En Cortina, los años 80 reviven entre Warhol, Haring y la Transvanguardia italiana


Del 2 de agosto al 14 de septiembre de 2025 Farsettiarte presenta la exposición "Nueva York, Nueva York. Back to the 80's", dedicada a los artistas italianos e internacionales que vivieron la escena creativa de la Gran Manzana en los años 80, entre excesos, contaminaciones y nuevas geografías del arte.

En Cortina d’Ampezzo, del 2 de agosto al 14 de septiembre de 2025, la galería Farsettiarte presenta la exposición New York, New York. Back to the 80’s, un proyecto expositivo dedicado a la escena artística que gravitó en torno a la metrópolis estadounidense a finales de los años setenta y principios de los ochenta. Un periodo marcado por una intensa vitalidad cultural, en el que la creatividad se movía libremente entre las calles del East Village, las salas de exposiciones y los clubes nocturnos más conocidos de la ciudad.

La exposición reúne obras de artistas italianos e internacionales que protagonizaron aquella temporada caracterizada por la mundanidad, la transgresión y el exceso. Entre los nombres expuestos figuran Sandro Chia, Francesco Clemente, Nicola De Maria, Keith Haring, Carlo Maria Mariani, Luigi Ontani, Mimmo Paladino, Julian Schnabel, Toxic y Andy Warhol.

El itinerario reconstruye la geografía y el contexto en el que surgieron nuevos lenguajes visuales y nuevas formas de disfrutar del arte, abandonando los confines de las galerías y aterrizando en espacios menos convencionales. Los metros, por ejemplo, se convirtieron en lugares de exposición alternativos, donde el arte callejero comenzó a afirmarse como expresión legítima de lo contemporáneo. En este escenario, figuras como Keith Haring obtuvieron un reconocimiento artístico antes impensable para quienes operaban fuera de los circuitos oficiales.

Andy Warhol, Marcel Proust, (1974; acrílico y serigrafía sobre lienzo, 101 x 101 cm)
Andy Warhol, Marcel Proust (1974; acrílico y serigrafía sobre lienzo, 101 x 101 cm)

El centro de la temporada es elEast Village, entonces un barrio degradado que poco a poco se transforma en un polo creativo. Sus clubes nocturnos, como The Dome, the Palladium y Studio 54, se convierten en puntos de encuentro de artistas, escritores, músicos, empresarios y coleccionistas. Studio 54, en particular, se convierte en una especie de hogar para Jean-Michel Basquiat, que pasa allí noches enteras y con el tiempo ayudará a transformar el espacio en una auténtica galería de arte.

La reurbanización del East Village no escapó a los operadores financieros de Wall Street, que empezaron a invertir en inmuebles y espacios culturales, contribuyendo a redefinir el tejido urbano. Artistas e intelectuales se encontraron compartiendo momentos de discusión en restaurantes, galerías o directamente en la calle, donde no era raro presenciar tertulias improvisadas o debates colectivos sobre el rumbo del arte contemporáneo.

Jean Michel Basquiat, Regina Schrecker (rotulador sobre cerámica, 17 cm)
Jean Michel Basquiat, Regina Schrecker (rotulador sobre cerámica, 17 cm)

1982 se considera el año del cambio, cuando el East Village fue reconocido oficialmente como el distrito de la nueva creatividad. Las galerías abrían los fines de semana, atrayendo a un público cada vez más numeroso y curioso. Entre las figuras más destacadas de la escena se encuentran Ileana Sonnabend y Leo Castelli, conocidos por su habilidad para interceptar los fermentos artísticos más prometedores.

Leo Castelli, en particular, desempeñó un papel fundamental en el establecimiento del Pop Art, apoyando a artistas que se convertirían en figuras mundiales y llevando sus obras a la atención de los museos más importantes del mundo, del MoMA al Whitney. Junto a él surgió Patt Hearn, marchante de arte de fuerte personalidad, que se erigió en figura emblemática de la mujer de éxito en un sistema artístico aún predominantemente masculino. Hearn promueve a nuevos talentos como George Condo y Dan Flavin, ofreciendo una alternativa a la pintura monumental y autorreferencial de Julian Schnabel, que en aquellos años se disputaban los grandes espacios expositivos.

Mimmo Paladino, Sin título (1984; óleo sobre lienzo y madera, 90 x 80 cm)
Mimmo Paladino, Sin título (1984; óleo sobre lienzo y madera, 90 x 80 cm)

Numerosos artistas italianos, acogidos con entusiasmo por la escena neoyorquina, también encajaban en este ambiente. Entre ellos, Francesco Clemente representa un caso emblemático. Nacido en Nápoles, fue invitado a decorar una de las salas de Studio 54. Protagonista de la Transvanguardia, movimiento teorizado por Achille Bonito Oliva en la revista Flash Art,Clemente consolidó su posición en Nueva York en 1985, cuando expuso en tres galerías al mismo tiempo: Sperone Westwater, Mary Boone y Leo Castelli.

Este hito igualó el conseguido poco antes por Sandro Chia, que ya había protagonizado una exposición individual en el Museo Guggenheim en 1983 y en el Metropolitan Museum of Modern Art al año siguiente. En aquellos años, la Transvanguardia se consolidó como uno de los movimientos más influyentes de la escena internacional. Las galerías americanas buscaban a sus protagonistas: Enzo Cucchi, Francesco Clemente, Sandro Chia y Mimmo Paladino eran buscados por coleccionistas y comisarios por la fuerza expresiva de sus obras, capaces de combinar tradición y experimentación, pintura y simbolismo.

Sandro Chia, Los protagonistas (1979; óleo sobre lienzo, 178 x 187 cm)
Sandro Chia, Los protagonistas (1979; óleo sobre lienzo, 178 x 187 cm)

La presencia italiana en Nueva York no se limita al ámbito artístico. De hecho, la popularidad de la Transvanguardia contribuyó a reforzar la imagen del Made in Italy también en otros sectores, como la moda y la enogastronomía. Los años 80 se convirtieron así en una década en la que pasar de la provincia italiana a la metrópoli estadounidense. Uno puede comer en Nápoles con Andy Warhol, discutir con Basquiat en Módena o exponer con éxito en Manhattan, experimentando una movilidad creativa difícil de reproducir hoy en día. La exposición de Farsettiarte pretende recuperar ese momento histórico a través de una selección de obras emblemáticas. Entre las obras expuestas se encuentran Marcel Proust (1974) de Andy Warhol, I protagonisti(1979) de Sandro Chia, Sin título (Autorretrato con humo) (1980) de Francesco Clemente, Retrato de S.N. (1982) de Julian Schnabel, Sin título (1984) firmado por Keith Haring en colaboración con L.A. II, y Sin título (1985) de Mimmo Paladino.

En Cortina, los años 80 reviven entre Warhol, Haring y la Transvanguardia italiana
En Cortina, los años 80 reviven entre Warhol, Haring y la Transvanguardia italiana


Advertencia: la traducción al español del artículo original en italiano se ha realizado mediante herramientas automáticas. Nos comprometemos a revisar todos los artículos, pero no garantizamos la ausencia total de imprecisiones en la traducción debidas al programa. Puede encontrar el original haciendo clic en el botón ITA. Si encuentra algún error, por favor contáctenos.