Filippo de Pisis, pintor metafísico y escritor. Vida, obras, estilo


Filippo de Pisis fue uno de los principales exponentes de la pintura metafísica. Vida, obras, estilo.

Filippo de Pisis (Luigi Filippo Tibertelli de Pisis; Ferrara, 1896 - Milán, 1956), dedicado inicialmente a la carrera de escritor y autor de varios ensayos sobre arte y, en particular, sobre la pintura metafísica, de la que era particularmente aficionado, se decidió más tarde por la carrera de pintor durante un importante periodo que pasó en París.

Tuvo varias amistades y conocidos en los círculos culturales de Bolonia, Roma, Milán y París. Entre los artistas que frecuentó se encontraban Giorgio de Chirico y Alberto Savinio, que fueron dos figuras muy importantes para su carrera. Como artista, utilizó los lenguajes de la vanguardia de principios del siglo XX para actualizar temas comunes como bodegones, jarrones de flores y pinturas de paisajes, con resultados innovadores.



Filippo de Pisis
Filippo de Pisis

La vida de Filippo de Pisis

Filippo de Pisis, nacido en Ferrara el 11 de mayo de 1896, procedía de una familia numerosa de origen noble: era, de hecho, el tercero de siete hermanos nacidos de la unión entre el conde Ermanno Tibertelli y Giuseppina Donini. Mantuvo una relación artística muy estrecha con su hermana Ernesta, un año mayor que él, con la que colaboró a cuatro manos en diversos escritos. De niño, estudió en casa con varios tutores, y más tarde confirmó su inclinación por los estudios literarios asistiendo al liceo Gymnasium de Bolonia. Durante su educación, estudió dibujo con Odoardo Domenichini y los hermanos Angelo y Giovanni Longanesi como profesores.

En 1904, de Pisis se había trasladado con su familia al palacio Calcagnini de Ferrara, huéspedes del conde Giovanni Grosoli Pironi, que resultó ser una figura clave en la entrada de de Pisis en los círculos culturales locales. Además de la literatura, una gran pasión de De Pisis erala entomología: ya de niño coleccionaba conchas y mariposas de forma muy rigurosa, y también conservaba un herbario muy detallado, que ahora ha sido donado a la Universidad de Padua.

La juventud de De Pisis en Ferrara estuvo marcada por importantes encuentros que influyeron en su vida artística. En 1915 entabló amistad con Giorgio de Chirico y su hermano Alberto Savinio, mientras que en 1917 conoció a Carlo Carrà, entrando así en contacto con las últimas corrientes vanguardistas y quedando muy impresionado por la pintura metafísica. En esta época, de Pisis aún se consideraba enteramente un escritor y veía la pintura como una actividad secundaria. Su amigo De Chirico le presentó a Ardengo Soffici, invitando al artista futurista a leer los escritos de De Pisis, que consideró dignos de estima, aunque no dejó de calificar al joven de “extraño”. De joven, en efecto, de Pisis tenía tendencia a vestir de forma caprichosa y destacaba por su inteligencia indudablemente precoz para su edad y por su vasta cultura, de la que, según relatan numerosas fuentes, a menudo hacía alarde. Tras licenciarse, de Pisis prosiguió sus estudios en la Facultad de Letras de la Universidad de Bolonia. También mantuvo correspondencia con Giovanni Pascoli y Gabriele d’Annunzio, y fue un gran admirador de Giacomo Leopardi.

El final de los estudios universitarios de De Pisis coincidió con el estallido de la Primera Guerra Mundial, de la que fue dispensado debido a su estado de salud. Decidió entonces viajar y trasladarse a Roma. En la capital, De Pisis se introdujo en el ambiente intelectual y artístico, ampliando su círculo de conocidos, que en aquel momento incluía también a Giorgio Morandi, Giovanni Comisso y los futuristas Filippo Tommaso Marinetti y Carlo Carrà. En 1920 organizó su primera exposición individual, que, sin embargo, resultó un fracaso. Al principio emprendió una carrera como profesor de secundaria y bachillerato, también para compensar las dificultades económicas, pero seguía pensando que su camino era la escritura. Colaboró con frecuencia en revistas de vanguardia como La Voce, Lacerba y la Brigata boloñesa, y escribió ensayos metafísicos.

