Bari vuelve a enfrentarse a su historia más antigua gracias a la intervención del artista Edoardo Tresoldi (Milán, 1987), que presentó al público la maqueta de la instalación monumental que tomará forma en lazona arqueológica de San Pietro, en pleno casco antiguo de la ciudad. El jueves 3 de julio, la iglesia de San Francesco della Scarpa se llenó de ciudadanos, representantes institucionales, estudiantes y jóvenes del barrio que acudieron en masa para conocer de antemano el proyecto que promete transformar no sólo la imagen del casco antiguo, sino también el perfil urbano.
La iniciativa surge de una licitación internacional convocada por la Secretaría Regional del Ministerio de Cultura - Apulia, dirigida por la arquitecta Maria Piccarreta, y forma parte de un amplio proyecto de revalorización de la zona, objeto de excavaciones y estudios arqueológicos desde hace décadas. La presentación se convirtió en una fiesta comunitaria, acompañada por la música del Swing 31 y el desfile de timbaleros de la asociación Nicolaus Barium, símbolo de un pasado que vuelve a resonar entre las piedras del casco antiguo. Esto también fue posible gracias al apoyo de COBAR spa, contratista del proyecto.
La obra de Tresoldi pretende ser una reflexión arquitectónica sobre el tiempo y la memoria. La maqueta presentada representa el embrión de una intervención sin precedentes, desarrollada a lo largo de cuatro años e inspirada en la famosa instalación que el artista creó en 2016 en Siponto. Una vez más, la malla metálica y el juego de transparencias son herramientas a través de las cuales Tresoldi rediseña la identidad del lugar, evocando lo que ha desaparecido y reinterpretando lo que permanece.
San Pietro, punto de origen de la ciudad de Bari, ha sido durante siglos una encrucijada de transformaciones, metamorfosis arquitectónicas y cambios de destino. La obra del artista restituye visualmente la estratificación temporal de la zona, representando los edificios que se han sucedido en el lugar en un juego de encaje volumétrico: arquitecturas encerradas unas dentro de otras, en una narración espacial que pretende revelar la heterogeneidad del patrimonio urbano, pero también el patrimonio personal y colectivo de toda una comunidad.
El proyecto se erige como un acto de refundación. Tresoldi reflexiona sobre el significado de la reconstrucción como gesto contemporáneo capaz de reescribir la identidad de un lugar y redefinir su función en el presente. Así, San Pedro, con su pasado vinculado al culto y al cuidado -primero iglesia, luego convento, después hospital-, se propone como símbolo de renacimiento y diálogo entre lo sagrado y lo humano. El artista cuestiona el significado del templo y la necesidad de sacralidad en las ciudades modernas, creando un nuevo edificio que es a la vez antiguo y contemporáneo.
La instalación está enraizada en el material de la ciudad. Los muros de la iglesia más antigua estarán hechos de materiales inertes y de desecho procedentes de la demolición de edificios contemporáneos de Bari. Una elección que rememora la memoria material de la ciudad, reinsertándola en un nuevo ciclo vital y transformando los restos de lo moderno en elementos poéticos y constructivos. Un gesto destinado a permitir que la memoria colectiva encuentre nuevas lecturas e interpretaciones en el espacio urbano, haciéndolo operativo, vivo y capaz de acoger nuevas historias.
Desde principios del siglo XX, el yacimiento de San Pietro ha sido objeto de una larga serie de campañas de excavación dirigidas por el Ministerio de Cultura. Gracias a estos estudios, hoy se sabe que el subsuelo de la zona conserva una estratificación ininterrumpida de casi cuatro mil años de historia, desde la Edad de Bronce hasta la década de 1960. Un testimonio único de asentamiento y continuidad cultural en el corazón de Bari.
La última campaña de excavaciones, finalizada en mayo de 2024, ha proporcionado más datos útiles para la reconstrucción, que no se llevará a cabo como una mera réplica arquitectónica, sino como una interpretación artística en diálogo con la historia. La instalación de Tresoldi se concibe así como una síntesis visual y poética de las formas que han caracterizado el lugar a lo largo de los siglos, desde la Edad Media hasta su transformación en el siglo XIX en un edificio civil, utilizado como hospital hasta su demolición en 1969. La complejidad de la intervención en San Pietro es mayor que en Siponto, precisamente por la multiplicidad de fases históricas que ha atravesado el lugar. A lo largo de los siglos, la zona ha sido testigo de la presencia de una primitiva iglesia medieval, transformada en el periodo románico entre los siglos XI y XII, remodelada posteriormente en el siglo XV con la construcción del monasterio franciscano y ampliada en el siglo XVII. En el siglo XIX, todo el complejo se destinó a usos civiles, culminando en la función de Hospital Consorziale, que posteriormente resultó gravemente dañado por los bombardeos de 1943 y la explosión del vapor Charles Henderson en 1945.
El edificio fue finalmente abandonado y demolido en 1969, pero el recuerdo del lugar ha permanecido vivo en la conciencia de los habitantes de la antigua Bari. El hospital, al igual que las estructuras religiosas que lo habían precedido, pervive en relatos orales, leyendas y anécdotas transmitidas de generación en generación. Un patrimonio intangible que ha alimentado la inspiración del artista, llevándole a cuestionar el profundo significado de ese lugar para la ciudad y sus gentes.
