En España , importante adquisición para la Fundación María Cristina Masaveu Peterson (FMCMP) de Madrid, que recientemente ha enriquecido su colección al hacerse con una obra de Artemisia Gentileschi (Roma, 1593- Nápoles, después del 12 de agosto de 1654) en el mercado internacional: un óleo sobre lienzo Madonna del Latte fue subastado por Dorotheum en Viena el 22 de octubre de 2024, fecha en la que el cuadro se vendió por 565.000 euros, de una estimación inicial de entre 400.000 y 600.000 euros. Esta pintura está fechada en torno a 1609-1610, un periodo crucial en el que Artemisia era aún una adolescente, formada en el taller de su padre, Orazio Gentileschi. Realizada cuando la pintora tenía unos dieciséis o diecisiete años, la obra es una de sus primeras creaciones conocidas y constituye un raro e importante testimonio de su precoz talento.
Artemisia se formó bajo la dirección de Orazio, cuya influencia es evidente en sus primeras obras, especialmente en esta Virgen con el Niño. La habilidad de la joven artista le permitió reproducir fielmente el estilo de su padre. La influencia de Orazio se aprecia en su paleta de colores, en la fisonomía de los personajes, en la delicadeza del sombreado y el modelado de las carnaciones y en ciertos detalles, sobre todo en la forma de representar los cortinajes. Es probable que Artemisia, al igual que su padre, que en los años comprendidos entre 1590 y principios de 1600 trabajó en contacto directo con modelos como Caravaggio, aprendiera a pintar con el mismo método. A pesar de esta fuerte impronta paterna, la obra muestra ya una cualidad distintiva: Artemisia demostró desde el principio una capacidad para infundir significado y emoción a sus representaciones. El evidente afecto entre madre e hijo, claramente expresado en esta obra, es el elemento que sitúa su trabajo en un plano aparte del de su padre.
La atribución a Artemisia ha sido confirmada por uno de los mayores expertos en el pintor, Riccardo Lattuada, que ha subrayado la relación de esta obra con la Sagrada Familia con Santa Isabel y San Juan Bautista de Scipione Pulzone, de 1588-1590, conservada en la Galería Borghese de Roma, así como con un grabado de Marcantonio Raimondi. Se asemejan al cuadro de Pulzone tanto la posición de las piernas de la Virgen como la forma de representar los cabellos de María y del Niño, caracterizados por los mismos reflejos dorados.
La obra representa la iconografía de la Virgo lactans o Virgen de la Leche, un tema muy popular en la espiritualidad católica a partir de la Baja Edad Media. Aunque el Concilio de Trento (1545-1563) desaconsejó posteriormente su representación por razones de pudor, ya que el acto de amamantar, pese a ser un símbolo de consuelo y protección ofrecido por María a los creyentes, requería la exposición de los pechos de la Virgen, Artemisia resuelve la cuestión de manera púdica. En efecto, en esta composición, la Virgen se cubre recatadamente el seno derecho, envolviendo con la mano el que ofrece al Niño. La figura de María está colocada en una silla de enfermera, un asiento bajo que la obliga a mantener las piernas dobladas para acomodar al Niño en su regazo. Esta disposición, combinada con el marcado diseño de los pliegues de la túnica y el uso de contrastes de luz, confiere a la figura un aspecto monumental, concebido para una visión tenue.
Algunos detalles hacen que esta versión sea particularmente singular. La Madonna tiene un aspecto más juvenil que las versiones posteriores, con un rostro sereno y ligeramente regordete y el cabello claro y despeinado. Se ha sugerido que Artemisia se utilizó a sí misma como modelo, ya que los rasgos faciales de la protagonista femenina parecen similares a los suyos. El Niño también muestra una ejecución refinada que difiere de réplicas posteriores. Otro elemento distintivo de esta composición es el pañuelo transparente que envuelve el cuello de la Virgen y el colorido general, armonioso y difuso, del cuadro.
Por su tamaño y su tema, este lienzo debió de servir de excelente tarjeta de presentación de las dotes artísticas de Artemisia. El éxito del modelo queda confirmado por el hecho de que se realizaron al menos tres ejemplares posteriores, pintados después de su traslado a Florencia tras su matrimonio en 1612. El ejemplar adquirido por la Fundación Masaveu Peterson se reconoce como el modelo inicial, y se especula que pudo acompañar a la artista en su viaje a Toscana.