En 1925, tras cuidar a su padre moribundo en Ferrara, se trasladó a París y permaneció allí catorce años, que determinaron el punto de inflexión en su carrera como artista. Durante estos años conoció a Édouard Manet, Camille Corot, Henri Matisse, el grupo de los Fauves, Pablo Picasso, George Braque y los escritores Italo Svevo y James Joyce. Al año siguiente organizó su primera exposición individual en París, que fue presentada por De Chirico. Junto con él, su hermano Savinio y los artistas Massimo Campigli y Mario Tozzi creó el grupo de los llamados “Italianos de París”. Durante un tiempo, entre 1926 y los años inmediatamente posteriores, expuso sus obras junto al Gruppo Novecento de Margherita Sarfatti y otros.

Entre 1929, año en que perdió a su madre, circunstancia que le causó una gran conmoción, y 1939, De Pisis participó en varias exposiciones en Milán, Roma, Venecia y Londres, ciudad en la que residió durante un tiempo. A diferencia de la primera exposición de 1920, estas participaciones tuvieron mucho éxito. Los síntomas de la neurastenia, que le diagnosticaron ya en 1904, empezaron a empeorar en 1940. Decidió entonces regresar definitivamente a Italia y se instaló en Milán, salvo una estancia en Venecia en 1944 para estudiar la pintura de los maestros venecianos del siglo XVIII. También pasó una temporada en Roma para estudiar a fondo la pintura del siglo XVIII. Los resultados de sus estudios le llevaron a realizar obras de gran éxito, especialmente aclamadas en la Bienal de Venecia de 1948 y 1954. Sin embargo, su salud se deterioró inexorablemente, impidiéndole pintar y escribir. Finalmente murió en Milán el 2 de abril de 1956.

Filippo de Pisis, Natura morta occidentale (1919; temple y collage sobre papel enmarcado, 36 x 27 cm; Verona, Fondazione Cariverona)
Filippo de Pisis, Natura morta occidentale (1919; temple y collage sobre papel enmarcado, 36 x 27 cm; Verona, Fondazione Cariverona)
Filippo de Pisis, L'ora fatale (1919; temple y collage sobre papel, 23 x 23 cm; Milán, Colección Mazzotta)
Filippo de Pisis, La hora fatal (1919; temple y collage sobre papel, 23 x 23 cm; Milán, Colección Mazzotta)
Filippo de Pisis, Natura morta con nudino e vino rosso (1924; óleo sobre lienzo, 46,3 x 60,2 cm; Colección particular)
Filippo de Pisis, Naturaleza muerta con desnudo y vino tinto (1924; óleo sobre lienzo, 46,3 x 60,2 cm; Colección particular)
Filippo de Pisis, Natura morta marina con scampi (1926; óleo sobre papel, 52 x 68 cm; Milán, Pinacoteca di Brera)
Filippo de Pisis, Natura morta marina con scampi (1926; óleo sobre papel, 52 x 68 cm; Milán, Pinacoteca di Brera)
Filippo de Pisis, Campagna ferrarese (1926; óleo sobre lienzo, 55,5 x 78,8 cm; colección particular)
Filippo de Pisis, Campiña de Ferrara (1926; óleo sobre lienzo, 55,5 x 78,8 cm; Colección particular)

Estilo y obras de De Pisis

Inicialmente, De Pisis se acercó a la pintura exclusivamente a nivel teórico, escribiendo una serie de artículos en varias revistas importantes de la época, como Valori Plastici, y presentando diversas contribuciones en congresos de arte. Tras unos inicios artísticos que se remontan a 1916, principalmente acuarelas denominadas Collages por la presencia de un par de tiras extrañas adheridas al lienzo, y tras su encuentro con De Chirico y Savinio, de Pisis asimiló el estilo metafísico que muestra en algunas obras de principios de los años veinte. Una de sus primeras obras, L’ora fatale (1919), es a todos los efectos un homenaje a la pintura metafísica de su amigo De Chirico.

El acontecimiento en la vida de De Pisis que resultó decisivo para su producción artística fue el periodo que pasó en París. Al entrar en contacto con los exponentes más interesantes de los movimientos vanguardistas de la época, de Pisis comenzó a pintar bodegones, paisajes urbanos y estancias en Cortina, Cannes y Gascuña, desnudos masculinos y hermafroditas. En estas obras parisinas surgió una pincelada con cuerpo, que infundía movimiento y dinamismo al cuadro. De Pisis expresó en ellas toda su fascinación por la pintura del siglo XVII y las vanguardias francesas, entre el Impresionismo y el Postimpresionismo, confirmando su tendencia a tomar, asimilar y hacer suyos diversos elementos característicos de las grandes obras maestras del pasado y de lo mejor de las obras contemporáneas. Gino Severini, al presentar los cuadros de de Pisis en la Bienal de Venecia de 1932, los describió hablando de "la gaucheness de los impresionistas“, diluida por un ”tono local hábil y sensiblemente contrastado". Entre las obras de este periodo figura Natura morta con nudino e vino rosso, de 1924. En cuanto a los desnudos masculinos, cabe destacar el cuadro Piccolo Bacco (Pequeño Baco ) (1928), así como los numerosos dibujos y acuarelas de de Pisis sobre el tema. Los protagonistas están representados con un trazo muy sintético, en posturas a menudo explícitamente eróticas y de abandono al placer. También fueron muy populares los temas de bodegones marinos, por ejemplo Bodegón con langostinos (1926), obra con la que de Pisis ofrece su personal contribución a las nuevas reflexiones de la pintura metafísica y surrealista, mediante una evidente inestabilidad entre los objetos del primer plano y los del fondo, suscitando deliberadamente una sensación de desorientación. También con referencia a la pintura metafísica fueron significativas sus declaraciones en el artículo La cosiddetta ’arte metafisica’, publicado en 1938 en la revista Emporium, en las que intentaba atribuirse un papel de precursor de la corriente, al igual que De Chirico.

