la visita. La voz narradora de Silvia Orlandi, profesora de epigrafía latina en la Universidad La Sapienza de Roma, guía al público a través de la lectura e interpretación de las dos inscripciones que completaban la monumental decoración del puente. La primera es la gran inscripción dedicatoria en mármol de Valentiniano y Valente, testimonio del encargo imperial y del contexto político en el que se renovó la infraestructura. La segunda es la inscripción monumental tallada en travertino, concebida para ser leída por los marineros del Tíber al pasar bajo los arcos del puente. El panel epigráfico, hoy conservado en el Claustro de Miguel Ángel de las Termas de Diocleciano, proporciona una valiosa pista sobre el modo en que la autoridad imperial comunicaba su mensaje a través de la arquitectura pública y las vías navegables de la ciudad.
La exposición no sólo muestra los tres bronces, sino que sirve de punto de partida para un proyecto de estudio más amplio. De hecho, la editorial Quasar está preparando una publicación científica dedicada a todo el núcleo de materiales, que analizará en detalle los aspectos del hallazgo, los elementos iconográficos, la reconstrucción de los lugares de origen, las técnicas de restauración y el contexto histórico y urbano en el que se insertan estos hallazgos.
La exposición “Memorias sumergidas” se celebra en las salas del Palazzo Massimo, una de las sedes principales del Museo Nacional Romano, situado en Largo di Villa Peretti. La exposición podrá visitarse del 5 de diciembre de 2025 al 12 de abril de 2026, de martes a domingo, de 9.30 a 19.00 horas, siendo la última entrada a las 18.00 horas. El acceso se realiza desde la entrada situada en Largo di Villa Peretti y la visita está incluida en el precio de la entrada al Museo, sin perjuicio de las concesiones y gratuidades previstas por la normativa vigente.
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