Quienes visiten a estas horas la web de la National Gallery of Art de Washington encontrarán la entrada ’Cancelado’ en todos los eventos y exposiciones programados para estos días: en efecto, el museo ha cerrado indefinidamente debido al shutdown del Gobierno federal estadounidense, la congelación de las actividades administrativas que se produce en Estados Unidos cuando no se aprueba la ley de presupuestos. Se trata del cuarto shutdown que sufre EEUU bajo el mandato de Donald Trump. El anuncio del cierre de la National Gallery, por su parte, llegó el sábado, con un escueto comunicado en los canales oficiales del museo: “A partir de mañana, 5 de octubre, la National Gallery permanecerá temporalmente cerrada y todos los programas serán cancelados hasta nuevo aviso”.
La decisión convierte a la National Gallery en el primer gran museo de la capital que suspende sus actividades como consecuencia del cierre de las instituciones federales, que entró en vigor el 1 de octubre a las 00:01 horas. Se trata de un efecto inmediato del déficit de financiación derivado del fracaso del acuerdo presupuestario, que ha obligado a numerosas instituciones públicas a interrumpir temporalmente sus servicios.
El museo, que había recibido unos 3,8 millones de visitantes en 2023, un 18% más que en 2022, era la institución museística más visitada de América, superando al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York por primera vez desde 2008, según datos de The Art Newspaper. Fundada en 1937 gracias a una donación de Andrew W. Mellon y cofinanciada con fondos privados y públicos, la National Gallery está considerada uno de los principales centros mundiales de conservación e investigación del arte occidental, con una colección que abarca desde Leonardo y Vermeer hasta Rothko y Pollock.
El cierre, comunicado de forma concisa a través de un post en Instagram, invita al público a consultar un enlace para obtener más información, pero en el momento de la publicación no hay actualizaciones concretas sobre cuándo volverá a abrir. Se han suspendido todos los eventos, programas educativos y actividades paralelas.
La mayor incertidumbre se refiere al destino de las exposiciones programadas. El 18 de octubre, la National Gallery debía inaugurar la que se anuncia como la mayor exposición de arte indígena australiano jamás organizada fuera de Oceanía. La exposición, compuesta por unas 200 obras procedentes de la National Gallery of Victoria de Melbourne, sigue estando oficialmente programada en el sitio web de la institución, pero el cierre temporal arroja dudas sobre si realmente se inaugurará.
Mientras que la National Gallery ha tenido que cerrar sus puertas, el Smithsonian Institution, el mayor complejo museístico de Estados Unidos, permanece abierto por el momento gracias a los fondos residuales del año anterior. Inicialmente, el Smithsonian había anunciado que permanecería abierto “al menos hasta el lunes 6 de octubre”, pero una nota posterior en su web oficial amplía la apertura hasta el 11 de octubre. Más allá de esa fecha, las 21 instituciones que forman parte del complejo también podrían verse obligadas a cerrar si continúa el estancamiento político en Washington.
El anterior cierre federal, el más largo de la historia de EEUU, duró 35 días a partir de diciembre de 2018, durante la primera presidencia de Trump, y dejó sin sueldo a miles de trabajadores del sector público, entre ellos muchos empleados de museos. Ya entonces, las instituciones culturales de Washington tuvieron que suspender actividades y servicios. Es probable que el actual cierre tenga un impacto similar, sobre todo en las exposiciones que se están montando actualmente y en los programas de investigación y educación relacionados con las colecciones. Es posible que la National Gallery, que depende en parte de la financiación federal, tenga que posponer algunas iniciativas a largo plazo, como las colaboraciones con museos e instituciones académicas internacionales.
El contexto político sigue siendo incierto. Aún no está claro cuándo terminará la parálisis gubernamental. Las negociaciones entre el Congreso y la Casa Blanca se han estancado, mientras crece la preocupación por las consecuencias económicas y culturales del cierre. Por tanto, el cierre del museo no es sólo un obstáculo operativo temporal, sino un símbolo de la vulnerabilidad de las instituciones culturales que dependen, al menos en parte, del presupuesto federal. En un entorno económico incierto y políticamente polarizado, incluso los lugares culturales emblemáticos de Estados Unidos se enfrentan a las consecuencias directas de las decisiones gubernamentales.
Para el público estadounidense e internacional, la National Gallery de Washington sigue siendo un espacio emblemático, pero ahora su futuro inmediato está en suspenso, a la espera de que se resuelva el estancamiento político. Hasta entonces, sus salas permanecerán cerradas, los programas cancelados y las exposiciones aplazadas. Un silencio que pesa sobre el corazón cultural de la capital.
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La National Gallery de Washington cierra indefinidamente debido al cierre |
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