Parque del Stelvio: miles de huellas de dinosaurio de 210 millones de años afloran en los Alpes


En el Parque Nacional de Stelvio, en Val di Fraele (Lombardía), se ha identificado uno de los mayores yacimientos de huellas de dinosaurio del Triásico del mundo. Miles de huellas, que datan de hace 210 millones de años, abren un nuevo capítulo para la investigación paleontológica.

En el corazón de los Alpes centrales, en una zona que en los próximos años será foco de atención internacional debido a la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina, la investigación científica se enfrenta a un descubrimiento de excepcional trascendencia. En Val di Fraele, entre Livigno y Bormio, dentro del Parque Nacional del Stelvio, se han identificado miles de huellas de dinosaurio que datan de hace unos 210 millones de años. Se trata de uno de los mayores y más ricos yacimientos de huellas fósiles del período Triásico conocidos hasta ahora en todo el mundo, así como del primer descubrimiento de este tipo documentado en Lombardía.

El descubrimiento tuvo lugar en septiembre de 2025 y ha permanecido inédito hasta ahora. Las primeras huellas fueron avistadas por Elio Della Ferrera, un fotógrafo de naturaleza que realizaba una excursión por el valle para documentar la fauna alpina. Observando con prismáticos una ladera rocosa caracterizada por capas de dolomita casi verticales, Della Ferrera advirtió una densa sucesión de depresiones distribuidas a lo largo de las superficies rocosas. Algunas eran de tamaño considerable, con diámetros de hasta cuarenta centímetros; otras estaban alineadas en secuencias regulares, lo que sugería un origen no aleatorio. Al llegar al afloramiento tras una extenuante ascensión, el fotógrafo se encontró ante cientos de huellas fósiles, algunas de las cuales conservaban claramente restos de dedos y garras. La hipótesis de encontrarse ante huellas dejadas por grandes animales prehistóricos se confirmó al día siguiente, cuando Della Ferrera se puso en contacto con el paleontólogo Cristiano Dal Sasso, del Museo de Historia Natural de Milán, con quien ya había colaborado en el pasado. Las imágenes enviadas permitieron un primer reconocimiento: se trataba de huellas de dinosaurio de las que nunca se había tenido noticia.

Primera fotografía enviada a la Superintendencia competente por Elio Della Ferrera, descubridor del nuevo yacimiento paleontológico. Tomada el 14 de septiembre, enmarca la llamada
La primera imagen enviada a la Superintendencia competente por Elio Della Ferrera, descubridor del nuevo yacimiento paleontológico. Tomada el 14 de septiembre, encuadra la llamada “capa 0”, que aflora en las altas paredes de las Cime di Plator. Sólo aquí hay unas dos mil huellas fósiles, la mayoría de las cuales se remontan a dinosaurios prosaurópodos. Foto de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).
Las huellas mejor conservadas muestran claramente los largos talones, dedos y marcas de garras, a pesar de haber estado expuestas a la nieve y el hielo durante miles de años, incluso durante las últimas glaciaciones. Fotografía de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).
Las huellas mejor conservadas muestran claramente largos talones, dedos y huellas de garras, a pesar de haber estado expuestas a la nieve y al hielo durante miles de años, incluso durante las últimas glaciaciones. Foto de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).

El mismo día, la noticia se transmitió a la Soprintendenza Archeologia, belle arti e paesaggio (Oficina de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje) de las provincias de Como, Lecco, Sondrio y Varese, responsable de la protección de los bienes paleontológicos, que informó a la Dirección del Parque Nacional del Stelvio. A continuación se creó un grupo de trabajo, con la participación del Museo de Historia Natural de Milán y del Parque, para delimitar la zona y recopilar la primera información científica antes de que llegaran las nevadas. Dal Sasso llevó a cabo una primera inspección sobre el terreno junto con la Unidad de Carabinieri del Parque de Valdidentro, el personal científico del Parque y el propio Della Ferrera. Posteriormente intervinieron el icnólogo Fabio Massimo Petti, del MUSE de Trento y de la Sociedad Geológica Italiana, especialista en el estudio de huellas fósiles, y el geólogo Fabrizio Berra, del Departamento de Ciencias de la Tierra “Ardito Desio” de la Universidad de Milán, profundo conocedor de la geología local.

