En el Opificio delle Pietre Dure de Florencia, el Fragmento Vaticano restaurado, único resto de un ciclo giottesco.


En el marco del proyecto "Cuidar el arte. Restauraciones expuestas", el Museo dell'Opificio delle Pietre Dure de Florencia acogerá del 29 de julio al 1 de noviembre de 2025 el Fragmento Vaticano, único elemento que se conserva del ciclo de pinturas murales que Giotto y su taller realizaron en la antigua basílica de San Pedro del Vaticano.

Del 29 de julio al 1 de noviembre de 2025, el Museo dell’Opificio delle Pietre Dure de Florencia acogerá, dentro del programa “Cuidar el arte. Restauraciones en exposición”, una obra de extraordinaria importancia para el panorama artístico y académico: el llamado Fragmento Vaticano. Se trata del único elemento que se conserva del ciclo de pintura mural que Giotto, junto con su taller, realizó en el primer cuarto del siglo XIV en el interior de laantigua Basílica de San Pedro del Vaticano. Se trata de una obra del máximo valor histórico y artístico que ahora puede admirarse tras una compleja restauración realizada entre 2016 y 2019 por el Opificio.

El Fragmento Vaticano representa un raro testimonio de la actividad romana de Giotto. Se trata de una porción desprendida de pintura mural, ahora asentada en una base de yeso que le sirve de soporte, y representa dos solemnes e imponentes figuras de santos. Durante mucho tiempo, estas figuras se identificaron erróneamente con San Pedro y San Pablo.

La historia de este fragmento está especialmente entrelazada con acontecimientos históricos. La antigua basílica de San Pedro, construida en los primeros siglos del cristianismo, fue demolida progresivamente a partir del siglo XVI para dar paso al proyecto renacentista de Bramante y Miguel Ángel. De la decoración del siglo XIV confiada a Giotto, este fragmento es el único testimonio tangible, que ha llegado hasta nosotros por su valor devocional y documental, por lo que se ha conservado cuidadosamente a lo largo de los siglos.

Una inscripción en el reverso de la obra recuerda que en 1610 Pietro Strozzi, canónigo de la basílica vaticana y secretario del papa Pablo V, la donó a Matteo Caccini. Éste, consciente de su importancia, la hizo decorar y exponer a la veneración de los fieles, aunque se desconoce el lugar exacto, en 1625.

El fragmento, raramente mostrado y poco estudiado, fue presentado al público en 2015 durante la exposición Giotto, Italia en el Palazzo Reale de Milán. En esa ocasión, se puso de manifiesto la necesidad de un trabajo de restauración, destinado a arrojar luz sobre aspectos técnicos y estilísticos. A partir de 2016, el Opificio delle Pietre Dure inició una profunda campaña de investigaciones diagnósticas, seguida de una meticulosa restauración. La intervención consistió principalmente en la eliminación de capas de repintes y pátinas sedimentadas a lo largo del tiempo, que habían alterado la legibilidad de la obra y ocultado el refinamiento original de la pintura.

La limpieza reveló delicadas y finas capas de pintura. El análisis por infrarrojos reveló la construcción plástica de las figuras, caracterizada por un fuerte sombreado. Los rostros están modelados con ligeros toques de pigmentos -como el ocre y los óxidos- extendidos sobre una base verdosa, mientras que los rasgos somáticos, como la nariz y los labios, se representan con marcadas marcas en negro y rojo. Esta técnica de ejecución, totalmente coherente con el lenguaje de Giotto, ha reforzado la atribución directa al maestro, disipando las dudas planteadas en el pasado.

Dos cabezas de apóstoles o santos (Fragmento Vaticano) (c. 1515-1520; Colección particular, después de la restauración, anverso)
Dos cabezas de apóstoles o santos (fragmento del Vaticano) (c. 1515-1520; colección privada, tras restauración, anverso)
Dos cabezas de apóstoles o santos (fragmento vaticano) (c. 1515-1520; colección particular, después de la restauración, verso)
Dos cabezas de apóstoles o santos (Fragmento Vaticano) (c. 1515-1520; Colección privada, después de la restauración, verso)

Gracias a los trabajos de restauración, el fragmento es ahora legible en su autenticidad, situándolo con mayor certeza en el corpus de obras giottescas. Esto abre la vía a nuevas reflexiones estilísticas y cronológicas y a comparaciones con otras obras del pintor. “En la historia del arte medieval, las certezas son raras, la datación de las obras viaja por décadas, si no siglos, las atribuciones son difíciles y los nombres de los artistas, cuando existen, son a menudo nebulosos”, escribía Serena Romano en su estudio de presentación. “Lo que hoy presentamos, tras la magistral restauración llevada a cabo por el Opificio, es en cambio un milagro de la historia, de la conservación, de la tradición: un milagro que devuelve al conocimiento público lo que puede definirse, sin demasiadas cautelas, como un gran cuadro inédito de Giotto y, por lo demás, un concentrado de acontecimientos históricos excepcionales y excepcionalmente documentados”.

La exposición es, por tanto, una oportunidad para que estudiosos y aficionados no sólo admiren la obra, sino también exploren los resultados de un proyecto científico de estudio, conservación y puesta en valor.

Es posible gracias a la disponibilidad de los propietarios de la obra y a la dedicación del Opificio delle Pietre Dure a la salvaguardia del patrimonio cultural italiano. El ciclo “Cuidar el arte” pretende ser un espacio privilegiado de reflexión sobre el significado de cuidar el arte, entendido como una forma de conocimiento y responsabilidad cívica, capaz de sacar a la luz obras maestras olvidadas y devolverlas a la comunidad.

Horario de apertura: De lunes a sábado de 8.15 a 14.00 h.
Aperturas especiales nocturnas: 1 y 29 de agosto, 5 de septiembre de 19.00 a 23.00 horas.
Aperturas especiales por la tarde: 4, 11, 18, 25 de septiembre, 2, 9, 16, 23, 30 de octubre de 14.00 a 18.00 h.

En el Opificio delle Pietre Dure de Florencia, el Fragmento Vaticano restaurado, único resto de un ciclo giottesco.
En el Opificio delle Pietre Dure de Florencia, el Fragmento Vaticano restaurado, único resto de un ciclo giottesco.


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