La obra de Tresoldi es el resultado de un estudio en profundidad no sólo de las fuentes arqueológicas, sino también de los recuerdos de la comunidad. El artista analizó relieves, mapas, informes de excavaciones, documentos de archivo y testimonios orales, llegando a la conclusión de que en el centro del yacimiento pervive el eco de la iglesia de San Pietro en la toponimia y en el imaginario de la ciudad. Así, a través de su arte hecho de transparencias y sugerencias, Tresoldi pretende devolver la forma y el alma a un lugar que lleva demasiado tiempo suspendido. La instalación no se limitará a recordar el pasado, sino que tratará de ser un espacio vivo, un nuevo templo urbano que reflexione sobre el concepto mismo de tiempo, transformación y memoria. Un punto de encuentro entre lo que ha sido y lo que aún puede ser, en el corazón palpitante de Bari.
“San Pietro, en Bari, es un lugar antiguo que nunca ha dejado de transformarse, es un fragmento de la ciudad que a través del tiempo ha conocido diferentes formas de vida, de pensamiento, de lo sagrado”, explica Edoardo Tresoldi. “Aquí, la materia se ha hecho y deshecho varias veces; cada vez un pasaje, una mutación. Cada vez, un gesto humano que ha dejado su huella. Todos estos cambios cuentan con precisión la evolución de la ciudad y la forma en que la gente ha vivido y pensado este lugar. Construir, destruir, reconstruir... como un soplo. Capas sobre capas arraigadas en el mismo pañuelo de tierra que, a lo largo de los siglos, en diferentes formas, ha sido casa de culto, lugar de rituales, custodio del sentido de lo sagrado según la ciudad y sus habitantes. Construir San Pedro es un acto que nos devuelve y en cierto modo nos pregunta: ¿quiénes somos? ¿Qué valoramos? ¿Cuál es para nosotros el sentido de lo sagrado? Como artista intento dar forma a una visión, evocar una presencia que todos podamos reconocer aunque nunca la hayamos visto. Este lugar, y la escultura que acogerá, serán un diálogo entre lo que hemos sido y lo que somos ahora”.
“La larga reflexión en la que participó el equipo interdisciplinar de diseño sobre los objetivos y métodos que podrían adoptarse para proponer el lugar al público se centró en particular en el tema de la reintegración de la imagen en zonas arqueológicas sin elevaciones”, explica el arquitecto Francesco Longobardi, diseñador y director de obra del proyecto de valorización de la zona arqueológica de San Pietro. “De ahí surgió la idea de permitir una lectura volumétrica de los edificios mejor conservados de la fundación, proyectando hacia arriba sus perímetros revelados por las investigaciones arqueológicas. Y, para ello, se decidió recurrir al lenguaje poético del arte contemporáneo, estipulando que la instalación se concibiera y realizara de manera que cumpliera los requisitos de rigor científico y coherencia con los principios de la restauración, así como de comunicación eficaz dirigida al público en general. La compleja reflexión en la que participó el equipo interdisciplinar de diseño sobre los objetivos y métodos que podrían adoptarse para presentar el yacimiento al público se centró en particular en el tema de la reintegración de la imagen en zonas arqueológicas sin elevaciones. De ahí surgió la idea de permitir una lectura volumétrica de los edificios mejor conservados, proyectando en tres dimensiones sus perímetros revelados por las investigaciones arqueológicas. Para ello, se decidió recurrir al lenguaje poético del arte contemporáneo, estableciendo que la instalación debía diseñarse y realizarse de forma que cumpliera los requisitos de rigor científico y coherencia con los principios de la restauración, así como de comunicación eficaz dirigida al público en general. La adjudicación del contrato a Edoardo Tresoldi permite, más de diez años después de la exitosa intervención que realizamos juntos en Siponto, poner en valor los resultados de aquella operación. Sobre la base de la experiencia adquirida y conscientes de las diferencias entre el emplazamiento de Siponto y el de Bari, cuyo subsuelo contiene no una, sino múltiples fases históricas que hay que valorizar, estamos llevando a cabo una operación que es también de regeneración urbana, en la que la atención a cada detalle y laósmosis entre diferentes instancias y métodos de abordaje, fuertemente perseguidos, esperamos que nos acerquen lo más posible al objetivo de devolver a la comunidad todos los valores encerrados en un lugar que es a la vez espacio y tiempo, pasado remoto y futuro próximo”.
“Lo que se está construyendo será la mayor obra de arte contemporáneo jamás creada en Bari. Se levantará sobre la zona arqueológica más antigua de la ciudad, un espacio urbano que lleva años esperando una nueva identidad y que hoy se transforma en algo extraordinario”, comentó el alcalde de Bari, Vito Leccese. “Con sus 30 metros de altura, que empiezan a tomar forma, los perfiles y siluetas transparentes diseñados por Tresoldi contarán la historia de este lugar con juegos de líneas y luces que todos podremos recorrer y admirar. Una obra contemporánea capaz de abrir nuevos escenarios para la conservación y puesta en valor del patrimonio histórico y arqueológico, en la que la luz -en la ciudad de la luz- juega un papel decisivo en la relación presencia-ausencia. Esta instalación proyectará Bari en la escena nacional e internacional, dotando a la ciudad de una nueva narrativa, capaz de unir sus raíces milenarias con una visión contemporánea. En definitiva, un puente, un viaje entre el pasado y el futuro”.
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Bari, Edoardo Tresoldi creará una gran instalación de malla metálica: he aquí la maqueta |
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