Los análisis preliminares, realizados por el Museo de Historia Natural de Milán en colaboración con el MUSE de Trento y la Universidad de Milán, por cuenta de la Superintendencia y de acuerdo con el Parque Nacional del Stelvio, indican que las huellas se conservan en rocas dolomíticas del Triásico Superior, que pueden datarse en unos 210 millones de años. Se conocen otros yacimientos coetáneos en los Alpes orientales y en las Dolomitas, pero el de Val di Fraele representa el primer descubrimiento de huellas de dinosaurio en Lombardía y el único en Italia situado al norte de la Línea Insubric, una de las principales estructuras tectónicas alpinas. Desde el punto de vista morfológico, la mayoría de las huellas tienen forma alargada y son atribuibles a animales con marcha bípeda. En los casos mejor conservados se distinguen claramente al menos cuatro dedos. En algunas partes del yacimiento las huellas se superponen y confunden parcialmente, signo del paso repetido de numerosos individuos, mientras que las huellas más aisladas permiten una lectura más precisa de los paseos individuales. En algunos lugares, delante de las huellas, aparecen también rastros más pequeños y anchos, interpretados como huellas de manos, probablemente dejadas cuando los animales dejaban de apoyar sus extremidades anteriores.

Las huellas de decenas de metros de longitud son claramente visibles en diversas superficies. En el yacimiento de Cime di Plator, las huellas fósiles están impresas con una profundidad evidente, lo que indica que los dinosaurios caminaban sobre barro calcáreo muy plastificado por la abundante presencia de agua. Fotografía de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).
Huellas de decenas de metros de longitud son claramente visibles en diversas superficies. En el yacimiento de Cime di Plator, las huellas fósiles están impresas con una profundidad evidente, lo que indica que los dinosaurios caminaban sobre barro calcáreo muy plastificado por la abundante presencia de agua. Foto de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).
Detalle de una huella. El parecido con el icnogénero Pseudotetrasauropus es grande pero no total, por lo que es posible que las huellas del Stelvio pertenezcan a una icnoespecie diferente o incluso a una que nunca antes se haya encontrado en otra parte del mundo. En cualquier caso, el autor debió de ser un dinosaurio herbívoro similar al Plateosaurus engelhardti. Foto de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC)
Detalle de una huella. El parecido con el icnogénero Pseudotetrasauropus es fuerte pero no total, por lo que es posible que las huellas de Stelvio pertenezcan a otra icnoespecie o incluso a una que nunca se haya encontrado en otra parte del mundo. En cualquier caso, el autor debió de ser un dinosaurio herbívoro similar al Plateosaurus engelhardti. Foto de Elio Della Ferrera, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC)

Las características de las huellas indican que fueron realizadas por dinosaurios prosaurópodos, grandes herbívoros de cuello largo y cabeza relativamente pequeña, considerados los antepasados de los saurópodos del Jurásico. Eran animales de constitución robusta con afiladas garras en manos y pies. Algunas especies, como el Plateosaurus engelhardti, podían alcanzar los diez metros de longitud. En Suiza y Alemania se han encontrado numerosos esqueletos de Plateosaurus, que es el candidato más probable como autor de las huellas halladas en Val di Fraele. En los círculos icnológicos, sin embargo, las huellas se clasifican con nombres diferentes a los de los esqueletos fósiles, ya que la identificación directa del supuesto autor de las huellas suele ser incierta. Las huellas de prosaurópodos se atribuyen generalmente a icnogéneros como Tetrasauropus, Pseudotetrasauropus, Pentasauropus y Evazoum, basándose en detalles anatómicos específicos. Las huellas de Stelvio parecen especialmente próximas a Pseudotetrasauropus, aunque no puede descartarse que pertenezcan a una icnoespecie desconocida hasta ahora, que requerirá una nueva designación formal tras estudios detallados.

