Los fans de la popular cantante estadounidense Taylor Swift se disponen a invadir un museo en Alemania. ¿El motivo? Una obra de arte allí conservada es el centro del nuevo videoclip de la artista: en octubre, Taylor Swift lanzó su nuevo álbum, The life of a showgirl, cuyo primer tema, The fate of Ophelia (El destino de Ofelia), que ya ha sido escuchado por millones de personas vía streaming, cuenta la historia del personaje shakesperiano. El vídeo de la canción presenta a Taylor Swift interpretando a Ofelia inspirada en un cuadro del Museo Wiesbaden, situado en la ciudad homónima de Alemania Occidental. La obra, del pintor alemán Friedrich Wilhelm Theodor Heyser (Gnoein, 1857 - Dresde, 1921), representa a Ofelia y es probablemente su cuadro más conocido.
Al principio, muchos críticos y aficionados pensaron que la inspiración estaba tomada de la mucho más famosa Ofelia de John Everett Millais, conservada en la Tate Britain de Londres, pero en realidad el vídeo se inspira en el cuadro de Heyser de hacia 1900 conservado en Wiesbaden. Por ello, el museo no se lo pensó dos veces a la hora de organizar un acto especial para celebrar la inesperada popularidad de la obra.
Así, el domingo 2 de noviembre, a las 15:00 horas, se ha programado una visita guiada a la obra de Heyser. El acto incluye el acceso gratuito para los visitantes que acudan ataviados con ropa inspirada en Taylor Swift o con trajes evocadores de la trágica belleza de Ofelia, en una invitación implícita a transformar la visita al museo en una experiencia participativa e inmersiva.
Por razones de seguridad y aforo, la participación en el acto se limitó a los poseedores de entradas, y las reservas, según anunció el museo, se agotaron muy rápidamente. Sin embargo, la iniciativa confirma cómo las nuevas generaciones, a través de la música y los medios digitales, pueden redescubrir y realzar obras de arte menos conocidas, creando vínculos entre la cultura pop y la historia del arte. El fenómeno en torno al cuadro de Heyser y el vídeo musical de Swift es, de hecho, un ejemplo contemporáneo de cómo una obra, pese a pertenecer a un periodo histórico concreto, puede adquirir nueva vida y relevancia gracias a contextos creativos modernos. Los visitantes del Museo de Wiesbaden tienen ahora la oportunidad de observar más de cerca los detalles que inspiraron la filmación: la composición, las expresiones de la Ofelia de Heyser y la representación cromática, todo lo cual Taylor Swift y su equipo reinterpretaron para crear una imagen poderosa y evocadora en la pantalla.
El acto también estimuló una reflexión sobre el papel de los museos en la difusión del arte y la promoción de experiencias interactivas. La combinación de cultura pop y patrimonio artístico permite llegar a un público amplio y diverso, acercando a las nuevas generaciones a obras que de otro modo serían poco conocidas. En este contexto, la música se convierte en un puente entre diferentes lenguajes, ofreciendo nuevas interpretaciones y oportunidades de disfrute originales. Y el museo es consciente de ello: “Aprovechamos esta gran ’aparición’ de nuestro cuadro”, dice en una nota, “como oportunidad para un acontecimiento especial”.
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