En 1926, de Pisis expuso las obras Interno tragico, Campagna ferrarese y Campagna del suburbio en la I Mostra del Novecento italiano, con la que seguiría exponiendo durante varios años a pesar de que su firma estilística se distanciaba del grupo. De regreso a Roma, de Pisis se dedicó principalmente a las naturalezas muertas y, sobre todo, a las escenas con flores, que se convirtieron en sus temas preferidos. En 1934, se celebró en la Galerie des Quatre Chemins una exposición titulada “Fleurs de De Pisis”, centrada precisamente en obras de tema floral. Entre ellas, Gladiolus fulminatus (1930), en la que la pincelada es tan corpulenta y gruesa, cercana a los logros de Édouard Manet, que consigue un efecto de color puro. En De Pisis hay también un gusto particular por los trucos, a través de colores luminosos que se utilizan a menudo para realzar los efectos de “trompe-l’oeil”.

Sin embargo, durante sus meses en Londres, De Pisis tuvo la oportunidad de estudiar a fondo los paisajes de William Turner y también salió a las calles de Londres, donde solía atraer la curiosidad de los transeúntes mientras se dedicaba a pintar determinadas vistas de la ciudad, empezando a introducir una cierta fragmentación visual nerviosa típica de algunos de los cuadros de paisajes que datan de la década de 1930.

La participación de De Pisis en la II Quadriennale Nazionale de 1935, donde expuso diecinueve cuadros, entre ellos Paisaje en Gascuña, Bodegón con jurel y Figura en un interior luminoso, suscitó algunas reservas, sobre todo en relación con una supuesta facilidad de ejecución que algunos críticos habían detectado en algunas obras. En general, en las obras de los años treinta se echaban en falta los experimentos anteriores con los planos compositivos. Probablemente, sin embargo, como leemos en palabras del crítico Paul Fierens en una monografía que dedicó a De Pisis en 1937, estos años fueron testigos de una progresiva maduración hacia una expresividad más esencial, pero no por ello menos sentida emocionalmente.

En 1939 volvió a la III Quadriennale de Roma presentando Composizione y Notte di luna, y obtuvo el segundo puesto en el I premio Bergamo con La chiesa di Cortina. Además, ese mismo año de Pisis donó doce cuadros a la GNAM - Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma, entre ellos varios retratos, uno de los temas más frecuentes de la época, sobre todo de sujetos ancianos y abandonados, como por ejemplo Viejo de Cadore (1942). Durante los años de la Segunda Guerra Mundial y el traslado de Milán a Venecia debido a los bombardeos, la actividad pictórica y expositiva de De Pisis no se detuvo y, por el contrario, tuvo buenas ventas de sus cuadros, debido precisamente a la presencia en Venecia de numerosos industriales y ricos terratenientes que se habían refugiado allí con la esperanza de que la ciudad lagunar se salvara de los ataques. De Pisis también obtuvo varios encargos de litografías para proyectos editoriales de lujo, entre ellos Estancia en Venecia de Marcel Proust para Edizioni del Cavallino (1945) y Carmi de Catulo para Hoepli (1945).

Sin embargo, en la posguerra, su pintura políticamente desvinculada, en pleno auge del neorrealismo, fue objeto de controversia por parte de algunos de los críticos más politizados, aunque este episodio no mermó el éxito comercial de De Pisis, hasta el punto de que incluso se desarrolló un mercado de falsificaciones. Finalmente, tuvo que ralentizar su actividad artística debido al empeoramiento de su salud, y entre sus últimas obras conocidas se encuentran Natura morta con calamaio (Naturaleza muerta con tintero ), de 1952, en la que demuestra tanto una mayor simplificación de la pincelada como una mayor experimentación con las transparencias y el uso del blanco, y Natura morta marina con la penna (Naturaleza muerta con la pluma ), de 1953.

