Disney y Universal demandan a Midjourney por uso no autorizado de personajes conocidos


Los gigantes del entretenimiento acusan a la start-up californiana Midjourney de infracciones masivas de derechos de autor. En el centro de la disputa está el uso de IA para generar imágenes de personajes famosos de películas y series.

Disney y Universal han presentado una demanda contra Midjourney, una start-up con sede en San Francisco conocida por su generador de imágenes basado en inteligencia artificial. La acusación es que Midjourney ha creado y distribuido, a través de su herramienta, contenidos que reproducen fielmente personajes y propiedad intelectual atribuibles a los dos gigantes de Hollywood. En la demanda presentada en el tribunal federal de distrito de Los Ángeles, los abogados de las majors hablan de un “pozo sin fondo de plagio”, afirmando que la tecnología ofrecida por Midjourney permite crear “innumerables copias” de personajes como Darth Vader, Elsa de Frozen, los Minions de Despicable Me, Yoda, Spiderman, Hulk y Iron Man.

Midjourney es un laboratorio de investigación independiente que se autodefine como autofinanciado, con menos de una docena de empleados a tiempo completo. La empresa está dirigida por David Holz, fundador de Leap Motion, una start-up anteriormente activa en el campo de los sensores de hardware. El funcionamiento del servicio es tan sencillo como potencialmente problemático: el usuario proporciona una indicación textual y el algoritmo devuelve una imagen coherente con las indicaciones. Es precisamente este mecanismo el que preocupa a Disney y Universal, que alegan que incluso la mera evocación de determinadas combinaciones de palabras lleva al sistema a producir imágenes inmediatamente atribuibles a personajes protegidos por derechos de autor. La demanda se inscribe en el contexto más amplio de la ambivalente relación entre la industria del entretenimiento y las tecnologías de inteligencia artificial. Por un lado, muchos estudios están integrando herramientas de IA en sus flujos de trabajo de producción; por otro, la creciente capacidad de estas tecnologías para imitar, recrear o sustituir elementos protegidos por la propiedad intelectual plantea problemas jurídicos y éticos cada vez más acuciantes.

En la denuncia se afirma que Midjourney, aunque no comercializa directamente imágenes de marcas registradas, permite generarlas de forma automatizada y a gran escala. Entre los ejemplos adjuntos figuran variaciones de Spiderman, reinterpretaciones del Increíble Hulk, así como versiones híbridas o estilizadas de Yoda, Elsa y Iron Man, todas ellas creadas a partir de simples instrucciones textuales. Según la denuncia, Disney y Universal alegan que Midjourney ha recaudado 300 millones de dólares (equivalentes a 221 millones de libras) sólo en el último año y prepara el lanzamiento inminente de un “servicio de vídeo”.

El director jurídico de Disney , Horacio Gutiérrez, declaró que la empresa era “optimista” sobre cómo la IA “puede utilizarse de forma responsable como herramienta para promover la creatividad humana. Pero la piratería es piratería, y el hecho de que la realice una empresa de IA no la hace menos ilegal”, añadió.

Disney y Universal contra Midjourney: demanda por el uso no autorizado de personajes conocidos
Disney y Universal contra Midjourney: demanda por el uso no autorizado de personajes conocidos

Una de las cuestiones centrales del litigio es cómo considera la ley de derechos de autor la transformación de las obras. Los abogados de Midjourney podrían argumentar que el producto final constituye una reelaboración lo suficientemente creativa como para no ser una copia directa. De hecho, la propia ley de derechos de autor permite la posibilidad de nuevas creaciones basadas en obras anteriores, siempre que haya una aportación original y distintiva. Sin embargo, según los estudios, las imágenes generadas no aportan nada realmente nuevo: se limitan a reformular contenidos existentes en otro formato. El problema se agrava por la creciente popularidad de la tecnología. Midjourney ha experimentado una considerable expansión de su base de usuarios, y la capacidad de producir contenidos visuales cada vez más realistas hace difícil distinguir entre fan art, cita, parodia y plagio. Las posiciones de los asesores de la empresa, entre los que se encuentran figuras destacadas de la tecnología como Nat Friedman, ex CEO de Github, y Philip Rosedale, fundador de Second Life, complican aún más el panorama legal.

La acción legal refleja un temor generalizado entre los grandes productores cinematográficos: que la IA suponga una amenaza para la integridad económica de sus productos, pero también para la resistencia general del sistema de derechos en el que se basa la industria creativa. Hace sólo dos años, Hollywood vivió huelgas masivas de actores y guionistas. Las protestas, que duraron meses, exigían, entre otras cosas, salvaguardias contra el uso indebido de la inteligencia artificial en el proceso creativo. Las reivindicaciones se referían tanto al uso de la IA para escribir guiones como a la posibilidad de que las imágenes o voces de los actores se reprodujeran digitalmente sin consentimiento.

A pesar de las tensiones, las tecnologías de IA son ahora parte integrante de muchas producciones. Dos películas recientemente nominadas al Oscar, Emilia Pérez y El brutalista, utilizaron herramientas basadas en la IA para modificar las voces de los actores. En otros casos, como en algunas producciones con Tom Hanks y Harrison Ford, la IA se ha utilizado para rejuvenecer digitalmente a los protagonistas. El uso de estas soluciones se está convirtiendo en una práctica, no en una excepción. La demanda presentada contra Midjourney, por tanto, podría tener implicaciones que van más allá de una simple disputa legal. Es un posible precedente legal destinado a influir en toda la industria de generación automática de contenidos. Las grandes productoras de Hollywood piden al tribunal tanto una compensación económica como límites más estrictos al uso y difusión de software capaz de replicar la propiedad intelectual sin autorización.

Midjourney, por su parte, aún no ha hecho ninguna declaración oficial sobre la acción legal, pero apoya el valor de la innovación y la experimentación en el campo de la inteligencia artificial generativa.

Disney y Universal demandan a Midjourney por uso no autorizado de personajes conocidos
Disney y Universal demandan a Midjourney por uso no autorizado de personajes conocidos


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