Adiós a Robert Redford, el actor y director fallece a los 89 años


El gran actor y director Robert Redford, ganador de un Oscar, un León de Oro a la Trayectoria, uno de los iconos del cine estadounidense y fundador del Festival de Cine de Sundance, ha fallecido a los 89 años.

El gran actor y director Robert Redford ha fallecido a los 89 años. Falleció mientras dormía en su casa de Provo, Utah (EE.UU.). Así lo confirmó al New York Times Cindi Berger, directora gerente de Rogers & Cowan, la empresa de relaciones públicas de Redford. Nacido en Santa Mónica el 18 de agosto de 1936, Redford fue una de las figuras más reconocidas e influyentes del cine estadounidense de la segunda mitad del siglo XX. Actor, director, productor y fundador de uno de los festivales de cine independiente más conocidos del mundo, el Festival de Sundance, Redford abarcó décadas de la historia cultural y política de Estados Unidos, al tiempo que mantenía un papel constante tanto delante como detrás de la cámara. Su carrera no se ha limitado a la interpretación, sino que se ha ampliado gradualmente a la dirección, la producción y un compromiso cívico que le ha convertido no sólo en un referente artístico, sino también social.

Criado en una familia de origen modesto, con su padre, Charles Robert, contable, y su madre, Sallie Pate Green, ama de casa, Redford pasó su infancia entre California y los suburbios de Los Ángeles. Después del instituto obtuvo una beca para la Universidad de Colorado, pero su errática forma de estudiar hizo que terminara su experiencia universitaria antes de tiempo y al cabo de un año y medio ya había abandonado los estudios. Ese periodo marcó una etapa de investigación e incertidumbre, durante la cual viajó mucho por Europa, sobre todo por Francia, España e Italia, entrando en contacto con círculos artísticos y desarrollando su interés por la pintura. De regreso a Estados Unidos, decidió dedicarse a la interpretación y se matriculó en la Academia Americana de Arte Dramático de Nueva York, iniciando así una formación que le llevaría a Broadway.

En la década de 1960 obtuvo sus primeros papeles importantes en el teatro y apariciones televisivas en series populares de la época. El cine llegó poco después (debutó en 1962 con Caza de guerra), con papeles secundarios que le permitieron exhibir un talento natural y un aspecto fotogénico que llamaron la atención de los directores. El punto de inflexión llegó en 1969, dos años después del éxito de Descalzos por el parque (1967) con Butch Cassidy y Sundance Kid, junto a Paul Newman, película que supuso su salto internacional. La química entre los dos actores, combinada con el éxito comercial y de crítica de la película, llevó a Redford a una audiencia mundial y allanó el camino para una temporada de grandes producciones.

La década de 1970 fue la de la consagración. Redford protagonizó títulos que marcaron el imaginario estadounidense, desde El candidato aTal como éramos, hasta la célebre Todos los hombres del presidente (1976), de Alan J. Pakula, en la que encarnó al periodista Bob Woodward en la investigación del escándalo Watergate. La película consolidó su reputación como actor vinculado a historias de compromiso civil y reforzó su imagen de intérprete fiable, capaz de combinar un carisma divino con la credibilidad dramática. En 1974 protagonizó The Sting, película que ganó siete premios de la Academia (Redford obtuvo también su primera y única nominación a Mejor Actor). Al mismo tiempo, Redford empezó a cultivar un creciente interés por la dirección. En 1980 debutó tras la cámara con Ordinary People, un drama familiar que ganó cuatro Oscar, incluidos los de Mejor Película y Mejor Director, galardón que obtuvo en su debut y que también consagró su talento en este campo.