Filippo de Pisis, Gladiolo fulminato (1930; óleo sobre contrachapado, 51,5 x 71,5 cm; Ferrara, Galleria d'Arte Moderna e Contemporanea - Museo Filippo de Pisis)
Filippo de Pisis, Gladiolo fulminato (1930; óleo sobre contrachapado, 51,5 x 71,5 cm; Ferrara, Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea - Museo Filippo de Pisis)
Filippo de Pisis, La iglesia de Cortina (1937; óleo sobre lienzo, 91 x 69 cm; Cortina d'Ampezzo, Museo Mario Rimoldi)
Filippo de Pisis, La iglesia de Cortina (1937; óleo sobre lienzo, 91 x 69 cm; Cortina d’Ampezzo, Museo Mario Rimoldi)
Filippo de Pisis, Viejo Cadore (1940; óleo sobre cartón, 19 x 29,8 cm; Ferrara, Galleria d'Arte Moderna e Contemporanea - Museo Filippo de Pisis)
Filippo de Pisis, Viejo Cadore (1940; óleo sobre cartón, 19 x 29,8 cm; Ferrara, Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea - Museo Filippo de Pisis)
Filippo de Pisis, Naturaleza muerta con tintero (1951; óleo sobre tabla de masonita, 39,8 x 50 cm; Ferrara, Galleria d'Arte Moderna e Contemporanea - Museo Filippo de Pisis)
Filippo de Pisis, Naturaleza muerta con tintero (1951; óleo sobre tablero de masonita, 39,8 x 50 cm; Ferrara, Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea - Museo Filippo de Pisis)
Filippo de Pisis, Natura morta marina con la penna (1953; óleo sobre lienzo, 50 x 64 cm; Milán, Pinacoteca di Brera)
Filippo de Pisis, Natura morta marina con la penna (1953; óleo sobre lienzo, 50 x 64 cm; Milán, Pinacoteca di Brera)

Dónde ver las obras de Filippo de Pisis

En Ferrara, ciudad natal de Filippo de Pisis, se inauguró en 1998 un museo con su nombre, el Museo Filippo de Pisis, tras una gran exposición antológica organizada con motivo del centenario del nacimiento del pintor. El núcleo de obras era bastante considerable, más de doscientas, y mostraba toda la carrera artística de de Pisis, desde sus primeros trabajos hasta sus últimas obras.

Otro importante grupo de obras se encuentra en Milán, ciudad en la que el artista residió durante algunos periodos. L’ora fatale (1919) se expone en la Fondazione Antonio Mazzotta de Milán, mientras que en la Pinacoteca di Brera se conserva un amplio grupo de obras, entre las que destacan Naturaleza muerta con huevos (1924), El pez sagrado (1924), Naturaleza muerta junto al mar con gambas (1926), Naturaleza muerta junto al mar con avefría (1927), París con fábrica (1927), Grandes flores (1930), San Moisé (1930), Bodegón con cesta de fruta (1935), Las peonías (1936), Flores en la ventana (1938), Bodegón con flores y botella (1938), Flores en vaso y libro (1945), Retrato de mujer (1950), Bodegón marino con pluma (1953).

También en Milán, en la Galleria d’Arte Moderna se pueden admirar L ’uomo delle stelle (1924), Paesaggio di Lers (1936), Zingari (1940). Otras obras de de Pisis se conservan también en el Museo del Novecento de Milán. En otra ciudad importante para el artista, Roma, hay algunas de sus obras en la GNAM - Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo.

En Italia, otros museos importantes conservan obras de de Pisis, como El arqueólogo (1928), en la Galleria d’Arte Moderna de Génova, y también entre las instituciones que conservan sus obras se encuentran el Museo d’Arte Moderna Ca’Pesaro de Venecia, el MAGI ’900 de Pieve di Cento, la Galleria d’Arte Moderna del Palazzo Pitti de Florencia, el Museo Civico - Galleria d’Arte Moderna de Torni y la Fondazione Biscozzi Rimbaud de Lecce.

En el extranjero, se pueden ver sus obras en París, donde vivió mucho tiempo, concretamente en el Centre Pompidou y el Musée d’Art Moderne. Otras obras se encuentran en Colonia, en el Museo Ludwig, y en Estados Unidos, en el Museo de Arte de Cincinnati.

Filippo de Pisis, pintor metafísico y escritor. Vida, obras, estilo
Filippo de Pisis, pintor metafísico y escritor. Vida, obras, estilo


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