Junto a los rastros de grandes herbívoros, futuras investigaciones podrían conducir a la identificación de huellas dejadas por otros reptiles del Triásico, como arcosaurios cuadrúpedos similares a cocodrilos o dinosaurios depredadores primitivos, potencialmente afines a los antepasados de Saltriovenator, el único dinosaurio carnívoro de Lombardía conocido hasta ahora a través de restos óseos. Las huellas se encuentran ahora en superficies rocosas casi verticales, pero esta disposición no se corresponde con la posición original de los sedimentos. Hace entre 227 y 205 millones de años, las rocas que afloran en Val di Fraele se formaron en ambientes marinos poco profundos, dentro de extensas plataformas carbonatadas, caracterizadas por marismas similares a las de las regiones tropicales actuales. Sobre estos fondos fangosos, bañados por las aguas del océano Tethys, caminaron los dinosaurios, dejando sus huellas, que más tarde fueron enterradas y protegidas por nuevos sedimentos. El levantamiento de la cadena alpina y la erosión devolvieron estas huellas a la superficie, pero las expusieron a la intemperie.

Reconstrucción paleoartística de cómo podría haber sido el entorno hace unos 210 millones de años, ahora preservado en las rocas del Valle de Fraele (Parque Stelvio). A lo largo de la orilla del océano Tethys, una manada de dinosaurios prosaurópodos camina por una extensa llanura fangosa de carbonato durante la marea baja. También hay ejemplares jóvenes en la manada, como indican algunas pequeñas huellas fósiles. Aquí se muestran machos y hembras de diferentes colores. Ilustración de Fabio Manucci, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).
Reconstrucción paleoartística de cómo podría haber sido el entorno hace unos 210 millones de años, conservada hoy en las rocas del valle del Fraele (Parque del Stelvio). A lo largo de la orilla del océano Tethys, una manada de dinosaurios prosaurópodos camina sobre una extensa llanura fangosa de carbonato durante la marea baja. También hay ejemplares jóvenes en la manada, como indican algunas pequeñas huellas fósiles. Aquí se muestran machos y hembras de diferentes colores. Ilustración de Fabio Manucci, Arch. PaleoStelvio (PNS, MSNM, SABAP CO-LC).

Desde un punto de vista cuantitativo y espacial, el yacimiento presenta características sobresalientes. Las estimaciones preliminares, basadas en estudios fotográficos, indican la presencia de varios miles de huellas, con una densidad de hasta cuatro a seis huellas por metro cuadrado. Las huellas muestran una considerable variedad de tamaños, lo que sugiere la coexistencia de individuos de diferentes tamaños y el movimiento de numerosos rebaños. Las zonas afectadas afloran en al menos siete crestas, con decenas de estratos superpuestos que se extienden a lo largo de casi cinco kilómetros por la orilla sur de los Lagos de Cancano, entre los Picos Plator y Doscopa. En la actualidad se han prospectado una treintena de puntos de afloramiento. El complejo Plator-Doscopa es, por tanto, uno de los yacimientos de huellas de dinosaurio más extensos y ricos del mundo para el periodo Triásico. Su importancia científica exige un compromiso a largo plazo, tanto para el estudio como para la protección y conservación de las huellas, de difícil acceso y a las que no se puede llegar por senderos. La investigación futura requerirá el uso de drones, tecnologías de teledetección y herramientas avanzadas de digitalización, así como recursos económicos adecuados.

Declaraciones

“Este lugar estuvo lleno de dinosaurios, es un inmenso patrimonio científico. Los paseos paralelos son pruebas claras de manadas en movimiento sincronizado y también hay rastros de comportamientos más complejos, como grupos de animales reunidos en círculo, quizá para defenderse”, afirma Cristiano Dal Sasso, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Milán. “Después de treinta y cinco años de trabajo, nunca habría imaginado que me encontraría con un descubrimiento tan espectacular, en la región donde vivo. Increíblemente, incluso en Lombardía sigue habiendo lugares inexplorados, remotos en el tiempo y en el espacio”.

“Las huellas se imprimieron cuando los sedimentos eran aún blandos y estaban saturados de agua, en las amplias llanuras mareales que rodeaban el océano Tethys”, explica Fabio Massimo Petti, icnólogo del MUSE de Trento y director editorial de la Sociedad Geológica Italiana. “La plasticidad de esas finas marismas calcáreas, hoy convertidas en roca, ha permitido conservar a veces detalles anatómicos de las patas realmente notables, como impresiones de dedos e incluso garras”.

