El martes 13 de mayo, a las 18.00 horas, en la Sala Arazzi del Palacio Roncale de Rovigo, tendrá lugar la presentación de la monografía Mattia Bortoloni. Artista de inspiración pintoresca, comisariada por Fabrizio Malachin, Director de los Musei Civici Trevigiani y experto enarte véneto del siglo XVIII. La iniciativa forma parte del programa de la exposición Cristina Roccati. La mujer que se atrevió a estudiar física, que se celebra actualmente en los mismos espacios expositivos.
Con motivo de la presentación, se expondrá al público L’elemosina di San Tommaso da Villanova, pintura de Mattia Bortoloni (San Bellino, 1696 - Bérgamo, 1750) perteneciente a la Pinacoteca dell’Accademia dei Concordi. La velada se celebrará bajo el patrocinio de la Accademia dei Concordi y contará con la presencia, junto con el autor, de la Dra. Alessia Vedova y del Presidente de la Accademia dei Concordi, el profesor Pier Luigi Bagatin. La entrada será gratuita hasta completar el aforo. El libro de Fabrizio Malachin es el resultado de veinticinco años de investigación, durante los cuales el director de los Museos Cívicos de Treviso ha recopilado y sistematizado toda la producción conocida de Mattia Bortoloni, realizando así la primera monografía completa dedicada al artista polesino. Esta obra constituye un hito en el estudio del arte del siglo XVIII por varias razones. El volumen ofrece por primera vez una visión completa de la producción pictórica de Bortoloni, documentada a través de 450 ilustraciones. También incluye fichas eruditas dedicadas a cada obra determinada, incluyendo tanto ciclos pictóricos como obras individuales, con un total de 70 fichas. Las obras determinadas están flanqueadas por 15 fichas de obras perdidas o cuya localización se desconoce y 20 fichas de obras de atribución dudosa o rechazada. Además de pinturas, la monografía reúne por primera vez toda la producción gráfica de Bortoloni, compuesta por 24 dibujos considerados auténticos y 18 dibujos rechazados. La obra se completa con una serie de aparatos que incluyen documentos históricos, una bibliografía actualizada y una serie de índices analíticos sobre nombres, lugares y temas, que facilitan la consulta del volumen.
El libro, publicado por Biblos Edizioni, se abre con una introducción del profesor Giuseppe Pavanello. Dentro del texto, se reconstruye en profundidad la figura de Mattia Bortoloni, destacando la versatilidad del artista, que se distinguió como autor de suntuosos ciclos de frescos, pero también como pintor de retablos, obras profanas y hábil dibujante. El proyecto editorial nació como desarrollo natural de los estudios que ya habían surgido en 2010, con motivo de la exposición dedicada a Bortoloni en Rovigo. Los documentos y aparatos recogidos por Malachin permiten rastrear con mayor precisión la actividad del artista, actualizando su cronología y profundizando en el conocimiento de su estilo y sus encargos.
“El siglo XVIII”, afirma Alessia Vedova, responsable de la oficina de patrimonio artístico y eventos expositivos de la Fondazione Cassa di Risparmio di Padova e Rovigo, comisaria de la gran exposición sobre Bortoloni montada en el Palazzo Roverella en 2010, “es el siglo de oro de las artes en Rovigo: es el siglo del renacimiento de la Accademia (famosos son los retratos de Tiepolo, Nogari, Piazzetta, Longhi, etc.) y, si Cristina Roccati expresa el nivel de atención a la ciencia en Rovigo en el siglo XVIII, Mattia Bortoloni representa lo mejor de esta tierra en el campo del arte”.
“Extrovertido y estrafalario, políticamente incorrecto”, afirma Malachin, autor de la monografía. “Bortoloni es un artista aún poco conocido por el gran público, pero muy cotizado, capaz de obtener encargos prestigiosos y de producir obras que baten récords. Suya es la mayor decoración del mundo con un tema unificado en la majestuosa cúpula de Mondovì, pero sus obras maestras se encuentran en numerosas villas y palacios, iglesias y colecciones del Véneto a la Emilia papal, de la Lombardía austriaca al Piamonte saboyano. Un artista internacional. Se podría incluso imaginar que Venecia intentó disfrutar de su obra, ofrecida a las familias más influyentes políticamente, se piensa en los distintos Clerici, Visconti, Casnedi etc., como la obra de un embajador, un embajador cultural. En el siglo XVIII, la República vivía una enorme paradoja: reconocida por su belleza, el esplendor de su arquitectura y sus villas, la fama indiscutible de sus hombres de cultura (algunos de los cuales se vieron abocados al exilio: Goldoni, Vivaldi, Tiepolo, Casanova, Bellotto, Crosato, Bortoloni...), pero lacerada por los retrasos y las angustias de un Estado incapaz de reformarse. Bortoloni, al servicio de poderosos también ligados a la masonería, como se desprende del examen de algunos ciclos de frescos, bien pudo desempeñar el papel de embajador cultural de la Serenísima. La monografía revela a un pintor fecundo, un artista diferente por naturaleza y sensibilidad, un genio completamente autónomo y original. El pintor al fresco más sabroso, agradable y sorprendente del siglo XVIII, sin olvidar a Crosato y Tiepolo. Un tridente de campeones del fresco, una internacional pictórica con un vocabulario común”.
![]() |
En Rovigo, presentación de la monografía sobre Mattia Bortoloni de Fabrizio Malachin. |
Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.