Otras versiones conocidas de la Madonna del Latte ejecutadas por Artemisia son la conservada en la Galleria Spada de Roma (fechada en 1610-1611) y otra procedente de las colecciones de los Médicis, actualmente en la Galleria Palatina del Palazzo Pitti de Florencia (fechada en 1616-1618). Aunque la iconografía es idéntica y las composiciones similares, hay variaciones, en particular en la pose del Niño Jesús. Las tres obras se compararon con motivo de la exposición monográfica del Museo Maillol de París en 2012, donde se observó que las figuras conservan dimensiones comparables en todas las composiciones.
Artemisia, siguiendo una práctica habitual para la época, especialmente extendida en la Toscana del siglo XVI y también en Roma, reproducía sus composiciones, con variaciones más o menos acentuadas, utilizando dibujos preparatorios y cartones. El uso de estos instrumentos por parte de Artemisia también está documentado en su correspondencia con los clientes, sobre todo cuando se encontraba en Nápoles. Francesco Solinas ha sugerido que todas las versiones de la Madonna del Latte pueden derivar de dibujos preparatorios o caricaturas similares.
Un análisis técnico realizado por Gianluca Poldi ha permitido comprender mejor el método de ejecución. El artista utilizó un lienzo preparado con un fondo oscuro (marrón), pero aplicó una imprimación blanca en zonas específicas para asegurar el brillo del color final, como bajo la túnica de la Madonna y en los resaltes del manto.
El análisis espectroscópico reveló el uso de pigmentos preciosos, incluido el ultramar natural (derivado del lapislázuli) mezclado con blanco de plomo para el manto azul, así como un pigmento de laca roja similar al carmín para el vestido rosa de María, y varios ocres y tierras amarillas y marrones. Resulta especialmente interesante la técnica empleada para los tonos carne, a los que el artista añadió cantidades significativas de amarillo de plomo molido grueso, además de la mezcla tradicional de blanco de plomo, cinabrio y ocre.
La reflectografía infrarroja reveló algunos cambios compositivos realizados directamente sobre el lienzo, especialmente en lo que respecta a la figura del Niño: su perfil facial se pintó inicialmente ligeramente más cerca del pecho de su madre, y también se corrigió la posición de sus piernas y brazo derecho. Estos arrepentimientos indican que el artista trabajó a partir de un estudio preliminar (probablemente sobre papel), pero modificó la obra en el transcurso de la ejecución, un método que también caracterizaría sus obras posteriores. El cuadro fue realizado antes del conocido y documentado juicio público contra Agostino Tassi, que tuvo lugar entre la primavera y el invierno de 1612. Tassi, colega de Orazio en varios proyectos, abusó de Artemisia en 1611. Tras la condena de Tassi (que nunca llegó a cumplirse), Artemisia se casó el 29 de noviembre de 1612 con el florentino Pierantonio Stiattesi, trasladándose a Florencia en enero siguiente, donde permaneció siete años, convirtiéndose más tarde en una célebre artista, activa en Nápoles, Roma, Venecia e incluso Londres.
La atribución del cuadro ha pasado por varias fases. Inicialmente vendido en París en 2010 con una atribución al taller de Artemisia, fue adquirido más tarde por una colección privada en Suiza. La obra fue expuesta como obra de Artemisia Gentileschi en la exposición monográfica Artemisia Gentileschi - Storia di una passione en Milán (Palazzo Reale, 2011-2012) y en París (Fondation Dina Vierny - Musée Maillol, 2012). A pesar de que en 2011 Gianni Papi puso en duda su autenticidad en una reseña crítica, la atribución fue apoyada por comisarios como Roberto Contini y Francesco Solinas, y también fue respaldada de forma independiente por Riccardo Lattuada.
La Fundación María Cristina Masaveu Peterson anunció que la obra, expuesta por primera vez en España en el Centro FMCMP de Madrid, permanecerá expuesta al público en esta ocasión hasta el 25 de enero de 2026, e irá acompañada de actividades complementarias, entre ellas una conferencia sobre el tema Virgo Lactans.
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| Una fundación española adquiere una obra temprana de Artemisia Gentileschi: exposición en Madrid |
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