“En las laderas de los picos de Cime di Plator, frente a los Laghi di Cancano, afloran rocas sedimentarias dolomíticas del Triásico Superior, conocidas como Dolomia Principale, también llamada Dolomia del Cristallo en el sector de Alta Valtellina”, subraya Fabrizio Berra, geólogo del Departamento de Ciencias de la Tierra “Ardito Desio” de la Universidad de Milán. “Se remontan al Noricum, una época que duró más de veinte millones de años, de 227 a 205 millones de años, y como las capas con las huellas son diferentes y se superponen, tenemos una oportunidad única de estudiar la evolución de los animales y su entorno a lo largo del tiempo, leyendo las páginas de un libro de piedra.”

“En vísperas de los Juegos Olímpicos de Invierno”, comenta el Presidente Attilio Fontana, “Lombardía recibe un extraordinario regalo de la historia: el descubrimiento de miles de huellas de dinosaurio en el valle de Fraele, en Valdidentro, entre Bormio y Livigno, el lugar que acogerá los Juegos Olímpicos. Este yacimiento, que hemos bautizado con el nombre de Parque Triásico, destaca por la cantidad y claridad de las huellas, lo que sitúa a nuestra región a la cabeza del mundo en cuanto a vestigios del periodo Triásico. Lombardía es una tierra llena de historias increíbles, capaz de vincular el presente del acontecimiento olímpico y paralímpico con el pasado más lejano. Este descubrimiento representa un puente ideal entre la historia antigua del territorio y el futuro que simbolizan los Juegos Olímpicos. Nuestra región se confirma así como un lugar de excelencia, capaz de unir deporte, ciencia y tradición en un gran acontecimiento”.

“El descubrimiento del ”valle de los dinosaurios“ en el territorio lombardo es sin duda un hallazgo excepcional para la geología y la paleontología”, comentó el alcalde de Milán , Giuseppe Sala, “los estudios que continuarán a partir del descubrimiento de estas huellas nos permitirán conocer mejor la historia de nuestro planeta y del territorio en el que vivimos. Me enorgullece saber que al reconocimiento de las primeras huellas de dinosaurio, y por tanto al extraordinario significado de lo que el fotógrafo Della Ferrera ha inmortalizado, ha contribuido también con gran competencia el Museo de Historia Natural de Milán, gracias a la atenta y experta mirada del paleontólogo Dal Sasso”. A pocas semanas de la inauguración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Milán Cortina 2026, este descubrimiento arroja una luz inesperada y fascinante sobre las montañas de Lombardía", afirma.

“Evidentemente no poseo grandes nociones de paleontología, pero el extraordinario descubrimiento de este yacimiento triásico en el corazón del territorio donde tendrán lugar las competiciones olímpicas me conmueve sinceramente”, afirma el presidente de la Fundación Milán-Cortina 2026, Giovanni Malagò.“Donde competirán los atletas de esquí alpino y snowboard, hace 200 millones de años vivían los dinosaurios. Creo que es una señal que nos recuerda la profundidad y la riqueza del patrimonio no sólo cultural, sino también geológico y paleontológico de nuestros Alpes y de Valtellina en particular. En definitiva, las ciencias naturales entregan a los Juegos de Milán Cortina 2026 un regalo inesperado y precioso que viene de épocas lejanas: los científicos sabrán profundizar en su enorme relevancia, para que perviva en el presente y en el futuro de la comunidad valtellina y de los amantes del conocimiento”.

“El descubrimiento de este afloramiento excepcional”, añade Beatrice Maria Bentivoglio - Ravasio, Superintendente de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de las provincias de Como, Lecco, Sondrio y Varese, “que se suma al sitio de la UNESCO del Monte SanGiorgio y al reciente descubrimiento en Val d’Ambria, subraya el papel clave del territorio del norte de Lombardía para la protección, el estudio y la valorización del patrimonio paleontológico, ámbito que es competencia del Ministerio de Cultura al igual que otros tipos de patrimonio como el arqueológico, el monumental, el histórico-artístico y el paisajístico. Quisiera señalar que los numerosos proyectos en curso con el Museo de Historia Natural de Milán y el Parque Nacional del Stelvio, a los que quiero dar las gracias, han permitido responder muy rápidamente al informe de Elio Della Ferrera en un contexto medioambiental muy complejo. Los resultados de estas primeras investigaciones servirán de base para la adopción de una medida de protección que garantice la necesaria protección del yacimiento y, esperamos, también su futura valorización”.

