Milán, el debut de la joven Amaranta Medri, artista surrealista e irónica


La joven artista milanesa Amaranta Medri debuta con su primera exposición individual en la Galería CARLOCINQUE, donde fotografía, vídeo, animación y collage digital se entrelazan en un universo poético e inquieto, capaz de reflexionar con ligereza sobre nuestras contradicciones y responsabilidades colectivas.

Del 6 de mayo al 6 de junio de 2025, la Galería CARLOCINQUE de Milán acoge la primera exposición individual de la joven artista Amaranta Medri, nacida en Milán en 1995, que debuta con un proyecto maduro y coherente a pesar de tratarse de su primera experiencia. La exposición, titulada Postales de otro lugar. Homenaje a Domenico Gnoli, se despliega como un doble recorrido que explora la capacidad de la imagen para transformar la percepción de la realidad, jugando con diferentes códigos estéticos -de la fotografía al videoarte, de la ilustración digital a la animación- pero siempre referidos a un lenguaje autoral límpido, irónico y ensoñador.

Dividida en dos núcleos principales, la exposición ofrece una estratificada y sutil reflexión sobre la relación entre imagen y realidad, entre visión y narración. El primer núcleo, representado por la serie fotográfica Agosto en Groenlandia, sitúa al espectador en una dimensión alienante, donde la belleza natural se funde con la inquietante presencia de una presencia humana disonante. Las fotografías muestran icebergs reales, retratados con una luz casi pictórica y transformados digitalmente en escenarios vacacionales: las figuras humanas aparecen suspendidas en estos escenarios glaciares, inmersas en una estética pop que contrasta violentamente con la sensación de alarma climática que evoca el paisaje.

Amaranta Medri, agosto en Groenlandia
Amaranta Medri, Agosto en Groenlandia
Amaranta Medri, agosto en Groenlandia
Amaranta Medri, Agosto en Groenlandia

La intervención digital no se limita a modificar la imagen, sino que se convierte en una forma de montaje poético. Amaranta Medri utiliza la manipulación visual como herramienta para cuestionar la mirada del espectador, mostrando hasta qué punto la iconografía de nuestro tiempo -formada por imágenes de postal y sueños prefabricados- puede generar lecturas distorsionadas, incluso surrealistas, de la realidad. Los icebergs, símbolos de la fragilidad de nuestro planeta, se transforman así en telones de fondo de un juego colectivo inconsciente, en el que la frontera entre la fiesta y la tragedia se hace delgada, casi invisible.

Junto a las fotografías, el segundo núcleo de la exposición está formado por una serie de vídeos que dialogan con la tradición pictórica del siglo XX italiano. En concreto, en la serie Playing with Domenico Gnoli, la artista aísla y anima detalles extraídos de las famosas obras de Domenico Gnoli (Roma, 1933 - Nueva York, 1970), creando breves secuencias animadas en las que las siluetas se mueven con ligereza e ironía. Estos fragmentos pintados -corbatas, botones, cabellos, telas- cobran vida como actores silenciosos, alterando la fijeza típica de la pintura para transformarla en una experiencia narrativa en movimiento. Es un juego, pero también una profunda reflexión sobre la identidad de la imagen y el modo en que se carga de significado.

El diálogo con la pintura continúa idealmente con una referencia a Tino Stefanoni (Lecco, 1937 - 2017), otro maestro del arte italiano conocido por su minimalismo formal y conceptual. De hecho, las siluetas que aparecen en los vídeos de Amaranta Medri evocan esa misma esencialidad gráfica, pero transformándola en un gesto narrativo. Donde Stefanoni buscaba el arquetipo, Medri busca el relato, el recuerdo, la imagen que vibra y respira en el tiempo presente.

Entre las obras más significativas de la exposición se encuentra El mundo en llamas, un vídeo de fuerte impacto visual y simbólico. En él, un avión de guerra se transforma lentamente en un aeroplano de papel: una metamorfosis sencilla, casi infantil, que sin embargo trastoca decisivamente el sentido de la violencia, sugiriendo una posible vía de desarme, no sólo material sino también cultural. Es un gesto pacifista que no grita, sino que susurra, capaz de evocar preguntas más que de dar respuestas.

La firma estilística de Amaranta Medri se reconoce precisamente en este enfoque delicado, casi íntimo, del comentario crítico. Su obra no impone tesis, sino que abre espacios de reflexión. Sus imágenes, realizadas mediante el uso de la ilustración, el collage digital y la animación, construyen mundos suspendidos, habitados por presencias ligeras, sueños ambiguos, recuerdos flotantes. Hay en ella una tensión poética constante, un deseo de contar sin simplificar nunca, un uso consciente del medio visual como herramienta de cuestionamiento más que de representación.

Amaranta Medri, Jugando con Gnoli
Amaranta Medri, Jugando con Domenico Gnoli
Amaranta Medri, Jugando con Gnoli
Amaranta Medri, Jugando con Domenico Gnoli
Amaranta Medri, El mundo en llamas
Amaranta Medri, El mundo en llamas

Formada entre Milán, Londres y Nueva York, Amaranta Medri completó sus estudios de Diseño Gráfico y Dirección de Arte en el prestigioso Pratt Institute de Nueva York, graduándose también con honores en la Academia de Bellas Artes de Milán. Su formación internacional se refleja en el eclecticismo de su lenguaje y en su capacidad para dialogar con códigos visuales globales sin perder sus raíces en una sensibilidad italiana, visible sobre todo en sus vínculos con la tradición figurativa y narrativa.

Paralelamente a su actividad artística, Medri trabaja como freelance en el campo de la comunicación visual para marcas internacionales, logrando mantener una línea de investigación autónoma y distintiva. En 2021, ganó el premio New Post Photography en la Feria MIA con su proyecto Drone Alphabet, que ya mostraba un interés por la síntesis visual y el uso crítico de las imágenes, mientras que en la sección de videoarte del premio Art Rights quedó segunda, consolidando así una carrera expositiva en ascenso.

El estilo de Amaranta Medri, irónico pero no sarcástico, soñador pero nunca evasivo, destaca por su capacidad para abordar temas complejos -como el cambio climático, la memoria cultural, la guerra- con una aparente ligereza que esconde una auténtica profundidad. Sus obras parecen hablar en voz baja, con esa delicadeza propia de las historias que permanecen más tiempo con nosotros, porque no han impuesto una verdad, sino que han dejado un espacio para pensar sobre ella.

Milán, el debut de la joven Amaranta Medri, artista surrealista e irónica
Milán, el debut de la joven Amaranta Medri, artista surrealista e irónica


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