Robert Redford
Robert Redford

En los años siguientes, Redford alternó la actuación y la dirección, demostrando una atención constante por los temas relacionados con la memoria, el paisaje estadounidense y las tensiones sociales y culturales de su país. Dirigiendo películas como In the Middle Runs the River y Quiz Show, confirmó su capacidad para combinar un elegante registro visual con una sensibilidad narrativa orientada hacia las contradicciones morales y los dilemas éticos. Aunque no abandonó del todo la actuación, empezó a elegir sus papeles de forma más selectiva, manteniendo su rostro familiar en la pantalla pero favoreciendo cada vez más un compromiso autoral. Los éxitos continuaron en las décadas de 1990 y 2000 con películas impactantes como la inolvidable Propuesta indecente (1993), que protagonizó junto a Demi Moore y Woody Harrelson, o El hombre que susurraba a los caballos (1998), en la que Redford fue director y actor principal, hasta 2012 con La regla silenciosa, su última película como director. En 2014 también hizo una incursión en el cine fantástico, cuando interpretó al villano de Capitán América: El soldado de invierno, papel que retomó posteriormente en 2019 en Vengadores: Endgame, durante un cameo que supone su última aparición en la gran pantalla, tras otras dos películas de éxito como Nuestras almas de noche (2017), en la que actuó por última vez junto a Jane Fonda, y Old Man & The Gun (2018).

Paralelamente a su carrera cinematográfica, Redford puso en marcha una de sus empresas más duraderas: el Instituto Sundance, fundado junto a Sydney Pollack en 1981 en Utah, que recibió el nombre del personaje que le había hecho famoso. De aquella experiencia surgió en 1990 el Festival de Cine de Sundance, que en pocos años se convirtió en la principal referencia del cine independiente estadounidense y en un observatorio privilegiado de las nuevas tendencias. A través del festival y de los programas de apoyo a jóvenes directores, Redford contribuyó decisivamente a dar visibilidad a un cine alternativo a las grandes producciones de Hollywood, propiciando la aparición de autores que definirían el panorama cinematográfico a partir de los años ochenta.

El compromiso de Redford no se limitó al ámbito artístico. A lo largo de las décadas, se ha distinguido por su constante activismo medioambiental y político, haciendo campaña a favor de la conservación de la tierra, las energías renovables y una mayor atención a las cuestiones ecológicas. Su voz, a menudo crítica con las opciones gubernamentales y las políticas industriales consideradas perjudiciales para el medio ambiente, ha tenido eco en numerosas iniciativas públicas y ha reforzado la imagen de un artista consciente y comprometido, que no se limita a la dimensión cinematográfica.

En los años 2000 y 10, Redford siguió manteniendo una presencia constante, aunque más comedida, en el cine. Protagonizó películas de autores consagrados y eligió papeles que enfatizaban una dimensión más madura, como en Todo está perdido, de 2013, donde él solo soportaba toda la película en una prueba de resistencia física y psicológica. En los últimos años, ha declarado en repetidas ocasiones su deseo de retirarse de la actuación, aunque sin un anuncio definitivo y manteniendo fuertes vínculos con Sundance y las iniciativas culturales y medioambientales que promueve. Otros reconocimientos incluyen un Oscara Toda una Vida en 2002, otras dos nominaciones al Oscar (ambas en 1995, a la Mejor Película y al Mejor Director por Quiz Show), dos Globos de Oro (uno al Mejor Director, en 1981 por Gente Comune, y otro en 1995 a Toda una Vida), el BAFTA al Mejor Actor Protagonista en 1971 por Butch Cassidy, el David di Donatello al Mejor Actor Extranjero por La Stangata en 1974, y el León de Oro a Toda una Vida en 2017. También recibió la Medalla Nacional de las Artes de su país en 1997 y la Medalla Presidencial de la Libertad en 2016. En 2010 también fue condecorado en París con la Legión de Honor.

Su larga carrera da fe de un raro equilibrio entre la dimensión de la estrella de Hollywood y la del intelectual comprometido. Redford ha encarnado un cierto ideal americano ligado a la naturaleza, la integridad moral y la búsqueda de un cine no sólo de entretenimiento sino también de reflexión. Al mismo tiempo, supo mantener un perfil discreto en su vida privada, lejos de los excesos mediáticos, favoreciendo una relación directa con los proyectos y las causas a las que decidió dedicarse. Por estas razones, su figura sigue siendo una de las más autorizadas del panorama artístico y cultural internacional, punto de referencia para distintas generaciones de espectadores y cineastas.

Adiós a Robert Redford, el actor y director fallece a los 89 años
Adiós a Robert Redford, el actor y director fallece a los 89 años


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