Un descubrimiento excepcional en un lugar excepcional Desde hace algunos años, el valle de Fraele acoge descubrimientos y redescubrimientos históricos y arqueológicos que permiten revivir el pasado histórico, desde la Edad Media hasta la historia reciente, del valle. Este nuevo y sensacional descubrimiento -afirma Franco Claretti, director de la zona lombarda del Parque Nacional del Stelvio- añade aún más fascinación a un lugar de gran belleza. Abre horizontes temporales de cientos de millones de años y nos permite saber qué animales increíbles vivían aquí, cuando nuestras montañas aún no existían y había aquí inmensas playas marinas. Esto añade un nuevo elemento a nuestro conocimiento de la zona y su puesta en valor. Nuestra tarea, en los próximos años, será contribuir a la investigación científica y, sobre todo, incluir este nuevo elemento de conocimiento y fascinación en la puesta en valor del Valle de Fraele".

“El Parque Nacional del Stelvio”, comenta Massimo Sertori, consejero regional responsable de entes locales y montaña, "es uno de los tesoros del mundo donde el tiempo ha escondido parte de la historia de nuestro planeta. Conserva especies animales, biodiversidad, flora, fauna y, recientemente, nos ha devuelto reliquias históricas relacionadas con la Primera Guerra Mundial. El último descubrimiento representa y atestigua la presencia, hace millones de años, de dinosaurios. Hoy, visitar el Parque Nacional del Stelvio nos produce emociones extraordinarias, no sólo por los increíbles paisajes que ofrece, sino porque nos permite consultar y vivir directamente un libro de historia como si fuéramos protagonistas del propio libro’.

Un descubrimiento excepcional que, además, tiene aspectos culturales muy importantes para nuestra región", afirma la consejera regional de Cultura, Francesca Caruso. “El hecho, pues, de que todo esto tenga lugar en un momento histórico y en el aire como sede de los Juegos Olímpicos adquiere un valor aún más fuerte”. Los “Juegos Olímpicos y Paralímpicos de la Cultura” marcan otro paso muy importante en la valorización de la historia y la narrativa de Lombardía".

“Este extraordinario descubrimiento es motivo de orgullo no sólo para la comunidad científica, sino para todo Milán y Lombardía”, subraya Tommaso Sacchi, Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Milán. “El trabajo realizado por el Museo de Historia Natural de Milán, gracias a la pericia de sus investigadores y a la colaboración con las instituciones locales, demuestra una vez más el valor de nuestra ciudad como centro de excelencia en investigación y divulgación científica. Hallazgos de tal relevancia son extremadamente raros y abren nuevos escenarios para comprender la historia de nuestro territorio. Apoyaremos firmemente la labor de estudio, protección y valorización de este yacimiento, para que se convierta en un ejemplo virtuoso de colaboración entre las instituciones, la investigación y el territorio, y en un legado cultural para las generaciones futuras”.

“La esperanza es que un descubrimiento de tal importancia pueda estimular la reflexión en todos nosotros, poniendo de relieve lo poco que sabemos sobre los lugares donde vivimos: nuestro hogar, nuestro Planeta”, añade el descubridor del sitio, Elio Della Ferrera, fotógrafo profesional de naturaleza. “El excepcional descubrimiento puede representar también un estímulo para apoyar adecuadamente la investigación y la divulgación sobre estos temas, contribuyendo a la promoción cultural de los lugares montañosos y favoreciendo, en consecuencia, la presencia de poblaciones estables”.

Parque del Stelvio: miles de huellas de dinosaurio de 210 millones de años afloran en los Alpes
Parque del Stelvio: miles de huellas de dinosaurio de 210 millones de años afloran en los Alpes


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